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Memorias del Primer Coloquio de Investigación de Historia de las Mujeres

Primer Coloquio Sobre Mujeres en la Universidad de Puerto Rico en Utuado







Memorias


                                                                                 
Compiladora: Sandra A. Enríquez Seiders




Universidad de Puerto Rico en Utuado
6 de marzo de 2012
Mensaje de la coordinadora
Mil gracias por aceptar esta invitación. Reconozco que todos/as tienen múltiples compromisos pero, no dudaron en participar de este  evento.
 Antes de iniciar los trabajos de hoy quiero contarles algo. Me eduqué pensando que las mujeres no hicieron historia. En la escuela superior ni los maestros ni los libros mencionaban a las mujeres como hacedoras de la historia. Las pocas que se estudiaban eran mujeres que ocuparon esferas de poder igual a la de los hombres. Ejemplo de ello, Isabel la Católica o la reina Isabel de Inglaterra. Lo mismo me sucedió en mis años en la universidad. Completé un bachillerato y una maestría en historia en el 1972 y en todos mis cursos la mujer siempre estuvo ausente.
Durante años enseñé inglés y el  llamado segundo feminismo o feminismo moderno me pasó por el lado y nunca me enteré de las nuevas luchas de las mujeres por lograr hacer valer sus derechos ni tampoco de las investigaciones que habían hecho posible rescatar historias de mujeres e insertarlas en la historia oficial. Me había convertido en la mujer tradicional, buena esposa, dedicada mamá, extenuada ama de casa, además de maestra. Cuando mis hijos y mi hija iniciaron estudios universitarios decidí regresar a la universidad  y comenzar un doctorado en historia de Puerto Rico. Créanme que mi vida dio un giro 360 grados. Todos los cursos fueron fascinantes, sin embargo, fue el curso de La Mujer en el Caribe  que dictaba la Dra. Blanca Silvestrini el que me cautivó. Leer  las investigaciones de puertorriqueñas como María Barceló Miller, Yamila Azize,  Carmen Baerga, Mary Frances Gallart, Norma Valle, Ángeles Almenas, entre otras, significó para mí un descubrimiento único. Igualmente las lecturas de  Gerda Lerner, Carolyn Heilbrun, Carol Gilligan, Lucía Gálvez, por mencionar algunas extranjeras,   fueron despertando en mi la curiosidad y el deseo de dirigir mis investigaciones hacia el tema del género. Así ha sido. 
He colaborado en actividades dirigidas a unir esfuerzos para tratar de poner fin a la violencia doméstica y reconocer derechos iguales al hombre y la mujer pero, también  he participado en numerosos foros que han servido para darle visibilidad y voz a muchísimas mujeres que han estado ausentes por años en nuestra historia.
Siempre había soñado con organizar una actividad igual a éstas en este recinto. Por ello invité a amigos y amigas que,  como yo, disfrutaban de esta operación rescate y estaban dispuestos/as a compartir con mis colegas y estudiantes sus investigaciones. Todos/as aceptaron la invitación y hoy es una realidad el Primer Coloquio sobre Mujeres  en la UPRU.
Bienvenidos/as a Utuado, a la ciudad del Viví, a la capital indígena de nuestra patria y al recinto más hermoso del sistema.

Sandra A. Enríquez Seiders









Voces femeninas dentro de la política puertorriqueña















Palmira Cabrera de Ibarra: Una líder al servicio de Puerto Rico  -
José Luis Colón González, MPA
Resumen

Los años de la década de 1970 se caracterizaron por la investigación y divulgación del rol de la mujer puertorriqueña en el desarrollo de los procesos históricos del País. Palmira Cabrera de Ibarra fue una de esas mujeres que contribuyeron a cerrar la brecha del discrimen y del machismo. A través del magisterio, desarrolló destrezas de liderazgo que facilitaron su eventual incursión en otras disciplinas dominadas en ese momento por los hombres: la política, la abogacía y la literatura, entre otros. En el presente ensayo, presentamos una relación panorámica de su participación y logros en las mismas, así como su modesta contribución a la superación social de la mujer puertorriqueña del siglo XX.

Introducción

En el ensayo Placing Women in History: Definitions and Challenges (1979), la escritora Gerda Lerner establece que the true history of women is the history of their ongoing functioning in the male-defined world [but] on their own terms.[1] Posiblemente este haya sido uno de los factores que fomentó nuevas tendencias historiográficas en Puerto Rico a partir de los años de la década de 1970. Esta época se caracteriza por la investigación y divulgación del rol de la mujer puertorriqueña en el desarrollo de los procesos históricos del País. Como resultado, este periodo también se conoce como el surgimiento del segundo feminismo puertorriqueño.[2]
A diferencia de antecesoras como Ana Roqué de Duprey y Ricarda López de Ramos Casellas, no encontramos evidencia de que Palmira Cabrera de Ibarra participara de movimientos sufragistas ni feministas[3]. Sin embargo, su vida y obra evidencian las aportaciones de ésta en el objetivo de la superación de la mujer puertorriqueña del siglo XX. Según Barbara Caine, “la importancia individual de las mujeres, así como sus reconocimientos, son el punto de partida para escribir la historia del feminismo.”[4] Las ejecutorias Cabrera de Ibarra a través del magisterio, de la política, de la literatura y de organizaciones cívicas y culturales, abrieron camino para la mujer en una época en que el machismo y la subestimación de la capacidad de ésta, parecían ser norma aceptada.
Trasfondo personal y profesional
Palmira Cabrera de Ibarra vivió momentos trascendentes en la historia de Puerto Rico. Nació un 12 de mayo de 1903, a pocos años de la invasión norteamericana, y se formó durante ese  cambio dramático en el sistema de gobierno que sufrió nuestro país. Su padre era comerciante y logró estabilidad económica, razón por lo que la pobreza extrema que distinguió esas primeras décadas no le tocó directamente. Estudió sus primeros grados, como las mujeres de su clase, en las escuelas públicas, pero por unas amistades de la familia que residían en Río Piedras, y quienes la alojan -un extraordinario gesto de generosidad que se daba antes con tanta frecuencia- estudia en la Escuela Superior de la Universidad de Puerto Rico. Esta experiencia le permitió conocer y compartir con el profesorado de Río Piedras y aprovecharse de la cercanía a la rica vida intelectual en la que se aprecia el valor de una educación universitaria. Este afán por la educación definió su vida y evidencia que para las mujeres significaba un mecanismo insustituible para posibilitar desarrollo personal.
En 1922, al graduarse de escuela superior, regresó a Vega Alta para desempeñarse como maestra rural. Durante los veranos, prosiguió estudios universitarios hasta alcanzar el grado de Normal en 1925. Posteriormente, ascendió a asistente de principal, oportunidad que a su vez facilitó que completara el grado de Bachillerato en Artes en 1940. Este grado académico facilitó que ocupara el puesto de Principal de escuela, cargo que aprovecha, nuevamente, para realizar estudios de Maestría en Estudios Hispánicos, los cuales culminó en 1946 bajo la tutela de la reconocida profesora universitaria Margot Arce de Vázquez. Este nuevo logro la llevó a ocupar varias posiciones administrativas de jerarquía en el Departamento de Instrucción Pública.

La Asociación de Maestros de Puerto Rico: Incubadora de una líder

Consciente de la necesidad de promover una mejor educación para todos los puertorriqueños, y de lograr mejores condiciones de trabajo y económicas para los maestros, Palmira Cabrera ingresó a la Asociación de Maestros de Puerto Rico en el año 1929.[5] Esta institución surgió de la necesidad de los maestros puertorriqueños en organizarse para luchar por sus derechos y hacer realidad sus aspiraciones. La Asociación quedó constituida en una asamblea celebrada el 8 de julio de 1911 en el Teatro La Perla, de Ponce con el propósito de fomentar la unión y solidaridad entre todos los maestros de las escuelas públicas de Puerto Rico, establecer sistemas adecuados para la defensa y protección mutua de los asociados y exaltar los valores de la escuela pública como instrumento para expandir la cultura puertorriqueña.[6]
En 1933, Palmira Cabrera fue elegida como delegada por Vega Alta ante la Asamblea Anual de la Asociación de Maestros de Puerto Rico (AMPR), cargo que ocupó consecutivamente hasta 1952. Durante este periodo, también presidió el comité local de la Cruz Roja en Vega Alta. Luego de participar como delegada por Vega Alta en las asambleas anuales de la AMPR, en 1939 Cabrera asumió la presidencia de la Junta Local de la Asociación en este municipio. Esta posición fue fundamental para que la profesora Cabrera impulsara el establecimiento de la primera escuela superior de su pueblo, hecho que se concretizó en 1942.
En el verano de 1950, la profesora Cabrera de Ibarra se desempeñó, ad honorem, como conferenciante de metodología y práctica docente en la Facultad de Pedagogía de la Universidad de Puerto Rico en sustitución de la profesora Ángeles Pastor.[7] Dos años más tarde, y después de casi quince años como presidenta de la Junta Local de Vega Alta, fue elegida una de los tres directores por acumulación ante la Junta de Directores de la AMPR, siendo posiblemente la primera mujer en ocupar dicho puesto. Los directores por acumulación ejercían como portavoces de la Asociación de Maestros en los asuntos educativos a nivel Isla. En 1952 y 1954, Palmira Cabrera también representó al Departamento de Instrucción Pública de Puerto Rico en las convenciones anuales de la National Education Association (NEA), organización a la que estaba afiliada la Asociación de Maestros, celebradas en la Florida y Nueva York, respectivamente.[8]
Desde 1954, la Asociación de Maestros contemplaba la posibilidad de construir un hospital para beneficio de su matrícula y de la comunidad en general. Para hacer realidad dicha construcción, era necesaria la organización de una nueva Asociación a requerimientos del Departamento de Salud. Fue así como surgió la “Asociación Hospital del Maestro” o “Sociedad Hospital del Maestro”, que fue como finalmente quedó incorporada en el Departamento de Estado el 6 de junio de 1955. En la práctica, era una continuación de la misma Asociación de Maestros. Palmira Cabrera de Ibarra también fue una de los nueve integrantes de la primera Junta de Gobierno de la Sociedad Hospital del Maestro.

Del magisterio a la política: Un nuevo caminar

Después de más de dos décadas de intensa labor en la Asociación de Maestros, de ocupar diversos puestos administrativos en el Departamento de Instrucción Pública, y ante el interés de servir desde otro escenario, Cabrera de Ibarra decidió participar de la política electiva. La dinámica política no era ajena para Palmira Cabrera. Ésta nació y creció en ese ambiente a través de la participación de su padre, Lorenzo Cabrera, en la política desde finales del siglo XIX hasta el momento de su fallecimiento en 1932.[9] En 1951, en un hecho poco conocido, Palmira Cabrera fue nominada como candidata a la Convención Constituyente de 1951-1952 por el distrito de Arecibo. No logró ser electa como delegada porque fue derrotada por un voto de diferencia por el entonces senador Juan Dávila Díaz.[10]
De acuerdo a la costumbre de la época, el domingo 5 de agosto de 1956, el Partido Popular Democrático celebró una convención senatorial para seleccionar los candidatos del PPD al Senado. En el caso del distrito de Arecibo fueron nominados Carmelo Rodríguez, quien ya se desempeñaba como senador; María Libertad Gómez, entonces vicepresidenta de la Cámara de Representantes, y la profesora Palmira Cabrera. Dos días después, el martes 7 de agosto, uno de los titulares del periódico El Mundo, daba cuenta de un hecho inesperado en aquella asamblea: “María Libertad Gómez es derrotada para Senaduría: Palmira Cabrera es la candidata”. Según el reportaje del periodista Teófilo Maldonado, la nominación de Cabrera de Ibarra sorprendió a la alta dirección del Partido Popular ya que se esperaba favorable la nominación de la señorita María Libertad Gómez, quien estaba en su cuarto término consecutivo en la Cámara de Representantes. Al finalizar la reunión y contabilizar los votos, Carmelo Rodríguez fue renominado con 24 votos, mientras que Palmira Cabrera de Ibarra recibió 21. María Libertad Gómez quedó derrotada al llegar en tercera posición con 18 votos.[11]
Tres meses después, el 6 de noviembre, se celebraron las elecciones generales. Palmira Cabrera de Ibarra no sólo fue elegida senadora por el distrito de Arecibo, sino que se convirtió en la primera mujer en ser elegida por un distrito en el Senado de Puerto Rico, ejemplo de la pujanza de la mujer puertorriqueña en conquistar puestos que -hasta ese momento- eran dominados por los hombres. Como senadora durante dos cuatrienios, presidió la Comisión de Orden Público y fungió como vicepresidenta de la Comisión de Instrucción. Además, radicó legislación para impulsar el desarrollo de proyectos de infraestructura en el distrito de Arecibo; para mejorar las condiciones de la clase magisterial y de la educación puertorriqueña, y para dotar a la Universidad de Puerto Rico de una reforma universitaria que reorganizara su estructura administrativa y operacional.
En el 1961, con casi sesenta años de edad, Cabrera de Ibarra decidió matricularse en la recién creada Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana de Puerto Rico.[12] A partir de entonces, combinó su función de legisladora con la de estudiante de Leyes. Además, durante los cuatro años de ese segundo cuatrienio, se desempeñó como presidenta local de la Asociación de Mujeres Legisladoras de los Estados Unidos.[13] En 1964, recibió el grado de Juris Doctor de la primera clase graduada de esta institución, siendo admitida al ejercicio de la abogacía por el Tribunal Supremo de Puerto Rico el 31 de marzo de 1965.

Recapitulación
            Luego de intentar infructuosamente la reelección para un tercer término en el Senado de Puerto Rico, Palmira Cabrera se retiró de la política y se dedicó al ejercicio de la abogacía. No dejó de lado las instituciones y organizaciones de índole cultural y sin fines de lucro, en las cuales participó y colaboró desinteresadamente. Ejemplo de ello fueron: el Club Altrusa de Río Piedras, el Círculo Porcia y la Asociación de Graduadas de la Universidad de Puerto Rico, la cual presidió entre 1973 y 1975. Como parte de su participación en las Graduadas, dirigió la revista Asomante, órgano literario de la Asociación, durante veintidós años, hasta su muerte en diciembre de 1995.
            Palmira Cabrera de Ibarra fue una luchadora tenaz por todo aquello en que creía: la justicia, la libertad, la igualdad. Desde la óptica tradicional del término, no fue feminista. Sin embargo, como la describe la licenciada María Dolores Fernós, fue una mujer que en sus acciones, en su afán por ser, por desarrollarse, por participar, por aportar, aprovechó los instrumentos a su alcance y lidió con las limitaciones existentes. Esa fue la eterna constante en su vida



















Referencias

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Alpern, Sara, Ed. The Challenge of Feminist Biography: Writing the Lives of Modern American Women. Chicago, USA: University of Illinois Press, 1992.

Azize, Yamila. La mujer en la lucha. San Juan, Puerto Rico: Editorial Cultural, Inc., 1985.

------------, Ed. La mujer en Puerto Rico: Ensayos de investigación. San Juan, Puerto Rico: Ediciones Huracán, Inc., 1987.

Barceló Miller, María de Fátima. La lucha por el sufragio femenino en Puerto Rico 1896-1935. San Juan, Puerto Rico: Centro de Investigaciones Sociales y Ediciones Huracán, Inc., 1997.

Bayrón Toro, Fernando. Elecciones y partidos políticos 1809-2000. Mayagüez, Puerto Rico: Editorial Isla, 2003.

Caine, Barbara. “Feminist Biography and Feminist History”, en Women’s History Review. 3: 2, 247-261, 1994.

-------------------. Biography and History. New York, USA: Palgrave Macmillan, 2010.

Cancel, Mario R., Comp. Historia y género: Vidas y relatos de mujeres en el Caribe. San Juan, Puerto Rico: Asociación Puertorriqueña de Historiadores y Postdata, 1997.

Comisión de Derechos Civiles de Puerto Rico. La igualdad de derechos y oportunidades de la mujer puertorriqueña. San Juan, Puerto Rico: 1973.

Díaz, Lydia Luisa. Asociación de Graduadas de la Universidad de Puerto Rico: Medio siglo de logros y aportaciones. San Juan, Puerto Rico: Asociación de Graduadas de la Universidad de Puerto Rico, 1986.

Enciclopedia Puertorriqueña Siglo XXI. Volumen 1 (Abacoa-Campanero). San Juan, Puerto Rico: Caribe Grolier, Inc., 1998.

Enríquez Seiders, Sandra. Ricarda López de Ramos Casellas: Tizas, conciencia y sufragio. San Juan, Puerto Rico: Ediciones Callejón, 2006.

Krüger Torres, Lola, Ed. Enciclopedia Grandes Mujeres de Puerto Rico. Tomos 1 y 2. San Juan, Puerto Rico: Ramallo Bros. Printing, Inc., 1975.

Rigual, Néstor. Legisladores puertorriqueños 1900-1996. San Juan, Puerto Rico: First Book Publishing, 1996.

Santana Rabell, Leonardo. Historia de Vega Alta de Espinosa. Segunda edición revisada. San Juan, Puerto Rico: Editorial La Torre del Viejo, 1995.

Zinsser, Judith P. “Feminist Biography: A Contradiction in Terms?”, en The Eighteenth Century, Vol. 50, No. 1, Pennsylvania, USA: University of Pennsylvania Press, 2010.




María Libertad Gómez Garriga: La Voz Femenina de la Asamblea Constituyente de Puerto Rico
Yolanda Martínez Viruet

María Libertad Gómez Garriga, es la mujer de mayor trascendencia en la vida política puertorriqueña del Siglo XX, pero,  inexplicablemente sus aportaciones son desconocidas. ¿Quién fue María Libertad Gómez?  ¿Cuáles fueron  sus aportaciones a nivel nacional?  ¿Qué hizo por su pueblo natal de Utuado? ¿Por qué no ha sido reconocida como merece en la historia oficial?  Trataré de contestar las primeras preguntas en este escrito, más la última, creo que tengo que concurrir con la Dra. Enríquez Seiders cuando dice que “la historia solamente contempla hechos de poder de hombres importantes”. 
 Contexto Histórico
En las postrimerías del Siglo 19,  Puerto Rico y especialmente Utuado, vivieron tiempos intensos debido a varios eventos importantes.  Entre éstos, se encuentra el gran auge del café,  en las últimas décadas y antes de la conquista norteamericana, los roles distintos de la sociedad cafetalera: el gran productor, el comerciante refaccionista, el pequeño agricultor y el trabajador.  Los conflictos de intereses entre ellos, pues se cobra una mayor conciencia entre criollos e inmigrantes. Según Fernando Picó en Amargo Café:
Las sedes municipales cafetaleras relumbran en los 1890.  Utuado tiene planta eléctrica propia y por la noche los contertulios pasean cogidos por el brazo entre los jardines iluminados de su plaza de recreo.  En 1894, le llega el título de ciudad y el juzgado de primera instancia.  Es entonces el segundo municipio en población en todo Puerto Rico, y aunque haya sido abrumadoramente rural, no deja por eso de ufanarse la Junta Municipal del papel que juegan sus administrados en la prosperidad del país.    Para 1898, se deterioran las relaciones entre Estados Unidos y España por cuestión de Cuba,  y viene el bloqueo norteamericano. No se consigue pan.  No se ve la perspectiva de vender a Europa el grano de la próxima cosecha, que para esta fecha se vendía muy bien en Hamburgo, Bremen, Le Havre y Southhampton.  La montaña ha entrado en crisis.  La invasión norteamericana pone de manifiesto la falta de solidaridad entre los comerciantes y hacendados peninsulares y sus homólogos criollos.
Dice  el historiador Francisco Scarano que lo más memorable de toda la campaña  y lo más intrigante del proceso de la invasión, fue el recibimiento que les dieron un gran número de personas a las tropas norteamericanas.  La invasión creó un ambiente favorable para la expresión de resentimientos antiespañoles de los criollos.  La guerra había producido temor, hambre, necesidad y una sensación de que España había abandonado la isla a su propia suerte.  La llegada de los norteamericanos prometía el alivio que ansiaban todos.   Los liberales puertorriqueños se imaginaban que los norteamericanos implantarían inmediatamente sus instituciones de gobierno y traerían una prosperidad casi instantánea.   El vacío de autoridad ocurrido  cuando las instituciones españolas de gobierno dejaron de funcionar sin que las norteamericanas ocuparan aún su lugar, permitió el surgimiento de las ¨partidas sediciosas¨.  Estas eran cuadrillas de hombres que se tiznaban la cara, por eso el nombre de ¨tiznados¨ y visitaban casas,  tiendas o almacenes de hacendados o comerciantes  peninsulares mayormente,  para saquear, quemar y destruir.  Una de las acciones típicas era quemar los libros de contabilidad del negocio asaltado, donde se apuntaban los nombres de las personas que le debían dinero y las cantidades.  En 1899, el huracán San Ciriaco liquidó la siembra de café y con esto la ruina de muchos agricultores.  Este es el contexto histórico en el que nace María Libertad Gómez Garriga. 
Origen de la familia Gómez de Utuado
El peninsular Bartolomé Gómez,  quien fue militar, maestro, síndico suplente,  síndico procurador y secretario del Ayuntamiento en Utuado, fue beneficiado en la repartición de tierras con 414 cuerdas de terreno en el Barrio Arenas.   Casado  con María Antonia Dávila, quien no pudo darle hijos, por lo que en 1832, mientras trabajaba como  Mayordomo de fábrica de la Parroquia de Utuado, concediendo admisión a censos,  compró la esclava Gregoria al párroco de la iglesia, don Calixto Vélez Borrero por 400 pesos.  (Fernando Picó).
.           Bartolomé y la esclava Gregoria tuvieron varias hijas; pero un solo varón, llamado Germán Gómez, quien fue el único heredero de Don Bartolomé.   Ramón Morel Campos historiador utuadeño del siglo XIX y autor del libro El Porvenir de Utuado señala que hacia el año 1882, aparece en la escena de los agricultores el nombre de don Germán Gómez, uno de los cultivadores de café y creador de la primera finca mixta con siembras de caña. Fue uno de los fundadores de familia en el barrio en el primer tercio del siglo y eligiendo entre las riquezas y la instrucción, puso más empeño en instruir a sus sucesores que dejarlos ricos e ignorantes.   Germán se casó con Monserrate Rivera, con quien tuvo doce hijos, entre ellos Francisco Esteban,  quien se casó con María Jesusa Garriga, natural de Adjuntas  y éstos fueron los padres de María Libertad Gómez Garriga.    
Según el genealogista Joel Bermúdez,  en  los archivos de la Iglesia Católica de Utuado, aparece registrado  el día 22 de marzo de 1889,  el bautizo de María Alejandrina Gómez Garriga, nacida el 2 de octubre de 1887,  hija legítima de Esteban Gómez y María Jesusa Garriga.   En el mismo folio, aparece que se bautizó a María Trinidad Gómez Garriga, nacida el 18 de julio 1888.  María Trinidad y María Libertad, son la misma persona.  Aunque hay diferencia en el  nombre,  debemos recordar que los bautizos por la Iglesia Católica, debían tener al menos un  nombre religioso. Por otro lado, el hecho de que fuera bautizada un 22 de marzo, (abolición de la esclavitud, 1873), puede haber tenido dos  significados para  Don Francisco Esteban. Primero, porque su padre  Germán y su abuela Gregoria nacieron esclavos; y que, segundo, como criollo liberal,  anhelaba la  libertad. 
Don Francisco Esteban era un reconocido agricultor así como un político de prestigio. Junto a su hermano Luis y como criollos liberales separatistas, inicialmente apoyaron las gestiones del ejército estadounidense en 1899, incluso recibieron a su entrada a Utuado al General Stone y sus tropas. 
Nuestra protagonista: María Libertad Gómez Garriga
La señorita María Libertad, se matriculó a los 18 años (1906) en la Escuela Normal de la Universidad de Puerto Rico, y dos años después se certificó como maestra de nivel elemental, enseñando español e inglés.  Trabajó en Utuado, cruzando charcas y riachuelos montada en su carreta de madera y paja, tirada por su “pony” Shetland que se llamaba Tribilín. (Aixa Merino Falú).
En una entrevista concedida al periódico “El Mundo” en 1956, recapitulando sobre su vida,  María Libertad cuenta que  trabajó como maestra  en la zona de San Juan, fungiendo entre otras cosas, como Maestra principal, enseñó un curso de contabilidad avanzado en inglés comercial postgraduado en el Washington School of Accounting y estudios libres de economía, psicología avanzada, filosofía y ley comercial.  Fue profesora  en la Academia Católica de San Juan, contadora de “Gilles and Woodward “ y empleada de la Comisión de Servicio Civil; En 1929 su envolvimiento cívico la llevó a crear junto a otras damas, un banco feminista que más tarde se conoció como Banco Financiero, Inc. María Libertad fue  fundadora, tesorera y contadora del Banco Progresivo Financiero, luego conocido como Banco de San Juan.   Esto ocurre mientras se desarrollaban las luchas sufragistas. En ese tiempo se hospedaba en la casa de su gran amiga María García de Lázaro, quien le brindaba hospedaje gratuito en la casa de Miramar (Censo 1930).
Fue también directora del curso comercial nocturno y maestra del curso vocacional de la Academia San Jorge, convirtiéndose luego en socia y profesora del Colegio Comercial Nocturno de la Academia Sagrado Corazón de Jesús en Santurce. Fue directora y secretaria del Banco Tabacalero de Utuado,  y de Cosecheros de Tabaco, Inc., Directora de la “Puerto Rico Tobacco Marketing Association” y “Puerto Rico Production Credit Association” (Agencia Federal). También fue Directora de la Sección Tabacalera de la Asociación de Agricultores de Puerto Rico  y Tesorera de la Unión Agraria de Utuado.   
Su vida política
Siguiendo las ideas políticas que en ella instó su padre, hace ingreso al Partido Liberal.   En 1932, durante la asamblea general del Partido Liberal, Ana Roqué, Ana López de Vélez, Ángela Negrón y María Libertad Gómez, fueron elegidas como presidenta  honoraria, miembro de honor, vocal por acumulación y vocal suplente por acumulación, respectivamente.   Según Aixa Merino Falú,  fue sin duda la experiencia de la lucha por el sufragio, por el bienestar de su pueblo Utuado y por la definición del status político de la isla, lo que guió a María Libertad en sus gestiones por alcanzar un mejor futuro para su país.   
Durante la década de 1930, María Libertad, había establecido residencia en el Callejón Las Marías del centro del pueblo.   En 1937,  el ala independentista del Partido Liberal,  liderada por Luis Muñoz Marín y de la cual María Libertad  era  parte, entró en conflicto con las posiciones moderadas de la colectividad por lo que Luis Muñoz Marín y sus seguidores fueron expulsados de dicho partido. Es ahí donde María Libertad se entrega a su labor como miembro fundadora del Partido Popular Democrático.   Con el triunfo de su partido en 1940, se convirtió en la primera mujer en ser elegida a la Cámara de Representantes por esa colectividad.  Representó al Distrito de #10 de Utuado. Presidió la Comisión de Instrucción y perteneció a las Comisiones de Hacienda y Agricultura. En 1943 durante el Primer Congreso Pro Independencia fue una de las firmantes de la Declaración Pro Independencia para Puerto Rico, junto a Felisa Rincón y Blanca Canales. Luego en 1945, cuando sus correligionarios la eligieron como Presidenta de la Cámara de Representantes, pasó a ser la primera mujer en la historia en presidir un organismo parlamentario.    Su función como Presidenta solamente duró desde el 11 de enero a 12 de febrero del mismo año, cuando se eligió al Dr. Francisco M. Susoni. (Actas de la Cámara de Representantes, Sesión Inaugural, 1945).  Fue elegida para presidir la Cámara durante este periodo de transición entre  las elecciones generales y la toma de posesión de los miembros de la Cámara para un nuevo cuatrienio. En las elecciones de 1948, volvió a ser reelegida Representante a la Cámara por el Distrito #10 de Utuado. 
De acuerdo con  Néstor Duprey, durante ese mismo año, para el 27 de mayo,  el Dr. Francisco M. Susoni, que era el Presidente de la Cámara renunció a la Presidencia y al escaño por acumulación utilizando como fundamento la aprobación de las “Leyes de la Mordaza”.  Ya para el 5 de junio de 1948, el gobernador Jesús T, Pinero, le escribe a Ernesto Ramos Antonini, como “Presidente en Funciones de la Cámara de Representantes”, notificándole que ha aceptado la renuncia del Dr. Susoni y de otros legisladores.  El 12 de julio de 1948, inicia una Sesión Extraordinaria convocada por Piñero.  Ese día, Ramos Antonini abre los trabajos como Presidente Interino.  Ante la vacante, antes de considerar la agenda de Piñero, los Representantes deciden elegir un presidente en propiedad.  Como resultado de ello, el representante Benjamín Ortiz nomina a Ernesto Ramos Antonini.  Cuando éste va a aceptar la nominación, le solicita a María Libertad Gómez que asuma la presidencia incidental para el consumir un turno en el “floor”.  Consumada la votación (26 votos a favor de Ernesto Ramos Antonini y 5 papeletas en blanco), María Libertad lo certifica como nuevo Presidente de la Cámara, designa una comisión para que lo escolte hasta el estrado presidencial y finalmente le entrega el mallete a Ramos (ver foto) expresando: “Entrego a vos este mallete por mandato de vuestros compañeros de la Cámara de Representantes y como una justicia al pueblo de Puerto Rico”. (Actas de la Cámara de Representantes, 1948).  

En 1951, cuando fue electa a la Convención Constituyente y en la Sesión Inaugural presidida por el Dr. Antonio Fernos Isern, el Sr. Negrón López nominó a María Libertad como Primera Vicepresidenta y cito: “Cumpliendo con un deber al expresar el reconocimiento que merece una vida de ejecutorias largas y fecundas, deseo hacer esa nominación; además, como un tributo a la valerosa, abnegada mujer puertorriqueña” (Diario de Sesiones, Asamblea Constituyente). María Libertad obtuvo una mayoría de 68 votos. También resultó electa Vice Presidenta de la Comisión de Redacción, Estilo y Enrolado.
En su discurso de aceptación, sentada entre  el Sr. Ramos Antonini y Don Luis Muñoz Marín, ella se expresó  como sigue: “Es un honor para mí, compartir con vosotros este histórico  momento de la vida de nuestro pueblo, honor que se enaltece por la representación directa o indirecta de la mujer puertorriqueña, alma de vuestros hogares y de miles de otros hogares puertorriqueños, cuya felicidad, seguridad, en sentido general, dependen en lo futuro, de la obra que se realice por esta Asamblea Constituyente” (Diario de Sesiones, Asamblea Constituyente, Sesión Inaugural). 
María Libertad continuó con su trabajo como legisladora y con la responsabilidad como la Primera Vice Presidenta de la Convención. Se celebraron 62 sesiones, entre septiembre 1951 y febrero 1952 antes de las enmiendas sugeridas por el Congreso.  Esta mujer presidió los trabajos parlamentarios en no menos de 27 ocasiones, de las que en nueve presidió de principio a fin y  las restantes las compartió con el Dr. Fernos Isern, También  logró la aprobación en el 1951, de su proyecto para establecer el fondo y la Junta de Retiro para maestros, entre otros proyectos.
Muchas de sus propuestas, junto a otros legisladores, se encuentran plasmadas en la constitución vigente del país. Ejemplo de ello fue la creación de un sistema escolar público, dirigido por un Comisionado de Instrucción nombrado por el Gobernador de Puerto Rico con el consejo y consentimiento del Senado.  Igualmente, el derecho de toda persona a la educación pública, laica y libre de prejuicios raciales y político partidistas; con un nivel elemental libre, gratuito y compulsorio, en el nivel secundario libre y gratuito, y en el nivel superior y técnico será accesible a todo el que tenga capacidad suficiente para beneficiarse de ella. (Proposiciones y Resoluciones de la Convención Constituyente de Puerto Rico, 1951-1952)
Dos proposiciones presentadas por María Libertad y el Sr. Agustín Burgos,  representante del PPD por Villalba y que considero de avanzada  son la de una legislatura única-cameral , que no fue aprobada a recomendación de Don Luis Muñoz Marín, ya que al presentarle el proyecto al Congreso de Estados Unidos para aprobación, debía parecerse lo más posible a su sistema de gobierno bi-cameral y la otra; presentada por ella, sobre la destitución de funcionarios y empleados públicos que fueren convictos por Tribunales judiciales o enjuiciados y hallados culpables administrativamente por delitos o conducta que implique depravación moral. 
Otras proposiciones importantes en las que ella participa son: en primer lugar, la que concede a la mujer puertorriqueña iguales derechos que al hombre en la vida pública y oficial de Puerto Rico, segundo, la constitución de distritos y, la tercera, el español como vehículo de enseñanza.
 Según el Dr. Hernández Paraliticci, historiador utuadeño, la campaña política del PPD para las elecciones de 1952, fue más compleja y problemática que las anteriores.  El predominio político de María Libertad Gómez en Utuado, empezó a declinar a pesar de su gran obra en beneficio de esta ciudad y su reconocido liderato a nivel estatal.  Se alega que hubo fricciones entre Doña María y Dolores (Lolo) Candelaria.  El primer ejecutivo utuadeño aspiraba al escaño de Doña María.
Doña María, sin embargo, gozaba de un sólido respaldo de las damas populares.  Éstas organizaron en 1952, un homenaje a la Representante en la residencia de Dona Eloísa Bernacet. El acto se convirtió en una Concentración de Mujeres Utuadeñas.  Doña María estuvo acompañada de Mary Otero, su fiel compañera de luchas, quien era natural de Morovis. 

Ese mismo año, el 24 de abril, una Delegación de Damas de Utuado y otros pueblos, visitó La Fortaleza, donde se llevó a cabo una sencilla ceremonia para hacer entrega a Doña Inés Mendoza de Muñoz, la pluma con que firmó la Constitución, la señorita  María Libertad Gómez, única mujer que formó parte de la Asamblea Constituyente. La pluma, según dijo Doña Inés, se donaría al Museo de la Universidad de Puerto Rico, para que “se perpetúe la memoria de María Libertad Gómez Garriga, representante de la mujer puertorriqueña en la Constituyente y una de las adalides en la brega por el mejoramiento cultural, político y económico de Puerto Rico”.  Actualmente la pluma se encuentra en la Fundación Luis Muñoz Marín en Trujillo Alto.
Para las elecciones de 1952, María Libertad no representaría a su adorado pueblo de Utuado, sino  que fue electa como Representante por Acumulación por el Distrito de Arecibo.  En 1953, fue electa Vice Presidenta de la Cámara de Representantes.  En una movida de la dirección del partido, fue postulada para un escaño en el Senado por el mismo distrito en 1956, donde resultó derrotada por Palmira Cabrera. (El Mundo, 1956).  Nuevamente el Partido le ofrece una posición como representante por acumulación, lo cual no quiso aceptar, renunciando no solo a su escaño sino a sus posiciones dentro del Partido Popular Democrático, incluyendo su membrecía dentro del  Comité Ejecutivo del Partido. 
Al aceptar su renuncia,  Don Luis Muñoz Marín, expresó lo siguiente: “Es lamentable que la legislatura se vea privada de los servicios de la representante Gómez Garriga, una de las fundadoras del Partido Popular y una de las mejores intérpretes de la ideología  y postulados de la colectividad a favor de la comunidad en general especialmente de las clases pobres y de los agricultores”.  (El Mundo, 1956).
Es necesario señalar, que entre María Libertad y Don Luis Muñoz Marín, siempre existió una excelente comunicación.  Se tenían mucha confianza, según consta en sus comunicaciones por escrito, y en particular  llama la atención, una carta que Don Luis envía al Presidente de la Asamblea Municipal de Utuado en 1944 donde dice “No tengo que decirle--pues debe ser evidente para todos--que a la representante compañera María Libertad Gómez, la considero entre la media docena de personas de mayor cultura y más honda sinceridad de propósitos en todo el liderato del Partido Popular Democrático a través de Puerto Rico”.
Tras una larga enfermedad que la mantuvo en cama durante más de un año,   María Libertad, falleció el 7 de julio de 1961. Su quehacer se tradujo en resultados fecundos, prestigiando el Movimiento sufragista, el Magisterio, la Cámara de Representantes, el mundo de las finanzas y los movimientos de justicia social.
 










REFERENCIAS:
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Actas de la Cámara de Representantes de Puerto Rico (1948, 20 de mayo) Decimosexta Asamblea Legislativa
Actas de la Cámara de Representantes de Puerto Rico (1948, 12 de julio) Decimosexta Asamblea Legislativa
Actas de la Cámara de Representantes de Puerto Rico (1948, 22 de julio) Decimosexta Asamblea Legislativa
Cámara de Representantes de Puerto Rico, (2000) Cámara de Representantes de Puerto Rico: Un Siglo de quehacer Legislativo. Editor: Antonio Quiñones Calderón, Impresos Emmanuelli, Inc. Aguas Buenas, Puerto Rico
Censo Decimotercero de los Estados Unidos, Población de Puerto Rico  (1910) Municipio de Utuado, Barrio Arenas, D.E. 268, hoja no.3 (Joel Bermúdez)
Censo Decimocuarto de los Estados Unidos, Población de Puerto Rico (1920) Municipio de Utuado, Barrio Arenas, D.E. 248, hoja no 12 (Joel Bermúdez)
Censo Decimoquinto de los Estados Unidos, Población de Puerto Rico (1930) Municipio de San Juan, Santurce, D.E. 830,  hoja  no 926 (Joel Bermúdez)
Diario de Sesiones de la Asamblea Constituyente de Puerto Rico, (1961) Tomos, I, II, III, IV, Por el Secretario de Estado para el Estado Libre Asociado de Puerto Rico, Equity Publishing Corp., Orford, New Hampshire
Duprey, Néstor “El espejo de la ruptura: Vida política del Dr. Francisco M. Susoni, 2009.
Enríquez Seiders, Sandra (2007, mayo) Editora, Conversando con María Libertad Gómez Garriga, (Historia Oral) Universidad de Puerto Rico en Utuado
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Fundación Luis Muñoz Marín, Archivo Luis Muñoz Marín, Sección IV,  Caja 161, Presidente del Senado, Cartapacio No. 240 
Fundación Luis Muñoz Marín, Archivo Luis Muñoz Marín, Sección IV, Serie 7- Utuado, Caja 161, Cartapacios Nos.  2585, 2586, 2587, 2588, 2589
Gómez Garriga, María L. (1945, septiembre) Informe Al Pueblo de Utuado
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Parroquia San Miguel, Utuado.  Bautismos, Folio 31 V, 22 marzo 1889. Por: Joel Bermúdez 
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             1898 – 1900.  p. 556

Soto López, Heriberto (fotos de María Libertad Gómez) Colección Privada



                                                        


María de las Mercedes Barbudo: primera mujer independentista puertorriqueña
Raquel Rosario Rivera, Ph. D.
Por muchos es sabido, que Puerto Rico,  desde principios del siglo XIX, tuvo una madurez política que había llevado a los puertorriqueños a expresar unos sentimientos nacionalistas. Cuando nuestro primer Diputado a Cortes, Ramón Power,  fue elegido para representar al pueblo puertorriqueño en  la Suprema Junta Central, en España,  recibió una carta del Cabildo de la Villa de San Germán donde le solicitaba que
“Primeramente debe protestar que esta Villa reconoce  y se sujeta a dicha Suprema Junta Central ahora y todo el tiempo que gobierne en nombre de nuestro muy amado Augusto y dignísimo Rey el Señor don Fernando VII y su Dinastía; pero si por disposición Divina (lo que Dios no permita) se destruyese ésta y perdiere la Península de España, quede independiente esta Isla y en libre arbitrio de elegir el mejor medio de conservación y subsistencia de sus habitantes   en Paz y  Religión Cristiana”

Esta expresión no surgía de la nada. Desde tiempos coloniales sabemos que San Germán, como partido o región, había tenido cierta libertad o movilidad para actuar libremente sobre asuntos políticos y económicos.  Pero este sentir nacionalista puertorriqueño va a  despertar tras los sucesos de Costa Firme, es decir Venezuela. Los emigrados comenzaron a llegar por el incremento de los sucesos anárquicos. La revolución para derrotar el gobierno realista había comenzado. Las revueltas para crear la Junta de Caracas en 1812, la Guerra a Muerte de1813 y las Campañas de Guerra de Boves fueron los primeros movimientos de una guerra larga y cruenta. Esto iniciara un éxodo masivo de españoles y venezolanos, principalmente,  que huyen de la guerra y vendrán a  la Isla por su estabilidad política y porque piensan que lo que pasará en Venezuela será algo transitorio por lo que podrán regresar.
            La Junta Central Suprema, en Cádiz, que gobernaría mientras no hubiese monarca español, tras la entrada de los franceses a la Península  envió a Puerto Rico un representante, don Ignacio de Cortabarría,  con bastante dinero para que ayudar a todos esos emigrados que llegaban  la Isla con muchas necesidades, y muchas veces solo con la ropa que llevaban puesta. Pero los separatistas puertorriqueños veían la llegada de Corta barría como  una nueva forma de Despotismo Colonial, disfrazado a través de la Junta Central Suprema. Así se lo hicieron saber cuando en la puerta de su casa apareció una notificación escrita a mano – como solían hacer los separatistas para no ser descubiertos- que decía que:
“Este pueblo, bastante dócil para obedecer las autoridades que tiene conocida, no sufrirá jamás que se saque de la Isla un solo americano para llevarlo en contra de sus hermanos caraqueños”[14]
           
Era la respuesta al apoyo del pueblo puertorriqueño a la libertad de nuestros hermanos venezolanos. Pero las opiniones del entonces gobernador Salvador Menéndez Bruna no detuvieron la participación de puertorriqueños en contra de los insurgentes venezolanos. Los puertorriqueños eran  llevados a pelear a Venezuela y eran colocados en primeras filas de la guerra.  Fue así como  los separatistas puertorriqueños notificaron mediante escritos anónimos la siguiente nota: 
“Puñeteros Españoles salgan al frente de los puertorriqueños o los Colombianos; San Juan Bautista “[15]

Pero la lucha contra los Insurgentes  en Venezuela tuvo frustradas y repetidas derrotas para los españoles. La partida del General Morillo; el golpe de Riego en las Cabezas de San Juan, cerca de Cádiz, cuando se opuso traer el ejército Español a Costa Firme;  la derrota de don Miguel de la Torre en Carabobo, entre otras, ya daban muestras que España no era la misma. Ya deshechos los ejércitos españoles demostraban a una España agonizante. Los reductos españoles en América comenzaban a perderse.
Luego de su derrota militar, por solicitud suya, don Miguel de la Torre  se convirtió en gobernador único de la Isla para 1821.  Sus luchas incesantes en Venezuela, contra los Insurgentes, le llevó a sentir un odio sobre todo aquel que se opusiera al gobierno realista de S.M. Procedió  evitar que la Isla fuera contagiada con las ideas revolucionarias. Tomó medidas al crear una red de espías que llegaba hasta la isla de Curazao. Y para evitar la influencia de los emigrados creó  una Junta que colaborara con él en la tarea de calificar todos aquellos extranjeros que llegaran a la Isla.   Así se evitaría, en gran medida, el contagio revolucionario, ya que la llegada de emigrados de Costa Firme era constante..[16]
            No sólo se le dio vigilancia extrema a los extranjeros, sino más aún, a toda aquella comunicación procedente de Costa Firme. Fue así como se interceptaron en San Thomas, una serie de cartas que venían procedentes de Venezuela.
            Tales cartas iban dirigidas a una dama de la capital, María de las Mercedes Barbudo. Esta dama era puertorriqueña, hija de un militar español, Domingo Tomás Barbudo y  de María Belén Coronado, una mulata puertorriqueña. Fue parte de una prole de tres hijos, María del Rosario y  José Barbudo. Estos niños fueron educados por maestros privados pues sabían escribir y leer con gran soltura. Su hermano José llegó a ser escribano  y maestro de letras en el pueblo de Añasco, profesión de mucha importancia.  María de las Mercedes habitó  en la Calle San José esquina San Sebastián. Ejerció como comerciante vendiendo mercería.  Estableció relaciones con muchos miembros de la Sociedad Económica de Amigos del País, con abogados, dentistas,  presbíteros. Toda gente muy culta y estudiosa de libros y periódicos de la época.
            Los agentes secretos procedieron a retener la correspondencia que había llegado de San Thomas, y entregársela directamente al gobernador quien procedió a hacer la investigación inmediatamente.
            Aunque se buscaba despistar en estos casos a las autoridades, fue inevitable que cayeran en sus manos esta correspondencia. Obviamente la relación directa de los rebeldes con la señora Barbudo era confirmada con la prueba de presentación de estas cartas de Rojas. Y no era de dudar que María de las Mercedes Barbudo pasara a ser una dirigente separatista de importancia en la Isla, ya que sus recomendaciones eran muy bien observada por los insurgentes de Costa Firme.
            Cuando se inició  la sospecha de las cartas procedentes de San Thomas, el gobernador de la Torre procedió a citarla pues  se decía -por avisos recibidos anteriormente en el gobierno-  que “esta mujer desde hace años, observa esta conducta. Mantiene en su casa tertulia de gentes nocivas, propalaba designios con cautela y disponía a los ánimos de la juventud inexperta. Su inmoralidad -decía el gobernador de la Torre- ha causado algunos estragos en familiares que no tuvieron  la opinión que hoy se les advierte y en todas sus conversaciones y asuntos privados y públicos respiran su odio terrible al gobierno paternal de S.M."[17]
            La señora Barbudo fue interrogada el día 22 de octubre de 1824. Bajo juramento realizado por el escribano Real Tomás Escalona, se le preguntó si reconocía las cartas y sus firmas. A lo que contestó que sí conocía el sujeto -refiriéndose a Rojas- con quien mantenía correspondencia, de quien algunas veces recibía papeles públicos, pero que no recordaba las fechas de las cartas. Que "el motivo de su correspondencia lo ha fundado en la continuación de la buena armonía, sin creer que en esto faltara a sus deberes" .[18]  Seguido de este corto interrogatorio, doña Mercedes no quiso contestar más preguntas. Inmediatamente se le acompañó a su casa para que entregara todo tipo de comunicación  que tuviera en su poder. Allí se encontraron cinco cartas escritas por don José María de Rojas,[19]  Administrador de Rentas de La Guaira, además de 12 números del periódico "El Observador Caraqueño", dos números del periódico "El Cometa", uno de "El Constitucional Caraqueño" y un número de "El Colombiano".
            Indiscutible era el hecho de que la Barbudo mantenía una comunicación directa con los rebeldes de Costa Firme, ya que los periódicos encontrados en su poder eran escritos por los Republicanos. En ellos, como era lógico, se promovía el derecho de la propiedad, la libertad, la igualdad y el derecho y libertad que tienen los pueblos para elegir sus gobiernos.
            También poseía una comunicación para que fuera distribuida a todos los puertorriqueños de la Isla, donde se promovía el levantamiento del dominio al cual estaban sometidos los puertorriqueños bajo la monarquía. A finales de esta proclama, de varias páginas, enardecía el patriotismo puertorriqueño con:
! Americanos puertorriqueños! Despertad de vuestra apatía antes de que España os deje redimidos a un puñado de tierra impotente, para que seáis eternamente esclavos de bárbaros cosacos o españoles poco menos bárbaros. Ya es tiempo de que hagamos, de que obtengamos lugar distinguido en el mundo, de que obremos como hombres sin necesidad de tutores y luchemos mucho contra los españoles intrusos y obstinados, en disponer lo ajeno. ! Viva la independencia!! Viva la libertad!!Viva la República de Colombia!

                  La decisión del destino de la Barbudo quedaba en manos de unos pocos en el gobierno. El gobernador De la Torre no perdió tiempo en hacer una consulta con el fiscal de la Isla don Francisco Marcos Santaella para que diera su opinión al respecto. Era de  esperarse la reacción en contra de las acciones anti-monárquicas de la puertorriqueña María de las Mercedes Barbudo;

"Si la Barbudo estima tan poco a su  país natal, y si quisiere fraternizarse con los disidentes desleales a nuestro Rey y Soberano, salga de aquí al momento, vaya a buscarlos al horrendo lugar en que moran, si no, proporciónese acogida donde tolere su residencia..."

Seguidamente añadía...

"Intimídesele y salga de la Isla en la Goleta titulada El Marinero que está próxima para dirigirse a la Habana, donde podrá tomar el rumbo que le sea posible y más análogo a sus designios detestables, con prohibición de volver a Puerto Rico, mientras no suministrare la más positiva sumisión perfecta al Rey...”[20]

                  La orden dada por el gobernador De la Torre, de manera arbitraria e irrevocable,  llevó a María de las Mercedes a ser trasladada el 23 de octubre de 1824 al Castillo de San Cristóbal, y que fuera ubicada con una de las familias del Castillo. Su vigilancia estuvo a cargo del Capitán comandante Don Pedro de Loyzaga quien la ubicó en la vivienda del ayudante mayor del cuerpo Real de Artillería Don Felipe Casardú.
            En ese mismo día María de las Mercedes Barbudo, hizo una petición directa al gobernador. En ésta, se justificaba las malas interpretaciones habidas con su persona y de no ser una persona perjudicial para la seguridad pública. Solicitó además que se le concediera cuarenta días pues," tiene varias cosas que arreglar, deudas que satisfacer y dinero que recoger, quando por otra parte su sexo, es acreedor de toda consideración "[21]  A tales ruegos el gobernador le dio contestación dos días más tarde diciéndole que el gobierno le facilitaba el placer de salir de la Puerto Rico, cuyo sistema no le acomoda, dejándola en libertad.
            El 28 de octubre del año de 1824, María de las Mercedes Barbudo abordaba la Goleta "El Marinero" de Pedro Llauger, capitán de la misma y quien llevaba un pliego sobre el asunto al gobernador de la Habana. El destino que le esperaba a María de las Mercedes Barbudo no sería muy halagüeño. Apenas pudo irse con la ropa que llevaba puesta, sin dinero y destinada a un país donde no conocía a nadie, ni tenía la más remota idea de cómo era.
            Nuestra ilustre historiadora  Loida Figueroa, a quien admiré muchísimo escribió, en su conocido libro de Historia de Puerto Rico, unos párrafos que fueron muy acertados  y concorde a la historia ya contada y escribió “El destino posterior de doña María se perdió para la historia”[22].
            Pero no se perdió, dedique años a seguirle la pista y hasta pensé que la habían lanzado a la mar. Pero no fue así. Posteriormente encontramos que había llegado a Cuba  y que allí, por recomendaciones del gobernador de la Torre al gobernador de Cuba don Francisco Dionisio Vives, ordenó su encierro a la Casa de las Recogidas. María la Mercedes tuvo un encierro de cinco meses. En abril de 1825 partió María de las Mercedes hacia San Thomas.  A su paso debió de haber visto de lejos su querida y entrañable Isla. Llegó el 1ro de mayo a San Thomas donde estuvo 22 días. Esperando por un barco que la llevara a Venezuela. 
            Allí tuvo la oportunidad el espía del gobernador de  La Torre -don José de Luque- de hablar con ella. Así se lo informó al gobernador
“Doña Concepción Barbudo se halla en esta Plaza proveniente de la Habana, le he invitado y obsequiado en este modo especial. El gobierno de la Habana la desterró perpetuamente de los dominios españoles; espera ocasión para salir para La Guaira. Esta con  reserva en sus expresiones, muy resentida, pero con la esperanza que no tarda mucho tiempo en volver a Puerto Rico” [23]

            Un comentario errado. Ella no fue desterrada pues pidió mediante carta al gobernador Vives que la dejara salir hacia San Thomas,  petición que le fue concedida.
             El 10 de abril de 1825 partía con destino a La Guaira Venezuela. Allí se encontró con sus amigos venezolanos y dominicanos que habían compartido con ella sus intereses políticos en Puerto Rico.  José María Rojas la recibió, y le recomendó partir hacia Caracas. Allí residió cerca de la Casa de los Bolívares. Con ayuda de sus amigos se envolvió en el comercio caraqueño. Se dedicó a la venta de mercería.[24] Mantuvo relación con sus amigos como lo fue el Lcdo. Pablo Arroyo Pichardo que llegó a la posición de Fiscal de la Corte del Distrito Superior,  el presbítero José María Bonilla y Francisco Pérez  estaban como curas en diversos pueblos cerca de Caracas, Esteban Molowny, su amigo de correspondencia, y enviado de Simón Bolívar a San Thomas que  llegó a ser cuñado de Simón Bolívar. También mantuvo contacto cercano con el Dr. José María Vargas  quien ejerció como dentista en Puerto Rico y posteriormente  llegó a jurar como presidente de la República de Venezuela el 9 de febrero de 1835.
            Mercedes Barbudo fue muy respetada en Venezuela. Aunque no pudimos dar con documentación sobre relaciones personales con Simón Bolívar, creemos que pudo haber estado en contado con la crema y nata de la Sociedad Caraqueña.  El 17 de febrero de 1840 fallecía María de las Mercedes Barbudo a la edad de setenta y seis anos. Murió soltera y sin sucesión alguna. Sus restos fueron enterrados en la Catedral de Caracas.  Gran honor para una ilustre mujer. En la Catedral de Caracas sólo eran enterrados  los miembros de las familias más poderosas de Caracas de entonces: los obispos de Caracas, el Tovar, los Bolívares, y los Blancos, los Arestiquetas y muchos más. Puerto Rico debe sentir con mucho orgullo que nuestra primera patriota María de las Mercedes Barbudo este enterrada en la Catedral de Caracas. Mujer abnegada al amor patrio. Nunca doblegó su amor por la tierra que tanto amó. Perdió su terruño para siempre pero nunca perdió su amor por él. Su lucha sirvió para demostrar que esa llama de amor patrio no debería apagarse nunca como no se apagado la esperanza de verla algún día libre.















Primer documental




















Los hechos desconocidos: Las mujeres en las profesiones de salud en Puerto Rico 1898-1930


Yamila Azize Vargas, Ph.D
Documental que presenta un recuento histórico de la participación y luchas de las mujeres en las profesiones de salud en Puerto Rico desde fines de siglo hasta la década de los años treinta. Enfoca en particular las aportaciones hechas por comadronas, monjas, enfermeras y médicas. El título, “Los hechos desconocidos”, lo toma del libro del mismo nombre, escrito por la enfermera Rosa González, quien se destacó como líder de enfermería y sufragista en el Puerto Rico de los años treinta. El vídeo tiene entrevistas a enfermeras, médicas, farmacéuticas, además de otras fuentes documentales de la época. La investigación histórica que apoya el vídeo, fue publicada en el Puerto Rico Health Sciences Journal, (Vol. 9, Núm. 1, Abril 1990) con mismo título del vídeo.
Dirección: Emilio Rodríguez
Investigación histórica: Yamila Azize, Luis Alberto Avilés















Mujeres en la música, religión y educación











Victoria Hernández Marín: una mujer con voz propia dentro de la historiografía de la música puertorriqueña[25]

José R. Troche Reyes
Candidato MA. Estudios Puertorriqueños y del Caribe
Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe
San Juan, Puerto Rico

Resumen

     En la ponencia se discuten algunos de los hallazgos y aspectos metodológicos en el trabajo de investigación para mi tesis de maestría y la cual tiene como sujeto de estudio a doña Victoria Hernández Marín. En el escrito sobresalen los aspectos empresariales de Victoria que la vinculan con el mundo de la música en la ciudad de Nueva York, principalmente como influencia en otros músicos, como dueña de negocios y como manejadora del Grupo Victoria. 
     En Puerto Rico es muy difícil encontrar alguna persona que no tenga la noción de quién fue el compositor Rafael Hernández. Sin embargo es muy poco probable, según mi experiencia, que ese mismo puertorriqueño sepa que sin una Victoria Hernández, el éxito de Rafael Hernández hubiese sido muy diferente, tal vez hasta no hubiese cosechado sus mas grandes éxitos.  La historia de Victoria Hernández brilla con luz propia, habiéndose destacado en distintas facetas dentro del ámbito musical. Como empresaria; abriendo varias tiendas de discos y como relacionista de músicos; como manejadora del Grupo Victoria y como maestra de música.  Influyó grandemente en la carrera musical de su hermano Rafael, pero también en músicos de la talla de Tito Puente y Myrta Silva.    Tratando de encontrar un tema dentro de la economía y comercialización de la música puertorriqueña durante el siglo veinte, me percaté de que han sido muy poco estudiadas personas, que mayormente estuvieron tras bastidores dentro de la industria musical, y que a su vez, tuvieron un impacto mayor en las maneras en que llegaron esos materiales a los hogares de nuestros padres y abuelos, y los cuales en muchas ocasiones llamamos clásicos de la música popular. 
     Victoria Hernández fue pionera en esas primeras etapas dentro de la comercialización de la música puertorriqueña fuera de la Isla.  A la misma vez una persona compleja para investigar, ya que vivió en distintos lugares, tanto en Puerto Rico, como en Nueva York.  A pesar de eso, existen fuentes de primera mano que me han ayudado a trazar aspectos importantes de Victoria.  Mediante la utilización de la historia oral, o sea mediante el testimonio obtenido de entrevistas hechas, tanto a Victoria Hernández, como a personas que la conocieron, fue posible establecer una mayor importancia al trabajo de esta mujer, quien ha sido relegada usualmente de nuestra historiografía de la música.  Era hermana menor del compositor Rafael Hernández, y la cual también siguió sus pasos de establecerse en la ciudad de Nueva York.  A esta ciudad llega en el año 1919, junto con su madre y abuela entre esas primeras olas migratorias de puertorriqueñ@s que emigraban buscando mejores oportunidades de trabajo y condiciones de vida.  Relata que al llegar a esa urbe, las condiciones de vida eran muy precarias.  El primer lugar donde se instalaron no tenía nevera y al igual que otros inmigrantes, tenían que usar las duchas comunales y encender periódicos para obtener calefacción.  A pesar de los retos brindaba un lugar completamente extraño y en el cual la comunidad puertorriqueña todavía no se había convertido en un enclave, Victoria se abrió puertas.    Una de sus ambiciones era crear una casa disquera grande y junto a su hermano (el cual obtuvo un dinero por indemnización causada por un accidente), formaron el sello Hispano, al cual se le atribuye ser el primer sello puertorriqueño fuera de la Isla que grabó músicos puertorriqueños.  Sin embargo, las ganancias generadas por la venta de discos (los cuales se vendían a .75$ a personas en Puerto Rico y Curazao) se perdieron en la caída de la bolsa de valores de 1929.[26] Bajo ese sello disquero se grabo el éxito de Rafael Hernández “Pura Flama”.  Son muy pocos los discos de sello Hispano que pueden encontrarse, y la mayoría son propiedad de coleccionistas privados.  Una de mis prioridades de mi investigación es indagar más sobre este sello y sus grabaciones para tratar de encontrar alguna composición de Victoria Hernández, aunque ha sido limitada por la corta duración del sello y sus pocas grabaciones. 
     Gracias a que tenía muy buena fama de bordadora y generaba ingresos arreglando trajes para novias, sombreros y otros artículos, en la década de los treinta, abrió los Almacenes Hernández, en el 1735 de la Avenida Madison.  Hernández expone que con la llegada de casas disqueras grandes, la competencia entre los vendedores de discos se había acrecentado, por eso ella decidió por diversificarse y vendía además de discos, instrumentos musicales, cuerdas para guitarra y otros artículos relacionados a la música. Entre los clientes que iban a la tienda se encontraban músicos como Xavier Cugat y Heriberto Torres.  Esta tienda, al igual que otras tiendas de música en la época, servía de punto de encuentro y de facilitadores para aquellos músicos que llegaban buscando oportunidades para ganarse la vida.  Hernández también ofrecía en su tienda artículos variados como abrigos y sombreros.  Esta diversificación no tan solo la llevaba a cabo Victoria en la manera en que llevaba los negocios, sino en su manera de generar ingresos. 
     Además de tener su tienda, Victoria Hernández fue maestra de piano.  Entre sus alumnos más destacados se encuentran los músicos José Esteves (Joe Loco) y Tito Puente. Tito Puente recordaba que Victoria Hernández o “Señora Victoria”, quien fue su primera maestra de piano, le hablaba sobre las maravillas de Puerto Rico.  Era una maestra amante de la disciplina y le golpeaba los dedos con una pequeña batuta para obtener mejores resultados.  Según el biógrafo de Puente, Victoria Hernández fue una influencia fuerte y positiva para el músico.[27] La actividad como maestra de música la llevo prácticamente toda su vida de adulta, al punto tal que, a pesar de haber pasado por el proceso de dos extirpaciones de seno, siguió dando clases.[28]
     Otra faceta en la cual Victoria Hernández se destacó fue como manejadora del Cuarteto Victoria.  Este grupo fundado por Rafael Hernández, y cuyo nombre es uno de los primeros reconocimientos que tiene su hermana menor, viajó en los Estados Unidos y países de Latinoamérica, llevando las canciones populares del compositor y sus músicos destacados.  Pero según nos relatan las fuentes entrevistadas, Victoria se encargaba de restringirles el acceso a bebidas y de que los músicos pudieran llegar a sus presentaciones.  También se encargaba de que los músicos llegaran con un atuendo adecuado, preferiblemente de corte elegante, cuando en la época era común que se vistieran con camisas con lentejuelas.  Ella recuerda a los músicos de la época como amantes de la vida bohemia, aludiendo a la bebida, el juego y los romances.  Una de las anécdotas que sobresalen como manejadora del grupo es que bajo su tutela, era la única manera que los padres de Myrta Silva la dejarían viajar al extranjero con un grupo compuesto de varones.  Luego de estos viajes con el Cuarteto Victoria, la carrera de Myrta Silva repuntó a nuevos niveles en otros países de Latinoamérica.  Luego de terminar con el Grupo Victoria y tener intentos infructuosos de lograr establecer negocios en Méjico, Victoria regresa a Nueva York donde abre su nueva aventura empresarial, Casa Hernández.
     Casa Hernández fundada en el 1942, en un edificio construido en 1905,  es la tienda de discos más antigua de la ciudad de Nueva York.  Este edificio esta anotado en el registro de lugares históricos de los Estados Unidos.  También es el primer lugar puertorriqueño fuera de la Isla en obtener dicho reconocimiento.  Esta tienda de discos también se caracterizaba por vender artículos variados como trajes.  En el año 1965, luego de la muerte de Rafael, Victoria pierde el afán por los negocios y se dedicó a brindar clases a niños, a recobrar antiguas deudas y a viajar por distintas partes del mundo donde llevaba los discos de su hermano.  Victoria murió el 13 de abril de 1998 a los 101 años de edad.
     Como expone Elena Martínez, una de las personas que han estudiado la vida de Victoria Hernández, Victoria fue pionera entre las mujeres empresarias y jugó un rol vital para el desarrollo de la escena musical latina.  Tanto con la apertura de los Almacenes Hernández en el Barrio, como la de Casa Hernández en el Bronx, se encontraba a la vanguardia de esa población puertorriqueña que migraba y se instalaba en el Bronx y que su momento de más auge fueron las décadas de la segunda Guerra Mundial[29].  Rafael Hernández, quien consideró ese lugar del 786 en la Avenida Prospect en el Bronx como su hogar cuando se encontraba en Nueva York, caracterizó a su hermana en una de sus cartas como su amiga, confidente y protectora.






Referencias:

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Martínez, Elena. «Victoria Hernández.» Latinas in the United States: a historical encyclopedia. Ed. Vicky Ruíz and Virginia Sáchez Korrol. Vol. 1. Indianapolis: Indiana University Press, 2006. 322-323.
—. «Victoria Hernández.» Centro: Center for Puerto Rican Studies at Hunter College, the city university of New York. <http://centropr.hunter.cuny.edu/voices/musica/victoria-hern%C3%A1ndez>.


















Fe, valor y sacrificio: las Siervas de María Ministras de los Enfermos precursoras de la hospitalidad domiciliaria en Puerto Rico: 1887-1921.
Gerardo Alberto Hernández Aponte, Ph.D

Resumen
Esta ponencia es un pequeño extracto de algunos de los temas tratado en mi libro: La salud y la labor social: ministerio de las Siervas de María Ministras de los Enfermos en Puerto Rico (1887-1921). Este se encuentra en prensa por la editorial del Instituto de Cultura Puertorriqueña y cuenta con un prólogo de la historiadora Norma Valle Ferrer.  El presente trabajo aborda la fundación de la congregación de las Siervas de María Ministras de los Enfermos y su función social en Puerto Rico dentro del contexto histórico social y de salubridad.  Además, expone las razones para su llegada a la Isla y en que consistió su labor  Finalmente se demuestra la gran capacidad de liderazgo y de servicio de estas religiosas, quienes enfrentaron valientemente las adversidades sociopolíticas puertorriqueñas.







Rhoda Kellogg y su universo de símbolos universales

Yolanda Molina Serrano, PhD

 

“ Los adultos interfieren en el desarrollo biológico de las habilidades motoras, visuales, mentales y artísticas cuando tratan de influenciar el trabajo de los primeros años infantiles” Rhoda Kellogg

            Existe un diccionario pictórico, de trazos evolutivos, que se remonta al pasado lejano de la humanidad cuando todos los seres humanos, independientes de su género, dibujaban lo mismo, los mismos trazos, los mismos símbolos, unidades simples y no muy rebuscadas de la interpretación de la vida y los misterios del Universo. Son trazos que emergen de un centro común para expandirse en radios de universalidad y tocar nuestros días, nuestra realidad de mundo dentro del contexto de lo que es moderno, estético y aceptado por el status quo. Este diccionario pictórico fue recopilado de las manos sencillas de la niñez cuando el ser humano está en una maravillosa y única etapa de creación espontánea, cuando no se preocupa por el qué dirán, ni por sobrepasar a otros con sus habilidades, o impresionar a nadie con sus destrezas emergentes, o tampoco cuestionarse con paradigmas existenciales el porqué dibuja como dibuja y cuál es el motivo profundo de sus grafías garabateadas en cualquier superficie plana que sirva de medio de expresión.

            Para encontrar congruencias y patrones universales en trazos garabateados por una niña de tres a cinco años, hay que tener buenos ojos o inspiración sobrenatural que trascienda el simple comentario de que “se parece a algo que he visto anteriormente”, u opinar cándidamente “qué lindo ese dibujo que has hecho” y premiar al niño con una exhibición temporera en la puerta de la nevera, sujetando la obra con imanes y dejándola allí para que todos vean lo que “la nena hizo”  hasta que ya oreada por el tiempo termina en una gaveta o en el zafacón sin tan siquiera imaginarse que ese simple dibujo o garabato era un mensaje codificado del origen de la humanidad.

            Cuando presento este tema en conferencias muchos de los presentes señalan que si hubiesen sabido lo importante que son los dibujos infantiles, los hubieran atesorado para repasarlos en el transcurso de la vida y tristemente reflexionan cómo algo tan sencillo y hasta “burdo”, pueda tener una significancia impresionante en el desarrollo de las habilidades cognitivas, o ¿acaso a alguien le ha importado este tema más allá de una mera presentación? ¿Quién se atrevería a trazar una ruta coherente a partir de trazos incoherentes?  Por suerte en cada generación encontramos seres especiales que trascienden dejando un legado pasmoso de sus habilidades de recopilación, este fue el caso de Rhoda Kellogg, una mujer que vio un universo en la universalidad de los trazos infantiles y lo presenta en el mayor trabajo de su vida, un diccionario pictórico de símbolos universales trazados indistintamente por la niñez del planeta. Sin embargo, indagar sobre Rhoda Kellogg, en las fuentes bibliográficas es árido y un tanto engorroso, pues de ella hay mucho de lo que hizo y prácticamente nada de lo que fue. La vida de Rhoda se arma a partir de sus meticulosos trabajos en el campo de la enseñanza y la psicología cognitiva, pero sorprende que esta mujer tuvo un origen de lucha feminista que tal vez la impulsó en ver y expresar que todos somos iguales, pertenecemos a un pasado común y debemos tener los mismos deberes y derechos.

            Rhoda Kellogg ha sido aclamada en el campo de la psicología y la educación por sus trabajos sobre arte infantil. Sus libros sobre desarrollo pictórico se han vendido por millares, es considerada una eminencia en el campo de los dibujos infantiles, y nadie cuestiona su autoridad en este campo porque nadie hasta el momento, se ha atrevido a hacer lo que ella hizo en los años 60 cuando no habían computadoras, recopilar alrededor de dos millones de dibujos infantiles, analizar cada uno de ellos, y escoger siete mil dibujos que pudieran ser representativos de su idea de universalidad en un posible universo de símbolos.  Hay que analizar esta idea de la universalidad plasmada en las obras de Kellogg y los albores de la misma en su vida y obra. Penosamente no hay mucho sobre su persona o su biografía, sino una mención de ella por Katherine H. Adams y Michael L. Keene en su libro After the vote was won: the later achievements of fifteen suffragists.

            La información disponible sobre la vida de Rhodha Kellogg es exigua. Sólo se sabe que nace en Minneapolis en el 1898, en el seno de una familia prominente pero conservadora y que entra en la Universidad de Minnesota en 1916, con la idea de prepararse como maestra de escuela elemental, que para entonces sólo se necesitaba dos años de estudios, y luego dejar su carrera para casarse y tener una familia. Según Adams y Keene, Kellogg es en la Universidad de Minnesota, cuando se afilia al Club de la Igualdad del Sufragio, movimiento que luego preside y le da la capacidad de examinar el status quo o cómo la erradicación y posterior libertad de  tradiciones injustas deben ser  luchadas utilizando la fuerza.  Para Kellogg, lejos estaba de imaginar que su idea sobre el sufragio femenino diera un giro completo a sus planes personales, llevándola a experimentar un sentido de independencia y creatividad que no sólo moldea su carrera, sino que en el 1919 termine sentenciada a pasar 24 horas de cárcel por apoyar la votación de los prisioneros y posteriormente a cinco días en la cárcel del Distrito por participar en una demostración de hoguera sobre el sufragio universal, acto que recibe con estoicismo y la mueve a una huelga de hambre con otras compañeras para anunciar lo grave de negar a la mujer sus derechos básicos.[30]

            Aunque no alcanza muchos progresos en su lucha por el sufragio universal femenino, esta idea de buscar la igualdad la lleva a concentrarse por entero a su carrera de educadora. Partiendo de las ideas de Henrich Froebel un educador de origen alemán, que postulaba que la concepción de las ideas básicas sobre la libertad y el sentido ciudadano en el ser humano, emergen de actividades estructuradas y cuidadosamente diseñadas durante la niñez temprana. Este planteamiento lo lleva a conceptualizar la idea del Kindergarten, o Jardín de Infantes, proceso educativo significativo que debe ser administrado a la niñez sin importar su nacionalidad o creencias religiosas. [31] Esta base filosófica de la universalidad de la educación y la vida equitativita de la niñez temprana, la estimula a perfeccionar su carrera como educadora, observadora, defensora de la importancia de la familia, investigadora del proceso de la escritura y el desarrollo artístico de la niñez, conceptos que despiertan en Kellogg la idea de encontrar aquellos símbolos representativos de las concepciones gráficas y universales del ser humano

            La importancia de esta mujer para la Humanidad lo fue y es, la recopilación de miles de dibujos que presentan un análisis meticuloso sobre la idea del pasado común de los seres humanos evidenciado en sus dibujos. Kellogg (1979) compiló miles de dibujos infantiles de diferentes países del mundo, clasificándolos y ordenándolos según sus características.  Fue innovadora al señalar que independientemente de su país de origen, todos los niños siguen la misma evolución gráfica en su simbolización pictórica, cuando sus dibujos son analizados desde una perspectiva normativa del desarrollo o secuencia de etapas, apareciendo primero el garabato desordenado,[32], desarrollándose en el garabato ordenado[33] y con nombre.[34] hasta el punto de expresión máxima la elaboración de la figura humana y de animales, proceso puede durar hasta cinco años dependiendo de la madurez, habilidad y la práctica del dibujo, según se aprecia en la Figura 1.
  
Figura 1. Dibujos de infantes de 22 a 28 meses presentando una secuencia normativa del garabato hasta las figuras humanas de acuerdo a Kellogg (Kellogg 1979;  y luego reproducido por Garces-Blancart, 2008)

También desubrió que en el arte infantil se encuentra el dibujo de un círculo con radiales, pétalos o simplemente triángulos que emergen  y que se interpreta como la representación del disco solar, y al que Rhoda Kellogg llama “mancala”.[35] El icono del disco solar o mancala es común a las manifestaciones pictóricas de la niñez temprana. Según Kellogg si le preguntamos a un niño qué está dibujando, creyendo nosotros que está dibujando el sol, tal vez nos llevemos una sorpresa, porque posiblemente el niño esté tratando de reproducir un retrato de su mamá o papá, o es la forma incipiente que tiene para reproducir los dedos de las manos, todo depende del contexto y la explicación que el niño le atribuya (Molina Serrano, 1996), demostrada en la Figura 2.
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Figura 2. Representaciones infantiles del círculo con pétalos
            En la Figura 3 se aprecia la aportación pictórica más importante que Rhoda Kellogg, mujer defensora del sufragio universal y estudiosa de la niñez temprana, le hiciera a la Humanidad, la taxonomía pictórica de dibujos infantiles que representar la secuencia evolutiva del desarrollo pictórico infantil, un mancala que ilustra su universo de símbolos universales.                                                                                              
Figura 7. Taxonomía del desarrollo pictórico de niños de edad preescolar (Kellogg, 1979).


Referencias:

Adams Katherine, H. y Keene Michael L. (2010) After the vote was won: the later    achievements of fifteen suffragists, document de referencia recuperado en:             http://books.google.com.pr/books?id=oyaxYvSG6gAC&printsec=frontcover&so            urce=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=false por.,.

           
Garcés Blancart, Manuel (2008) Apuntes de la clase: Las etapas del dibujo de los             niños y el garabato. Recuperado en http://apuntesdeclase-          elgarabato.blogspot.com/2008/12/las-etapas-evolutivas-del-dibujo-del.html

Kellogg, R. (1979). Análisis de la expresión plástica preescolar. Madrid: España.             Editorial Cincel, S.A.
Molina Serrano, Y. (1996).  El desarrollo de la expresión pictórica y creativa en los años            preescolares implicaciones para la escuela elemental. UPR Río Piedras:  Tesina            de Maestría sin publicar.

 

           













Expresiones femeninas más allá de las fronteras  





La huella política de las mujeres en la emigración dominicana a
Puerto Rico, 1930-1961
Myrna Herrera Mora, Ph.D
¿Por qué investigar, por qué escribir sobre la República Dominicana y la emigración femenina a Puerto Rico? Es una de las preguntas que me han hecho y tiene una respuesta. Durante mis estudios en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico tomé un curso con la Dra. Silvestrini sobre la historia de las mujeres en el Caribe, uno de los requisitos era hacer una investigación sobre el protagonismo de éstas en cualquiera de los países de la región. Desde la década del setenta voy con frecuencia a la República Dominicana y visito diferentes lugares ajenos a las zonas turísticas. Ahí he observado la cantidad de mujeres que se desempeñan como líderes de las comunidades, trabajando con tesón y desenvolviéndose con gran maestría. Ante la oportunidad de hacer una investigación histórica inmediatamente decidí indagar sobre un asunto que me llamaba la atención por mucho tiempo, el de la emigración de las mujeres dominicanas a Puerto Rico y su impacto económico. A través del análisis  a los estudios publicados, de los periódicos y de las entrevistas que realicé en varios lugares de residencia y trabajo de las dominicanas en la isla descubrí que las mujeres lideraban la masa trabajadora y el envío de remesas a la República Dominicana.  Incluso también confirmé que ellas reciben la peor parte de las consecuencias de la emigración como es el rechazo y el hostigamiento entre sus compañeros de viaje y sus jefes/as y/o patrones/as en Puerto Rico. A propósito, tan reciente como el mes de febrero la prensa informó sobre el naufragio de una yola en aguas de la RD con más de setenta pasajeros y calcularon más de cincuenta ahogados/as.  El reportaje reveló el detonante del naufragio: Se considera que fue provocado por una pelea que se desató en la yola por las intenciones del capitán de lanzar al agua a una mujer que estaba vomitando y que tenía el periodo menstrual. [36] Esta noticia es otra evidencia adicional del discrimen por género que persiste en los viajes migratorios y que también se mantiene en gran parte de la historiografía contemporánea con la invisibilidad del protagonismo de las mujeres.
Desde mi primer ensayo sobre la emigración de las mujeres dominicanas a Puerto Rico observé que todos los estudios realizados tomaban como punto de referencia la década del sesenta del siglo XX, sin analizar, a veces sin mencionar, la emigración dominicana a Puerto Rico antes de la caída del dictador Leonidas Trujillo en 1961.[37] Esa emigración, ese exilio político y la relación de Puerto Rico y la República Dominicana en este período de treintaiún años de la dictadura trujillista apenas habían sido analizados. Incluso, desde el comienzo del gobierno de Trujillo en 1930 hasta su caída en 1961 hubo muchas mujeres que combatieron el régimen que sus acciones la historiografía había mantenido en el anonimato por ésta concentrarse en el quehacer masculino.[38] Esta tendencia androcentrista destacó la labor masculina e ignoró a las mujeres y su rol antitrujillista. Hasta décadas recientes sólo se mencionaba una que otra acción femenina sin realzar su importancia. Aún más, hasta la valentía y el martirio de las hermanas Mirabal que ha sido incorporado como un icono de las Naciones Unidas en la campaña contra el maltrato a la mujer en ocasiones algunas fuentes sólo lo utilizaban para señalar la belleza de éstas y el rechazo de Minerva a los acercamientos de Trujillo. Obviando que ellas son modelos de la resistencia y la lucha política de las mujeres en contra de la dictadura. Mi labor como historiadora fue escudriñar estas fuentes, revisar los documentos y periódicos de la época y entrevistar algunos/as protagonistas para demostrar que algunas mujeres en la República Dominicana desafiaron y combatieron el régimen desde sus orígenes, varias tuvieron que asumir el exilio viajando a diferentes lugares incluso a Puerto Rico y también contribuyeron significativamente a la lucha antitrujillista desde el exterior.
Trasfondo
Al igual que en la mayor parte de los países americanos en las primeras décadas del siglo XX en la República Dominicana hubo diversas expresiones de la lucha del sector femenino por la equidad en la educación y el derecho al sufragio. Por lo tanto, es importante señalar que durante la dictadura hubo una aparente acogida a las corrientes emancipadoras y que Trujillo apoyó las organizaciones feministas y algunos de sus inminentes reclamos, hasta concederles el derecho al voto en 1942. Así se expresaba tan insigne estadista:
Yo simpatizo con ese movimiento de justicia social a favor de la mujer. Creo que puede irse considerando la necesidad de otorgarle derecho de ciudadanía... Nuestras mujeres, en las luchas del municipio y en los negocios del Estado, pondrán al servicio del pueblo ideas y sentimientos de conservación social que ahora no aportan; pero que aportarían cuando tuvieran personalidad política y civil.[39]
Aunque gran parte de las líderes feministas fueron seducidas o intimidadas por Trujillo, hubo mujeres que inmediatamente descubrieron las intenciones manipuladoras del dictador y se manifestaron en su contra desde los inicios del régimen. Otras se fueron desencantando con el trujillato a medida que recrudecieron sus tácticas despóticas.[40] En la muestra de las primeras acciones de las mujeres contra Trujillo encontramos las figuras de dos profesionales, Evangelina Rodríguez, médica, y Ercilia Pepín, educadora. Ambas eran sufragistas y de manera muy particular denunciaron las intenciones del dictador desde su ascenso.  Más tarde, en la década del cuarenta se manifestó la intervención de las mujeres en los eventos del “período de tolerancia a la oposición” que propuso el dictador en 1946 y las acciones de las jóvenes antitrujillistas en la organización de  Juventud Democrática. Estas jóvenes, principalmente estudiantes y de clase media, realizaron un sinnúmero de actividades políticas que desafiaron la dictadura. Dos de las jóvenes de mayor militancia fueron Carmen Natalia Martínez y Josefina Padilla. Los artículos del periódico Juventud Democrática, los discursos en la tribuna y las estrategias para conspirar evidencian su valentía. Sin embargo, como desde su llegada al poder en 1930, nuevamente en la década del cuarenta Trujillo logró reprimir las manifestaciones en su contra, aprovechando los inicios de la Guerra Fría y el llamado de Estados Unidos a los países latinoamericanos  para formar alianzas en contra del comunismo. A partir de 1947, con la acusación de que sus detractores eran comunistas Trujillo decidió eliminarlos a toda costa. La represión trujillista conmovió y desarticuló la disidencia. Las jóvenes que se atrevieron a realizar campaña contra el dictador fueron desacreditadas, perseguidas, hostigadas y encarceladas. Algunas se vieron obligadas a abandonar el país llevando en sus pasaportes el sello de comunistas, entre ellas Maricusa Ornes Coiscou y Carmen Natalia Martínez Bonilla que más tarde se exiliaron en Puerto Rico.
Exilio, alternativa a la persecución política
El exilio es una emigración forzosa con un sinnúmero de implicaciones políticas, económicas y culturales para sus protagonistas y allegados/as.  Éste puede manifestarse de maneras muy variadas, entre ellas el destierro, un castigo donde se expulsa de su país a una persona por razones políticas o ideológicas. Su práctica es muy antigua; ya se realizaba mediante el denominado ostracismo en las ciudades griegas desde los siglos VI al III a. C.  Muchos disidentes políticos de los regímenes contemporáneos dictatoriales, se han visto forzados al exilio para asegurar su supervivencia. Son de conocimiento público los ejemplos de hombres y mujeres que, por sus ideas políticas, se han trasladado de un país a otro clandestinamente o refugiándose en las embajadas o consulados de otros países. De manera que el  exilio o destierro continúa siendo una acción  política que afecta al mundo, especialmente dentro de la región caribeña. En los países que les acogen, estos hombres y mujeres son conocidos también como refugiados políticos; una condición legal que favorece a los así asignados. Un caso frecuente que se registra en Puerto Rico es el arribo de inmigrantes cubanas/os que desean llegar a territorio estadounidense para solicitar asilo político.[41]
El asilo político es una acción regulada internacionalmente. Este se traduce en un amparo que proveen las embajadas o consulados en diferentes países, en su función de instituciones diplomáticas. En ellas se alberga y protege a los/as disidentes que temen por sus vidas. Es una manera de fomentar la tolerancia política y los derechos humanos.  El asilo permite, en la mayoría de los casos, que una persona en peligro pueda salir de forma segura del país. La embajada o consulado puede mantener a los refugiados en sus sedes por  días o meses mientras exista un riesgo inminente para la vida del refugiado/a. 
El asilo político se practicaba desde el siglo XIX, pero las naciones americanas definieron su cobertura jurídica en dos convenciones internacionales celebradas en La Habana (1928) y en Montevideo (1933). En la República Dominicana, para muchos/as disidentes las embajadas fueron el puente para salir con vida durante la dictadura.  Ello  repercutió en las relaciones diplomáticas de Trujillo con los países representados en la República Dominicana, debido a que con algunos/as disidentes, el dictador se negó a reconocerles este derecho, alegando que no existían motivos que  sostuvieran las peticiones, obviando o ridiculizando la evidencia que presentaban las embajadas que sostenían lo contrario.[42] Los acontecimientos ocurridos durante los primeros meses de 1930 en la República Dominicana como el golpe de estado, el fraude electoral y la muerte de algunos/as opositores fueron el punto de partida del exilio dominicano, pues motivaron  la salida abrupta de varios enemigos del nuevo régimen trujillista.
Perfil de las exiliadas
El perfil de las emigrantes dominicanas que junto a sus familiares solicitaron asilo político durante este periodo permite establecer una serie de características que definieron a las antitrujillistas exiladas en Puerto Rico. Una es que  casi todas estas mujeres pertenecían a familias prominentes de la sociedad dominicana que fueron desplazadas por Trujillo. Eran de clase media, muchas muy educadas y acostumbradas a privilegios y comodidades como residencia en sectores exclusivos, el servicio doméstico y chofer. Otra característica es que un número significativo de ellas eran esposas de políticos y profesionales influyentes de la República Dominicana que solicitaron asilo político en la embajada estadounidense y viajaron a Puerto Rico por su cercanía y por ser territorio de Estados Unidos que en aquel momento les garantizaba acogida y protección. Algunos de los exiliados eran médicos, abogados y profesores universitarios.  El bagaje social de estas mujeres les facilitó su estadía y su participación en reuniones y actividades que celebraban en la isla. No obstante, debió ser muy difícil para ellas adaptarse a las nuevas condiciones de vida que les imponía el exilio; muchas enfrentaron limitaciones económicas por la inestabilidad en los trabajos de sus esposos y  sus familiares. Algunas se vieron precisadas a trabajar fuera del hogar o a realizar las tareas domésticas, prescindiendo del servicio al que estaban acostumbradas en la República Dominicana. La imposibilidad de comunicarse con los seres queridos que permanecieron en el país fue otra tristeza que les acompañó en el exilio. Aún así, en cierta medida su estatus social les eximió del discrimen que confrontan las dominicanas que han emigrado a Puerto Rico en décadas recientes.
Manifestaciones políticas
            Carolina Mainardi Reyna
Las primeras expresiones políticas de una mujer contra la dictadura trujillista desde el exilio en Puerto Rico fueron realizadas por Carolina Mainardi Reyna, también conocida por Doña Conina.  Mainardi se distinguió por su sentir democrático y su rechazo a la tiranía desde su llegada  en 1930.  Su liderazgo se manifestó en diversas actividades del exilio en los pueblos de la isla en los que residió.  El sentir nacionalista y democrático de Carolina Mainardi se fue definiendo desde niña durante la ocupación estadounidense de 1916-1924 y su participación en manifestaciones contra ésta; organizadas por una de sus maestras, Ercilla Pepín, en la ciudad de Santiago. Su participación junto a su familia en la campaña política en contra de la elección de  Trujillo en 1930; el ser la sobrina del político del Cibao asesinado junto a su esposa en los comienzos de la dictadura y su matrimonio con un gran médico y líder antitrujillista del exilio, Leovigildo Cuello, acentuaron sus ideales democráticos. La denuncia y la lucha contra la dictadura distinguieron su estadía de treinta y un años en Puerto Rico.  Por sus actuaciones, las autoridades trujillistas la definieron como revolucionaria. 
Sus iniciativas políticas en el exilio en Puerto Rico se manifestaron desde las primeras reuniones de los exiliados en Ponce en 1930  y con la fundación del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), en Mayagüez en 1942.  Incluso, la mayor exposición pública de Conina fue en las reuniones y actividades  del Partido Revolucionario y  del Frente Unido Dominicano, otra de las organizaciones antitrujillista de gran impacto durante la década del cincuenta. Esta  contribución se notaba en  las gestiones que realizaba para invitar a los exiliados y motivarlos a que asistieran a las reuniones. Carolina fue seleccionada para presidir el Comité Directivo en la primera reunión del Frente Unido el 28 de enero de 1956. Además, tuvo a su cargo la administración y los informes financieros de la revista Exilio.  Un año más tarde, sus compañeros la seleccionaron como Secretaria de Actas.
Por otra parte, en 1957 fungió como delegada del Frente en una reunión convocada por el PRD para realizar un piquete frente al Consulado Dominicano en la conmemoración del aniversario del secuestro y asesinato del profesor español exiliado Jesús Galíndez. En una foto del piquete se observa a Conina portando una pancarta con un mensaje contundente: “Trujillo: símbolo de muerte y destrucción”. [43]
El antitrujillismo de Mainardi continuó manifestándose en el exilio con la fundación del Comité Femenino en enero de 1959.  Desde San Juan, y junto a Mercedes Borrel que se desempeñaba como secretaria, Conina envió un comunicado dirigido a la mujer puertorriqueña en el que le informaba sobre la  fundación  del Comité que presidía.  Con el comunicado explicó el propósito de sus integrantes  de aunar voluntades, esfuerzos y fondos para intensificar la lucha contra la sangrienta tiranía que por 29 años sufría el pueblo dominicano a manos del decano de los dictadores de América. El comunicado incitaba a  luchar por la democracia no sólo para  la República Dominicana, sino para toda América. [44]
Mientras tanto, el Frente Unido envió una representación a las reuniones de exiliados en Cuba con motivo de la organización de la expedición contra Trujillo, que se conoció como la gesta de Constanza, Maimón y Estero Hondo, del 14 de junio de 1959.  Nuevamente, el Frente delegó en Carolina Mainardi viajar a Cuba, junto a Guaroa Velásquez.  Luego de su regreso Conina fue designada para volver a Cuba para corroborar los resultados de la expedición.  Hasta allá llegó en compañía de José Ricardo Roqués Martínez. Relata Conina que ambos regresaron decepcionados por las pocas noticias del paradero de los expedicionarios.[45]
Ante las escasas noticias sobre la expedición obtenidas en Cuba, el Frente decidió enviarla  a Venezuela. Allí se reunió con el presidente Rómulo Betancourt y  tuvo una conversación telefónica con Juan Bosch y una entrevista con Ángel Miolán, líderes principales del PRD. Sus conversaciones no tuvieron el resultado esperado y ella las consideró decepcionantes.[46] Estas encomiendas confirman el valor y la capacidad de esta distinguida exiliada.
Carmen Natalia Martínez Bonilla
La presencia femenina en la lucha antitrujillista del exilio en Puerto Rico se fortaleció con la llegada de Carmen Natalia Martínez Bonilla en 1950 y la de Maricusa Ornes Coiscou, dos años más tarde. Al igual que Mainardi y otras exiliadas, ambas mujeres  eran muy educadas y provenían de familias influyentes en la República Dominicana, de San Pedro de Macorís y de Puerto Plata, respectivamente. La aportación política y cultural de estas mujeres era muy apreciada por el sector disidente del país, cuyo aprecio por ellas creció y se manifestó profusamente en el exilio.  Sin embargo, la participación de Carmen Natalia en la lucha antitrujillista fue más intensa y extensa que la de Carolina Mainardi y la de Maricusa Ornes debido a  su temprana exposición pública en el campo literario y político. Sin lugar a dudas que su protagonismo político se puede rastrear en una mayor cantidad de los documentos disponibles. Sus actuaciones juveniles demostraron que sus ideales políticos ya estaban definidos y que no desistiría de actuar contra la dictadura a pesar de sus consecuencias. Su vida estuvo dirigida a lograr unos ideales basados en la justicia y la igualdad para las dominicanas/os. Incluso, estos ideales democráticos definieron todas sus acciones en sus últimos años en su país y en el exilio.
Carmen Natalia mantuvo informada a la resistencia clandestina dentro del país y el exilio aprovechando su condición de mujer, que levantaba menos sospecha entre los agentes de Trujillo ya que éstos evitaban intervenir con las mujeres de algunas familias influyentes para no afectar la imagen del régimen. Carmen Natalia denunció la dictadura a través de cartas, poemas, obras teatrales, artículos de periódicos y expresiones en la calle y en su hogar. Su inteligencia y educación, su arte para conspirar desde su hogar, en algunas ocasiones con mensajes solapados en los regalos, los libros y las cartas, en la radio y prensa; en otras ocasiones, con un discurso claro y desafiante en revistas y actividades del exilio, manifiestan su capacidad como transgresora y combatiente femenina.  Ella, junto a otras líderes como Josefina Padilla, Brunilda Soñé, Gilda Pérez, Maricusa Ornes y María Mercedes Rodríguez incrementaron la habilidad de las mujeres para combatir y resistir la dictadura desde el hogar, el trabajo, la calle, la literatura, la radio y el teatro. Son muchos los ejemplos que confirman esta habilidad de las mujeres, entre éstos, el de esconder la propaganda en la ropa de los infantes o coser un bolsillo en una corbata para transportar dinero de República Dominicana a Puerto Rico.[47]
Las cartas de Carmen Natalia a sus familiares, a la embajada mejicana solicitando asilo, a sus compañeros de partido en su país y en Puerto Rico son muy significativas. Quiero referirme a la primera carta  que encontré cuando comencé esta investigación, dirigida a sus compañeros de la Unión Patriótica Revolucionaria, días antes de salir al exilio en 1950. Comenzó la carta llamando “hermanos” a sus compañeros de partido en el clandestinaje y aclarando que “a nadie, sólo a ellos le debía una explicación…Aunque creo ésta huelga. Porque ustedes mejor que nadie, saben hasta qué punto hemos estado dispuestos al sacrificio y hasta dónde hemos llegado por defender nuestras ideas”.[48] La carta incluyó una petición certera:
Cuando hablen de los de afuera… no me incluyan a mí ahí, porque no seré
     de afuera nunca. Demasiado adentro he vivido, demasiado hondo he llegado,
para olvidar cuánto se sufre aquí, y qué valor tiene el solo hecho de resistir
                               cara a cara el régimen. Yo siempre seré de adentro. Pensaré con ustedes,
      pediré por ustedes, exigiré por ustedes.[49]
Sus principios democráticos, valentía y capacidad se constatan también en el exilio cuando en 1950, desde su primer año en Puerto Rico, se expresaba en contra de la dictadura. Recién llegada fue acogida por dos organizaciones antitrujillistas, el Partido Revolucionario Dominicano y la Unión Patriótica, cuyos líderes la invitaban a sus actividades y le asignaban encomiendas importantes, entre ellas tener a su cargo el discurso principal de sus reuniones.  Cabe destacar que estuvo en las primeras reuniones del Frente Unido Dominicano donde coincidió con Carolina Mainardi, ambas formaron parte del equipo fundador. Las actas de estas reuniones revelan que estas dos mujeres participaban de las reuniones de la misma forma que los hombres, tanto que no existió diferencia entre las ideas que ellas proponían y la forma en que las discutían sus integrantes. Aunque predominaba la asistencia de los hombres, las ideas no tenían género en las reuniones del exilio antitrujillista.
Maricusa Ornes Coiscou
El quehacer político y cultural de Carmen Natalia se complementó con la llegada de Maricusa Ornes a Puerto Rico.  Maricusa Ornes también salió al exilio después de  los sucesos de la expedición de Luperón y la amnistía que por presión internacional decretó el gobierno en 1950.  Llegó a La Habana y, más tarde, pasó a México. Sin embargo, tan pronto llegó a Cuba, su hermano José Horacio Ornes la llevó a visitar al poeta exiliado Pedro Mir y a Juan Bosch, otro exiliado líder del PRD, éste le consiguió autorización para celebrar un recital de poesía en un teatro de La Habana. Allí se reunieron muchos exiliados  para disfrutar del espectáculo. Entre el público también se encontraba el expresidente de Venezuela, Rómulo Betancourt.[50]
En su estadía en México presentó con gran éxito sus recitales en el Ateneo Español. En el exterior, Maricusa participó en reuniones políticas de los exiliados y de conversaciones con  líderes políticos de la talla de Rómulo Betancourt, Rómulo Gallegos y José Figueres. Entre ellos, sus versos  revolucionarios tuvieron mucha receptividad. Luego de una secuela de triunfos regresó a La Habana con la intención de iniciar una gira cultural por diferentes países de Latinoamérica y Europa.[51]
Mientras estaba en La Habana, Maricusa fue invitada por el Rector de la Universidad de Puerto Rico, Jaime Benítez, para presentar su recital de poesía en la isla.  Ella viajó a Puerto Rico y presentó su recital el 4 de abril de 1952 en el teatro de la Universidad en Río Piedras.  Este recital marcó la trayectoria de su vida en el exilio porque a partir de este momento recibió varias ofertas para presentarse en los teatros de la isla, motivo por el cual decidió quedarse en Puerto Rico.[52]
Maricusa decidió fundar la Academia de Arte Escénico Santo Domingo, junto a Magdalena Ferdinandy y Carmen Natalia Martínez en febrero de 1953. En la inauguración del local estuvo presente el distinguido poeta español Juan Ramón Jiménez, quien junto a su esposa Segovia, fue asiduo colaborador del proyecto. Juan Ramón aseguró sentir una gran satisfacción al enterarse de los planes de establecer la academia. Para él, las cualidades de estas tres mujeres resultaban idóneas para encabezar el proyecto añadiendo:
Carmen Natalia guarda una acendrada percepción de la vida y el arte, una fina y honda calidad comunicativa, que ya señalé en Washington, cuando la conocí hace años. Maricusa tiene una alegría abierta y una entusiasta franqueza del gozar bello, con una voz muy rica de registros. Y Magdalena de Ferdinandy, asociada a ellas dos para la enseñanza de la pantomima, reúne una cultura y un cultivo exquisito y es doctora en euritmia en Alemania. Y las tres están en su más generosa juventud.[53]
La Academia Santo Domingo contó con el respaldo de familias puertorriqueñas y dominicanas. Para muchas de ellas pertenecer a la Academia se convirtió en un símbolo de estatus social. Ello facilitó conseguir el presupuesto requerido para presentar obras de teatro. No obstante, no todos apoyaban el quehacer cultural de estas mujeres. Ellas siempre fueron vigiladas, amenazadas y desacreditadas por emisarios de Trujillo. Con esta intención el  cónsul dominicano, Ángel Morales, informó a la cancillería en la República Dominicana que las desafectas Maricusa Ornes Coiscou y Carmen Natalia Martínez Bonilla tenían  una academia de arte escénico con el nombre de Santo Domingo que tenía una matrícula numerosa, no por sus méritos, sino por ser la única  en su género. Restándole importancia, aseguró que se quedarían sin matrícula si se atrevían a realizar campaña política entre las familias de sus estudiantes.  A tenor con sus ideas, el cónsul describió en forma despectiva la primera presentación teatral en el Teatro Tapia afirmando que: “La concurrencia no fue la esperada, a pesar de que tienen la cooperación de los sabandijas exiliados”.[54] Obviando los riesgos y las consecuencias para ellas y sus familiares, Maricusa y Carmen Natalia permanecían ajenas e inmunes a las observaciones  del cónsul, ambas brillando cada vez más en el exilio.
Desde su llegada, Maricusa Ornes recibió el respaldo de muchos exiliados. Uno de sus anfitriones fue el licenciado Guaroa Velásquez, figura muy reconocida por su experiencia de exiliado y por su labor en la Escuela de Leyes, de la Universidad de Puerto Rico. Además, alrededor de Maricusa hubo siempre literatos y poetas puertorriqueños distinguidos. Es importante reconocer que Maricusa ingresó al campo cultural de Puerto Rico en un tiempo muy significativo en el que las artes tenían prominencia para el gobierno de Luis Muñoz Marín. Por ello, los recitales y obras de teatro de estas maestras y artistas dominicanas fueron parte de la gestión pública del Estado Libre Asociado. La fundación del Instituto de Cultura Puertorriqueña, bajo la dirección de Don Ricardo Alegría, y la creación de centros culturales en numerosos pueblos de la Isla abonaron a la difusión de las actividades de esta Academia. No fue por coincidencia que Maricusa fue contratada por el Instituto de Cultura para presentar un recital de poesía puertorriqueña en la apertura de los centros culturales de la mayor parte de los pueblos en la isla.[55]
A la vez, el rector Jaime Benítez le ofreció a Maricusa la oportunidad de ofrecer un curso de dicción a los estudiantes de teatro en la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, desde entonces se mantuvo como catedrática del Departamento de Drama ofreciendo el curso de dicción y elocución. También intervino en todas las obras que presentó el departamento desde 1958 hasta 1979.[56] El respaldo, la fundación de la academia de arte  y sus contratos con el gobierno evidenciaban la acogida recibida y sostenían la exitosa carrera de Maricusa. Sin embargo, no todo fue tan atractivo. Maricusa cuenta que desde sus primeros pasos en la academia, estuvo constantemente vigilada por un espía trujillista que la seguía a  todos los lugares que visitaba, además se descubrió un plan siniestro para secuestrarla.[57]
Un detalle muy importante de la obra política de Maricusa en Puerto Rico fue su participación en las actividades del partido Vanguardia Revolucionaria Dominicana, del cual su hermano Horacio Ornes, que desde 1955 residía en Puerto Rico, era el secretario general. Maricusa asistía a las reuniones, participaba de los espectáculos, conferencias y giras para recaudar fondos que auspiciaba el partido. Además, declamaba en gran parte de las actividades políticas que realizaban los exiliados/as antitrujillistas en Puerto Rico. Para muchos/as, ella era la musa que inspiraba con sus versos la lucha del exilio.[58]  Una reseña de la revista Vanguardia Revolucionaria confirma su preeminencia. El artículo se refiere a una actividad del partido para continuar fortaleciendo la unidad de los exiliados en el Centro Cultural Dominicano de Santurce, el 16 de noviembre de 1956.  Luego de mencionar a los oradores, la noticia destaca que el momento más emocionante del acto fue la declamación de Maricusa Ornes: “En su voz vibró el dolor de la tragedia dominicana al interpretar el poema de Pedro Mir ¨Hay un país en el Mundo¨, que tan crudamente describía el martirio de Santo Domingo”.[59]
La declamación de los poemas de Carmen Natalia Martínez Bonilla fue otro medio que utilizó Maricusa para conmover a la audiencia, porque éstos, como los de Pedro Mir, aludían a la situación de la República Dominicana. Los versos de Carmen Natalia y la declamación de Maricusa lograban animar y mantener la confianza en la posibilidad del retorno. Eran poemas que llenaban al exilio de esperanzas.
  El partido Vanguardia Revolucionaria Dominicana tuvo un programa radial que se transmitía semanalmente desde Puerto Rico y se escuchaba en la República Dominicana. En estos programas, Maricusa nuevamente utilizó su voz para denunciar la dictadura declamando los poemas de Carmen Natalia. La selección de versos recitados llevaba mensajes sociales, políticos y revolucionarios. En  las grabaciones aún disponibles, se escucha la voz de Maricusa declamando los poemas Lejos en la distancia, Grito y Llanto sin término para el hijo nunca nacido, con este último Carmen Natalia obtuvo el primer premio en un concurso de poesía auspiciado por el Ateneo Puertorriqueño en 1959.[60]
            Maricusa Ornes es la única de estas tres exiliadas que sobrevive. He tenido la oportunidad de entrevistarla en su residencia en Puerto Rico y en la República Dominicana. Participé de las presentaciones teatrales que dirige con la compañía Arlequín y estuve en un homenaje que recientemente le rindió el Centro Cultural de Caguas. He podido constatar el aprecio que goza en Puerto Rico, no sólo por su incalculable talento, sino por sus firmes convicciones políticas en contra del autoritarismo y a favor de la democracia.[61]
Conclusión
Las acciones de Carolina Mainardi Reyna, Carmen Natalia Martínez Bonilla y Maricusa Ornes Coiscou demuestran que la lucha antitrujillista del exilio dominicano en Puerto Rico no sólo estuvo constituida por hombres. Su protagonismo confirma que las mujeres también participaron activamente en la lucha y asumieron el rol de antitrujillistas a pesar de las consecuencias de disentir.  Las iniciativas de Conina, las denuncias de Carmen Natalia y la labor artística y teatral de Maricusa reforzaron las actuaciones del exilio antitrujillista. Su presencia y sus mensajes intensificaron el rechazo a la dictadura y promovieron la organización democrática del exilio dominicano en Puerto Rico.  La labor de estas antitrujillistas y de otras mujeres que aún se mantiene en el anonimato fue parte de la cadena de esfuerzos femeninos que se realizaron en el exilio en diferentes países y en la resistencia interna en la República Dominicana para lograr junto a otros combatientes el fin de la dictadura en 1961. Estas mujeres, profesionales, antitrujillistas y exiliadas  representan otra vertiente del impacto de la emigración dominicana a Puerto Rico que amerita ser reconocido.












La reina Juana I de Castilla: su educación  en la corte isabelina 1479-1496
Carmen Alicia Morales, Ph. D.

Resumen: El siguiente trabajo analiza la educación de la reina Juana I de Castilla en la corte de su madre, la reina Isabel I de Castilla, a través de un estudio de las entradas de gastos de la casa de la infanta que se listan en las Cuentas de Gonzalo de Baeza (tesorero de la casa de la reina); la filosofía educacional en la cual se educa su madre, la reina Isabel I de Castilla y la filosofía educacional de su maestro dominico Andrés de Miranda

Las cuentas del tesorero Gonzalo de Baeza cubren el periodo entre 1477 y 1504.  Detallan lo que se compró en vestimenta, juegos, animales, y baile y música como parte integral de la educación cortesana la cual requiere el aprendizaje de protocolo y etiqueta[62].  La educación comprende el ceremonial de la corte regia que era complejo y delicado requiriendo destrezas cultivadas cotidianamente “… en la mesa, los juegos, la forma de vestir, una expresividad controlada (no gritar ni reír a carcajadas y mesura en la gesticulación) y un movimiento armonioso”.[63] 
Sobre su nacimiento
  Juana de Castilla era la segunda hija de los Reyes Católicos y la tercera en línea heredando el trono de Castilla.  Nació en el Alcázar de Toledo el 6 de noviembre de 1479, 17 meses después que nació su hermano, el príncipe Juan de Castilla.  Como consecuencia su nacimiento, no puede haber sido bien recibido porque al nacer el príncipe Juan en 1478 acapara la atención de la corte y el matrimonio de los Reyes Católicos (habían esperado un hijo desde su casamiento en el 1469).   De acuerdo con las costumbres del derecho sucesorio, al nacer un varón la atención monárquica caería sobre él.  Esto se explica porque la descendencia masculina era importante pero en especial “…en las familias reales los hijos varones eran un don de Dios que garantizaba la perpetuación de la dinastía”[64].   En Castilla la mujer no era excluida del derecho sucesorio monárquico contrario al reino aragonés en el cual la mujer no tiene derecho al trono.   
Entre 1479 y 1485, en un periodo de siete años, la reina Isabel tiene cuatro niños; Juan (1478) y tres infantas; Juana (1479), María (1482) y Catalina (1485).   En el ámbito político la reina estaba llevando a cabo la guerra por su trono en contra de Portugal que termina con la firma del Tratado de Alcaçovas; declara la guerra contra el último estandarte musulmán, Granada en 1482 y continúa atendiendo personalmente la multiplicidad  de complicaciones de las cortes de su reino viajando a través de la península ibérica.  En conclusión, el nacimiento de Juana queda, como es de esperarse, rezagado en medio del nacimiento de varios hermanos y las presiones políticas que tenían prioridad en la  vida del reino. 
Vestuario de la infanta 
El gasto de telas para la realización de vestidos es posiblemente una de las áreas en que las cuentas demuestran más gastos para los infantes debido a que la presentación pública de la realeza era un ejercicio de socialización para enfatizar su poder económico.  La que más frecuentemente se registra es el terciopelo y entre los colores, el que se lleva comúnmente es el negro.    
Las cuentas demuestran que la combinación de telas y colores favorecidos en la confección de vestuario eran el damasco y el terciopelo en negro y para añadir un toque de contraste, el jubón en carmesí4.    La compra de telas para la infanta Juana fue el gasto más grande que se realizó durante su infancia, por lo tanto, fue vestida de acuerdo a las costumbres de su época para cumplir con los requisitos de una corte regia.   Un ejemplo de estos gastos ocurre cuando a la edad de doce años, en 1491 la infanta se encontraba en el Real de Santa Fe, ciudad fundada por la reina para observar y administrar de cerca la guerra de Granada.  Se tiene constancia de que “Por vna nomina de la Reyna, fecha 15-XI-1491, 25.579 mrs., que el dicho thesorero dio e pago, por mandado de su Alteza, por çierto paño, e seda a Menavte, sastre, para ciertas ropas, asi para su Alteza como para la ynfante Doña Juana, en el Real de Santa Fe…5
Su exposición política fue limitada en rituales públicos.  Se enfatizó la presencia de la infanta Isabel y el príncipe Juan, en esta forma participaban de la  exposición monárquica porque se esperaban, en el futuro, más responsabilidades de ellos que de la infanta Juana6.
El entretenimiento y el juego
Durante la edad media existe una subetapa de la infancia a la que nombran <<edad de los juguetes>>… proporciona un cauce idóneo para enseñar y transmitir valores que pueden perdurar para siempre7
En la corte estaban permitidos el juego de cartas y Gerónimo de Pinar dedicó a Isabel un libro, probablemente entre 1496 y 14978.   También se promovió jugar con dados 9
  A fines del siglo XV el ajedrez era muy común entre caballeros y príncipes y en la biblioteca de la reina Isabel se encontraba una copia del tratado que escribió Alfonso X 10.  En la corte existía un tablero en especial que se había heredado del rey Juan II11.  En las cuentas de Baeza la infanta María tenía un tablero de ajedrez a la edad de siete años12.  En 1485 mandó comprar la reina Isabel juegos de mesa para pasar el rato en compañía de la familia 13
Podemos concluir que la reina disfrutaba de jugar juegos de cartas y ajedrez, como resultado patrocinaba estos juegos en la corte. No debe sorprendernos que la infante Juana aprendió a jugar cartas y ajedrez desde que era muy pequeña y que su aya, doña María de Santisteban, se haya ocupado de ello.
En 1485, para que se entretuvieran las infantas Juana y María se les mandó comprar cuentas para hacer labores manuales …dos onzas de quentas 465 mrs., e otra sarta de quentas azules, 40 mrs., e quatro onzas de quentas de anbar, a 185 mrs.14
La reina Isabel gustaba de correr caballos y cazar y estas distracciones las tenían tanto los varones como las hembras.  La reina Isabel era tan diestra corriendo caballo que ella amonestaba las tropas personalmente a caballo vestida con una coraza y una espada.   Como resultado sus hijas tienen que haber sido criadas conscientes de la importancia de aprender estas destrezas. 
El baile y la música 
Entre las distracciones de la casa, la familia de los bailadores portugueses Juan Alvarez e sus compañeros, bayladores… viajaron con la corte itinerante de Isabel durante casi treinta años, entre 1477 y 1504 15.   No tenemos constancia de la participación directa de los niños en el baile, no obstante, dado el caso de la constante presencia de estos bailarines podemos concluir que los niños de la corte sabían o reconocían bailes portugueses, y la música que acompañaba estos bailes. Por lo tanto Juana tiene que haber sido adiestrada en la música portuguesa porque esta era la costumbre de su casa y la reina gustaba de bailar y de que otros bailaran en su derredor.
Se tiene conocimiento de que a los niños se les compraba…una variada cantidad de instrumentos musicales como atabales, vihuelas y clavicémbalos y se les educaba en la música.  A la infanta Juana se le enseñó a tocar el clavicordio16  
Los animales
Para alegrar el ambiente en los ratos de ocio las cuentas reflejan la manutención y compra de papagayos.  Las cuentas señalan que hasta el rey de Portugal les mandaba papagayos porque… llegaron (papagayos) entre los regalos que el Rey Juan II de Portugal solía enviar a los Monarcas 17.  
Los perros gozaban de los mimos de los niños y venían seguidos por una comitiva de ayudantes que les traía camas e cántaros e cadenas e cestos para acomodarlos durante las horas de ocio después de almorzar 18.  También disfrutaban de tener halcones y en 1490 se compró cuero de bezerro para hacer capirotes a los halcones del príncipe 19
La educación de niños y niñas
En las investigaciones sobre la infancia…hasta la fecha, todo parece apuntar que: en la primera infancia niñas y niños se divirtieron juntos…20.   A pesar de esto…las niñas eran menos afortunadas que los varones, ya que su edad de destete era a menudo más temprano y además corrían mayor riesgo de abandono que sus hermanos”21  La costumbre era que En las familias más encumbradas… y en las familias reales los hijos varones eran un don de Dios que garantizaba la perpetuación de la dinastía22.   Los descendientes, en especial a los varones, se les valora por las expectativas de lo que van a proporcionar en el futuro y en el caso del príncipe Juan, se le tenía en mucha estima23.  
A las niñas se les educaba, sin embargo, existe una constante falta de equidad en los pagos de los maestros en las cuentas del tesorero, como en el caso del 15 de agosto de 1486 en que se le paga a frey Diego de Deça, maestro del prinçipe, 100.000 mrs.  A frey Pedro de Hampudia, maestro de la ynfanta doña Ysabel, 50.000 mrs. Al dotor frey Andres de Miranda, maestro de la ynfanta doña Juana, 50.000 mrs.24.  A este mismo maestro de doña Juana se le pagó, más adelante, la misma cantidad de dinero anualmente para que educara a las dos infantas, doña Juana y doña Maria 25.
Las niñas tienen que haber empezado a…jugar con muñecas a muy temprana edad 26..  En una cédula de 1484 (la infanta Isabel tenía 14 años, el príncipe Juan seis y la infanta Juana cinco) cuando se refleja la compra de “una mano de papel para letras, 18 mrs. para que los infantes hagan sus letras 27.  
La educación en la corte
            La educación en el siglo XV se nutre de tratados educacionales dictados por intelectuales contemporáneos que incrementan en  popularidad debido al énfasis del cultivo educacional que se puso en boga entre la nobleza.   Esta efervescencia cultural proviene de la influencia y la preocupación de las administraciones de los reyes Juan II (padre de Isabel) e Isabel I de Castilla.    Entre 1468 y 1469, cuando la reina Isabel se convierte en princesa, el agustino Fray Martín de Córdoba, a instancias de la reina Isabel de Portugal, su madre, escribió una obra educativa llamada el Jardín de nobles doncellas 28. Comenta el educador sobre la Infanta que: “Vemos la noble infancia vuestra que en la edad que es (16 años) tiene tal olor de florecientes virtudes;…cuando el fruto será maduro tendrá perfecto dulzor de graves costumbres. Regir es obra divinal… empero en especial la señora Princesa…”29
  Córdoba lleva a cabo la difícil tarea de reconciliar el derecho de Isabel de “reinar con la teoría aristotélica de que la mujer es una versión imperfecta del hombre y por lo tanto naturalmente es sujeta a su dominación”30.  Martín de Córdoba, evidentemente, no estaba muy lejos de esta ideología, “…los viejos naturalmente rigen a los mozos e el varon a la muger e los hombres a las bestias…”31.   El tratado enfatiza el cumplimiento de la virtud y las obligaciones monárquicas de acuerdo con las necesidades del reino.  Regir el reino, según la reina Isabel era, mostrar “una gran afición por el saber y la formación intelectual, sin duda por entenderlo necesario para el buen ejercicio del gobierno y de la recta justicia, y para preservar la paz y favorecer la prosperidad del reino…”32La profesora Del Val Valdivieso apunta que la reina “…Isabel compartió los postulados de fray Martín, ya que en su corte se ocupó de la formación espiritual y la orientación de los jóvenes hacia el cultivo de las virtudes,…”33
La virtud y la vergüenza son los temas constantes y en ocasiones los únicos discutido en los tratados educacionales dirigidos a la mujer.  Sobre la “virtud” encontramos que en este periodo “La doncella virtuosa, es una virgen que suele ser mayor de doce años,…se convierte en el patrón de la excelencia para todas las mujeres que no conocen varón.  Su estado es el más perfecto al que se puede aspirar…” 34.  En otras palabras, el estado de perfección espiritual se obtiene cuando se mantiene el estado virginal.  Sobre la vergüenza de la mujer él insiste en que “… esto es necesario a todas las donzellas, mucho mas a las princesas que esperan casar con reyes e principes, los quales, lo primero que pesquisan de la esposa es si es honesta e virtuosa e de compuesta vergüenza” 35.  Esta garantía de honestidad no era exigida, en la mentalidad de la época, para ser cultivadas por Fernando de Aragón ni ningún otro hombre que aspirara al trono castellano36.  Las doncellas, a diferencia de los hombres, según San Jerónimo, debían mantenerse en custodia y enclaustramiento para no ocasionar problemas a otros, ni ser vistas, ni oídas, ni tener problemas en los cuales su inocencia y castidad podían acarrear todo tipo de desgracias 37.  
Es dudoso que Isabel siguiera las recomendaciones de Córdoba al pie de la letra ya que su formación educacional se encontraba, a los dieciséis años, delineada por el comportamiento que aprendió en su niñez y adolescencia.   Ella cultivó su figura regia con vestuario y joyas pomposas haciendo constantes apariciones públicas; participando en cacerías, corridas de toros, procesiones, despliegues festivos, cortes, amonestando tropas desde un caballo, dirigiendo hospitales, recibiendo embajadores internacionales, etc. 
No obstante, el tratado escrito por Córdoba hacía eco a la educación espiritual y patriarcal y en gran medida, la filosofía política, que ella ya había aprendido en la casa de su madre en Arévalo.   Se comprende que ella cumplía con los requisitos de tener un confesor religioso y de leer este tratado doctrinal para “… mantener a las frágiles mujeres en los senderos del pudor y de las castidad, tan queridos por Dios”37.   En conclusión, la reina Isabel sigue los postulados del tratado en lo referente a la religiosidad “…ya que en su corte se ocupó de la formación espiritual y la orientación de los jóvenes hacia el cultivo de las virtudes…”38.   En lo político, es otra cosa, ella aplica “…la utilidad de la sabiduría para el recto ejercicio del gobierno”39.
En cuanto a su preparación para el oficio de monarca para lo cual se necesitaba un amplio conocimiento sociopolítico, no se debe olvidar que “Las mujeres que aprendieron un oficio especializado en muchos casos lo hicieron desde su propia inserción en unas estructuras familiares de cuyas estrategias formaban parte”40.  En otras palabras, mientras que los religiosos trataban de establecer el control social con prédica teórica religiosa y la escritura de manuales educacionales, las mujeres estaban tomando decisiones y resolviendo problemas diariamente.  La profesora Graña Cid también enfatiza que “De este modo, las hijas de artesanos aprendían el oficio desde su niñez colaborando activamente en el taller…” 41.   No debe sorprendernos la participaron femenina en las finanzas, el comercio, la medicina y la literatura en tanto que las mujeres imitaban o ayudaban en el quehacer masculino.   Al faltar el hombre para ocupar los puestos de poder, las mujeres están preparadas para ejercer su autoridad en el espacio público en tanto se les ha brindado la oportunidad educacional, social, y cultural para ocuparlos.  El éxito del reinado isabelino se debe en parte a que ella va a fijarse en algunos ejemplos de monarcas o nobles que la rodean, y/o la precedieron y los imita.   
            En resumidas cuentas, podemos concluir que la filosofía educacional de su madre, la reina Isabel, tiene que haber influenciado la vida educacional de la infanta Juana. Una revisión de esta filosofía era oportuna para establecer una base de patrones y antecedentes filosóficos en su vida.   Es oportuno entonces revisar la educación que recibía directamente de su maestro dominico Andrés de Miranda. 
Andrés de Miranda, el maestro de la reina Juana pertenecía a la orden de predicadores dominicos.  Esta orden mendicante que se destaca en el campo de la teología y la doctrina cristiana es fundada en 1216 por el burgalés Santo Domingo de Guzmán.  En un principio Santo Domingo adopta la Regla de San Agustín la cual fue escrita por Agustín de Hipona (siglo V) conocido como San Agustín.  San Agustín redactó estas directrices para organizar la vida monacal, regular las horas y las obligaciones de los monjes y el tema de la moral.   
¿Cómo afecta la filosofía de este dominico la educación de la infanta?   Dirigió su lectura hacia la doctrina cristiana, la Biblia y la vida de los santos.  Debido a su conocimiento de las reglas Agustinas tiene que haberle enseñado sobre la vida de San Agustín y la vida de Santo Domingo de Guzmán.  Pero también tiene que haberle indoctrinado sobre la importancia de predicar y hacer penitencia como fundamento de su vocación.   Porque al pertenecer a una orden mendicante predica el desprendimiento radical de los bienes de este mundo y el amor a Jesucristo y al prójimo.  Se enfatiza el estudio de la doctrina cristiana para acercarnos a Dios, amor por la verdad, y la vida contemplativa (comunicación con el mundo invisible a través de la oración y la contemplación).  Y la contemplación se practica haciendo sacrificio manteniéndose de pie, arrodillado y/o postrado en tierra. 
Evidentemente, existe una incongruencia entre la filosofía mendicante y contemplativa dominica y la vida de ostentación que se llevaba a cabo en todos los niveles en la corte regia.  Por un lado, gastos exorbitantes en ropa y joyas, atención y viajes, compras de golosinas y comer opíparamente mientras su maestro la educa dentro de una filosofía de contemplación, mendicación y ayuno.    El maestro Andrés de Miranda aparece por primera vez en las nóminas de la casa de Isabel en 1483  cuando la infanta tenía apenas cuatro años y en 1489 empieza a enseñar a su hermana la infanta María también, por el mismo precio.  Está presente por última vez en las cuentas en 1491 cuando la infanta Juana tenía doce años. 
            En conclusión, la educación de la infanta Juana I de Castilla en la corte regia presenta un problema de incongruencia entre lo aprendido por su maestro y lo vivido cortesanamente, la realidad que la rodeaba era muy diferente de lo que se le enseñaba como modelo de vida.  Se le negó acceso a la participación como espectadora política y se invirtió más en su vestuario que en el pago de su maestro para su educación, denotando así la poca estima que se tenía por sus necesidades educacionales y la de sus hermanas.   







Ruby Black: Ministra de Relaciones Exteriores de Puerto Rico   

Nereidín Feliciano, Ph. D.

Ruby Aurora Black nació en 1896 y murió en 1957.  Fue una excelente periodista y biógrafa de la Primera Dama Eleanor Roosevelt, además de su amiga.  Debido a esta amistad y por su profesionalismo fue corresponsal en la Administración del Presidente Franklin Delano Roosevelt entre 1933 y 1940, cubriendo exclusivamente actividades de la Primera Dama. 
Ruby Black tenía excelentes contactos en los medios noticiosos de los Estados Unidos y se nutría de la información de todos ellos para su agencia de noticias. Había establecido la Ruby A. Black  News Bureau en 1928, desde la cual ofrecía servicios noticiosos a cerca de 20 periódicos en siete estados de los Estados Unidos, además de Puerto Rico.
Participó activamente en organizaciones en defensa de los derechos de la mujer; fue una periodista muy seria y de mucha credibilidad y cooperó mucho con la promoción de Puerto Rico.
Esto fue gracias a la estrecha amistad que Ruby Black había desarrollado con Muna Lee, poeta, escritora, profesora de literatura, Directora de Relaciones Internacionales de la Universidad de Puerto Rico y primera esposa de Luis Muñoz Marín.  Black mantenía a Muñoz y a Muna al tanto de lo que acontecía en la capital federal.  El triunvirato Black-Lee-Muñoz fue de muchísimo provecho para Muñoz y para Puerto Rico en la década de 1930 por la valiosísima información que Black le ofrecía a Muna y ésta, a su vez, le daba al joven político.
En una carta que le escribiera Muna a su amiga Ruby el 17 de noviembre de 1931, aquella le informa que Luis le manda decir que “… a nobel organ and a noble party like the Democracia needs a Foreign Minister and special correspondent in Washington desperately…”.  Ya para esas fechas Muñoz Marín contaba con Ruby para que fuera sus ojos y sus oídos en la capital de Estados Unidos, en el meollo de la política estadounidense.
Ruby Black aceptó el nombramiento honorario y se consolidó el triunvirato. La amistad de Ruby con Eleanor Roosevelt fue un activo enorme que le valió al político Muñoz Marín tener “un pie adentro” desde el origen de la innovadora y controvertible administración Roosevelt.  Había tres elementos para que la “alianza” funcionara en la Casa Blanca: Muna Lee informaba a Ruby Black sobre lo que ocurría en la política de Puerto Rico; Ruby Black difundía la información sobre Puerto Rico en Washington y mantenía sus contactos en los Estados Unidos, y Muñoz Marín consultaba con ambas y tenía acceso directo con Washington y con la Casa Blanca. Además, una vez Ruby fue corresponsal de La Democracia en Washington, le hacía llegar a Muna y a Muñoz información importantísima de la movida política allende los mares.
A pesar de que Ruby accedió al “nombramiento putativo” un año después de recibir la carta original de Muna, le comunicó a ésta que su deseo desde hacía mucho tiempo era ser la corresponsal de La Democracia.  Ruby le solicitó que “Luis” le enviara las instrucciones sobre su nueva encomienda. Muñoz le escribió instrucciones detalladas a Ruby de lo que él esperaba que ella hiciera por La Democracia, por Puerto Rico (y por él) como corresponsal. En un principio le solicitó recortes de periódico, o como se diría en buen castellano, clippings, de algún periódico de Washington, noticias internacionales y una que otra vez, “algún escándalo de las clases adineradas”.  De surgir asuntos sobre Puerto Rico en el Congreso, Ruby deberá estar pendiente para hacer preguntas,  aunque Muñoz le dijo que él le sugeriría la mayoría de las preguntas.
Acordaron un salario preliminar de $35 al mes, asumiendo Ruby los gastos de franqueo, aunque ella aclaró que “…you would have top pay for any cables…”.  Ruby, a su vez, le pidió a Muñoz que la mantuviera informada sobre las comisiones de Puerto Rico que llegaran a Washington y las preguntas que ella debía hacerles.  ¿Había alguien en especial a quien “Luis “ quisiera entrevistar por medio de ella? Eso quedó a la discreción de “Luis”.
La corresponsal Ruby Black no podía publicar una noticia hasta tanto Muñoz Marín la aprobara, pero éste no sacaba el tiempo para leer lo que ella le enviaba y tampoco le pagaba a tiempo.  Pero la amistad con Muna y el profesionalismo de Ruby se antepusieron a las vicisitudes.
 Muñoz Marín tuvo acceso directo no solo a la Casa Blanca sino también a los círculos periodísticos de Washington al asistir como invitado a las tertulias en casa de Ruby y su esposo, el también periodista Herman Little. Según la tesis doctoral de Mario Pérez Miranda, las visitas de Muñoz a casa de Ruby eran una ”inversión” para el “porvenir”.  Durante estas visitas, el joven político “…internalizó lo que significaba el Nuevo Trato, que en ese momento estaba revolucionando a los Estados Unidos”.
La correspondencia entre Ruby y Muna Lee continuó regularmente a través de los años, además de las asignaciones periodísticas de parte de Muñoz.  En una de las cartas, Muna le envió un giro por los $35 prometidos, excusándose un poco por la poca paga en comparación con la cantidad de trabajo que Ruby le rendía a Puerto Rico… y a Muñoz.  Le informó en la carta de la “profunda gratitud y la entusiasta aprobación por tu trabajo como ‘comisionada’ y con esperanzas fervientes de que en un futuro no muy lejano La Democracia pueda pagarte un salario cercano al valor de tu trabajo”.
En esa fecha, febrero de 1933, Muna le indicó a Ruby que era una excelente corresponsal y que ya se había convertido en una presencia en la vida pública de Puerto Rico.  Sin embargo, en marzo de ese mismo año, Muna escribió horrorizada porque se había enterado de que “…ni Luis ni el Administrador de La Democracia te han escrito para asegurarte que recibirás tu dinero – eventualmente…”  Eran los años de la Depresión y los bancos no tenían dinero, y mucho menos un periódico que no tenía ganancias.  Muna le prometió a Ruby que, de llegar cheques al periódico, se le pagaría enseguida.  Este fue un eterno problema de la corresponsal Black con Muñoz Marín y era Muna la que le hacía llegar a Ruby los cheques o giros y la que constantemente pedía excusas por la tardanza de los mismos. Pero esta situación no afectó ni su desempeño como periodista responsable ni su cercana amistad con Muna.
Sobre los innumerables proyectos, noticias, contactos y actividades de los que Ruby Black fue responsable en su desempeño como “Ministra de Relaciones Exteriores” de Puerto Rico (o de Luis Muñoz Marín), dos de ellos sobresalen extraordinariamente.  Uno, y quizá el más importante, fue la visita a la isla de la señora Eleanor Roosevelt, esposa del presidente, por un genuino interés de ésta de ver con sus propios ojos las condiciones de vida en Puerto Rico y decidir en lo que podría ayudar; y el otro, terrible asunto, el caso del infame Gobernador Robert Hayes Gore.
El 31 de marzo de 1933, un comunicado de prensa escrito y difundido por Ruby Black decía, en parte:  ”La señora de Franklin Delano Roosevelt espera volar a Puerto Rico en algún momento mientras sea la Primera Dama del País”. “…La señora Roosevelt desde hace algún tiempo ha manifestado su interés en Puerto Rico…” “… como maestra, la señora Roosevelt está interesada de manera especial en la educación…”.
Como los preparativos para un viaje de una Primera Dama no son los mismos que los de un viaje de Usted o yo, se hicieron incalculables arreglos y desarreglos por espacio de un año hasta que, finalmente, el 7 de marzo de 1934, la Primera Dama Eleanor Roosevelt llegó a la Isla con su séquito, entre los que estaba la amiga de Puerto Rico, Ruby Aurora Black, y el futuro gobernador, Dr. Rexford Guy Tugwell.  Para esa época Ruby Black era muy conocida en la Isla por su trabajo como corresponsal y ya el público lector estaba pendiente de “qué va a decir Ruby sobre esto”.
Esta importante visita se concretó gracias a la diligencia y la amistad de Ruby Black y al gran interés social de la señora Roosevelt, que, por supuesto, en Estados Unidos fue acusada de tener tendencias socialistas por su enorme labor social.  Por varios días, los integrantes del grupo Roosevelt interactuaron con puertorriqueños de las distintas clases socioeconómicas de la Isla, además de participar como invitados de honor en una recepción en La Fortaleza. Según la señora Roosevelt, su misión fue rendir un informe sobre cómo se debía enfrentar la crisis de Puerto Rico.
En el caso de la remoción del infame Gobernador Gore, Ruby Black también jugó un papel importante. El Presidente Roosevelt nombró gobernador a Robert Gore a cambio de donativos y favores políticos que éste había contribuido en la campaña eleccionaria. ¡Error garrafal!  Gore era un hombre de mucho dinero que no tenía la más lejana idea de cómo administrar un país extranjero, con otro idioma, otras costumbres, otra cultura y otra idiosincrasia.  A pesar de que Muñoz Marín estaba promoviendo al abogado Martín Travieso, el presidente decidió nombrar a Gore. 
El capítulo tres del libro La política puertorriqueña y el Nuevo Trato, de Thomas Mathews, se llama “Gore’s Hell”.  ¿Por qué será? Para mencionar solamente algunas de las ocurrencias de este creativo señor, una de sus ideas fue promover a Puerto Rico como destino turístico, justo en los primeros años de la horrible Depresión, cuando nadie tenía dinero para viajar y cuando lo que abundaba en Puerto Rico era el hambre.  Otro de sus “proyectos” fue la persecución de los nacionalistas, los liberales y  los independentistas y todo aquel que no comulgara con su ideología.
Pero la “joya de la corona” fue su ocurrencia de solicitarle a los nominados para ocupar posiciones en su gabinete que sometieran una carta de renuncia con la fecha en blanco para él, Gore, usarla a su mejor conveniencia. ¡Tremenda seguridad laboral! Todos estos adelantos sociales surgieron en las primeras semanas de su llegada a la Isla; por lo tanto, los puertorriqueños empezaron a odiarlo casi desde que se bajó del barco. 
Al darse cuenta Muñoz Marín y los que pensaban como él en y fuera de Puerto Rico, que eran muchos, de lo que les esperaba, comenzaron las negociaciones para tratar de destituir, sacar, botar, remover, largar, expulsar, despedir, o hacer renunciar a este modelo de la Administración Pública. Y aquí volvió Ruby Black a jugar un importantísimo papel.  Por medio de la señora Roosevelt consiguió, en el otoño de 1933, que ésta invitara al joven Muñoz Marín a tomar el té en la Casa Blanca para, de una vez, comentarle al presidente lo que sucedía en Puerto Rico con el flamante gobernador.
El Presidente Roosevelt, hombre brillante y cauteloso y de muchísimos recursos, le solicitó a Muñoz que suspendieran en la Isla los ataques públicos contra Gore y esperaran un tiempo razonable para darle la oportunidad a que renunciase “por razones de salud” para que su salida fuera lo más digna posible. Y así fue.  El infame Robert Hayes Gore se despidió (o lo despidieron) de Puerto Rico poco tiempo después.
El cabildeo con el Presidente de los Estados Unidos, ayudado por Ruby Black, para remover al Gobernador Gore le valió a Muñoz Marín un regreso triunfal al País, por una multitud que lo aclamó como representante de una nueva generación de políticos y servidores del pueblo.
Hemos podido apreciar una pequeñísima parte de la contribución que hizo una periodista llamada Ruby Black al Puerto Rico de la importante década de 1930.  Su rol como “Ministra de Relaciones Exteriores” de Puerto Rico, o de Luis Muñoz Marín, fue de vital importancia en la época; no sabemos cuál de los dos obtuvo mayor beneficio., si Puerto Rico o Luis Muñoz Marín.  Lo importante es que los hubo.
Tristemente, Puerto Rico se olvidó de Ruby Black y de su gesta por los 50 años siguientes a su muerte en 1957; recién ahora estamos conociendo esa labor de profesionalismo y amor que le dedicó con fervor a sus amigos Muna Lee, Luis Muñoz Marín y una islita pobre y abandonada que se llamó “Porto Rico”.
            Como muestra del cariño que siempre le tuvo a  nuestra Isla, Ruby Black solicitó que, al morir, sus cenizas se esparcieran en la Isla.  Mientras investigaba otros asuntos para mi disertación doctoral, me tropecé con una noticia en la página 3 del periódico El Mundo, fechada 1º. de mayo de 1958: “Sepultarán cenizas de Ruby A. Black”, ya que una ley de Puerto Rico no permitía que se esparcieran cenizas al aire.  Las cenizas de nuestra amiga Ruby están enterradas en la Isla del Caribe a la que tanto sirvió.
            Es hora de reivindicar la labor de la amiga Ruby.



















Segundo documental
















Mapy Cortés: Puerto Rico le dio el ser, México le dio la gloria  
Sandra A. Enríquez Seiders, Ph. D.


Rescatar vidas de mujeres  e insertarlas en la historia ha sido una de mis grandes pasiones. Con esta investigación  he logrado sacar de la invisibilidad la figura de Mapy Cortés, una actriz puertorriqueña que logró grandes éxitos en el cine mexicano y que las nuevas generaciones no conocen. La historia de esta actriz, relatada en este documental,  se acompaña con un marco historiográfico en torno a la época que le tocó vivir.

















Mujeres  en la resistencia










Isabel González y la barca de l@s loc@s: sexilio, movilidad y nociones de igualdad 
Iván Collazo

“Inútil demandar la ciudadanía, inútil reclamar el derecho de que se os trate en condiciones de personas y no en condiciones de objetos. Sois esclavos... Y esta vergüenza…gravita sobre vosotros y os marca con un sello de inferioridad, inmerecida si intentáis virilmente sacudirla; degradante si os resignáis dócilmente a soportarla”.
Luis Muñoz Rivera, 26 de enero de 1904

Introducción
La compleja situación política entre Puerto Rico y Estados Unidos  puede entenderse a través de una serie de precedentes jurídicos. Los casos insulares emitidos por el Tribunal Supremo Federal definieron la condición política de los habitantes de sus nuevos territorios. De este modo se pudo  legitimarel afán expansionista del imperio norteamericano en sus posesiones insulares en el Pacifico y el Caribe. En muchos de estos casos el sujeto de la controversia posee un carácter marginal, ya sea en la persona de un convicto o una mujer pobre. En el presente ensayo pretendemos darle visibilidad a una de esas féminas que a pesar de su posición desventajada logró enfrentarse a un entorno patriarcal con una agenda liberadora y audaz.As a young unwed pregnant woman, Gonzalez had her plans to find and marry the father of her unborn child, derailed by the United States Treasury Department, when she was excluded as an alien "likely to become a public charge" upon her arrival to New York City.Saliendo del abismo, el surgimiento de una heroína



SS Philadelphia1 y “Ellis Island”2- La nave de l@s loc@s
Entre finales del siglo 19 y principios del 20, l@s puertorriqueñ@s que deseaban emigrar se “embarcaban”.  El medio de transporte más avanzado era el barco de vapor. Nuestro éxodo de aquel entonces, que habrían de convertirse en los primeros “nuyoricans”, zarpaba de nuestro archipiélago por el puerto de San Juan o Ponce.Una de esas naves de loc@s fue el SS Philadelphia. Construido entre 1888 y 1889, tuvo varios nombres durante su tiempo de vida útil. Este barco fue adquirido por el SS Navy en abril de 1898 y destinado a Puerto Rico en la Guerra Hispanoamericana. Luego de varias travesías por el Caribe fue decomisionado y regresó al uso mercantil. En 1901 fue bautizado como SS Philadelphia. Curiosamente los mismos buques de guerra que vinieron a invadir a Puerto Rico, luego se utilizaron para transportar boricuas al territorio norteamericano.
Los estudios demográficos ponen en evidencia que la emigración es un fenómeno que se lleva a cabo por razones políticas, religiosas o económicas. Desde hace más de 100 años l@s puertorriqueñ@s se han ubicado en Estados Unidos fundamentalmente por motivos financieros. Nuestros emigrantes históricamente han sido personas pobres, desempleadas o desposeídas que renuncian al ambiente familiar de su patria con la esperanza de encontrar un mejor horizonte material.
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1Department of Navy. http://www.history.navy.mil/photos/sh-usn/usnsh-xz/yale.htm (recuperado el 26 de febrero de 2011)
2Ellis Island. National Park Service. U.S. Department of the Interior. http://www.nps.gov/elis/index.htm (recuperado el 26 de febrero de 2012)

En agosto de 1902, Isabel González abordó el SS Philadelphia para trasladarse desde la capital de Puerto Rico hasta el puerto de Nueva York3. Esta menor de edad quedóembarazada a sus 20 años sin haberse casado. El padre de su criatura se había relocalizado en Estados Unidos e IsabelAs a young unwed pregnant woman, Gonzalez had her plans to find and marry the father of her unborn child, derailed by the United States Treasury Department, when she was excluded as an alien "likely to become a public charge" upon her arrival to New York City.se disponía a encontrarlo y casarse con el mismo.
William Williams, un ex abogado de Wall Street se había convertido en el nuevo Comisionado de Inmigración. Williams estableció una serie de políticas inflexiblespara impedir la entrada al territorio estadounidense. Bajo la noción de que los extranjeros He was aggressively construing the statutory bar on aliens "likely to become a public charge" and he was strictly enforcing immigration laws.podrían convertirse en una “carga pública” para el Estado, se dispuso a efectuar una estricta aplicación de las leyes de inmigración. Williams directed inspectors to treat aliens as suspect if they traveled with less than ten dollars.Williams dirigió a sus inspectores para que trataran a los extranjeros como “sospechosos” si viajaban con menos de diez dólares, una cantidad considerable de dinero en aquel entonces.He also instructed his inspectors to attach the label of "public charge" to unmarried mothers and their children, even though most of them had jobs waiting for them. También ordenó colocar el letrero de “carga pública” a las madres solteras y sus hijos, a pesar de que muchas de ellas tenían de antemano un trabajo en  Estados Unidos. Estas nuevas directrices afectaron la entrada de much@s inmigrantes, incluyendo a las personas que viajaban en el SS Philadelphia. El 24 de agosto de 1903, IsabelShe telegramed her family about her expected arrival which normally would be in the docks of New York, however while the SS Philadelphia was en route, the United States Treasury Department 's Immigration Commissioner General FP Sargent issued new immigration guidelines that changed González's and her fellow countrymen's status to that of aliens.González y l@s demás tripulantes puertorriqueñ@s llegaron al puerto de Nueva York. Allí fueron detenid@s y trasladad@s a la isla de Ellis.
Ellis Island es una pequeña isla del estado de Nueva York. La misma ha recibido diferentes nombres a lo largo del tiempo. Las tribus indias la denominaban “Kioshk” y en la etapa de la colonización, pasó a conocerse como la “Isla de la Ostra”. En 1808 el Gobierno Federal adquirió la misma para usos militares y eventualmente fue convertida
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3Burnett, Christina Duffy. “They Say I am Not an American . . .”: The Noncitize National and the Law of American Empire, 48 VA. J. INT’L L. 659, 714 (2008).

en un fuerte. Más tarde, la isla de Ellis se convirtió en la principal aduana de Nueva York. En este lugar, entre 1892 y 1954, cerca de 12 millones de pasajeros, que llegaron a Estados Unidos, fueron sometidos a inspecciones legales y médicas. Se afirma que tan solo un 2% de los pasajeros fue deportado. Este pequeño grupo estaba compuesto por personas que el gobierno definía, a veces arbitrariamente, como polígamos, criminales, anarquistas y portadores de enfermedades infecciosas. Aunque en la época de la Primera Guerra Mundial la cantidad de deportados disminuyó considerablemente, el lugar era utilizado a la vez como centro de reclusión contra extranjer@s que eran considerad@s enemig@s o sospechos@s.
La política inmigratoria en la Isla de Ellis establecía que lasThe new commissioner of immigration at Ellis Island was William Williams, a former Wall Street lawyer.Ellis Island policy dictated that "unmarried pregnant women were always detained for further investigation" and that single women were only released if family members came to claim [ 3 ] mujeres solteras embarazadas, siempre fueran detenidas para una mayor investigación. La única razón bajo la cual serían puestas en libertad era si los miembros de su familia iban a reclamarlas.González was detained by the Immigration Commissioner at that port as an " alien immigrant ", in order that she might be returned to Puerto Rico if it appeared that she was likely to become a public charge.Isabel González fue detenida por el Comisionado de Inmigración en ese puerto como “inmigrante extranjera”. De esta forma debería ser devuelta a Puerto Rico bajo la impresión de que podría convertirse en una “carga pública”. Gonzalez had eleven dollars in cash on her person and her family was to pick her up, however the immigration officials discovered her pregnancy during her early line inspection and a Board of Special Inquiry opened a file (note: her surname was later misspelled as "Gonzales" by immigration officials) on her. [ 1 ]González contaba con once dólares en efectivo en su persona, un dólar más de lo previsto en las guías inmigratorias y su familia fue a recogerla. Sin embargo, los oficiales de inmigración descubrieron su embarazo durante su inspección. La Junta de Investigación Especial le abre un expediente y desde entonces se inicia la odisea de esta mujer para entrar a Estados Unidos. Esta fémina entabla un pleito contra el Comisionado de Inmigración del puerto de Nueva York. Su reclamo constituye la primera ocasión en que Her Supreme Court case is the first time that the Court confronted the citizenship status of inhabitants of territories acquired by the United States.el Tribunal Supremo Federal enfrenta el reto de tener que definir la condición política y ciudadana de los  habitantes de los territorios adquiridos por Estados Unidos.
En su libro “Historia de la locura en la época clásica”, Michel Foucault pone de relieve la existencia de barcos de locos o dementes que navegaban entre las ciudades europeas. Mucho antes, el pintor Hieronymus Bosch recreó en un cuadro su propia nave de locos. En esta obra el artista denuncia los vicios en que incurre la locura humana y se los atribuye a personajes provenientes de clases sociales inferiores. En la imagen también aparece un cántaro alusivo al sexo femenino o el diablo. El SS Philadelphia y Ellis Island constituyeronotras naves de loc@s en donde el gobierno de Estados Unidos movilizó y apresó a una serie de marginad@s por razones políticas, económicas, racistas, sanitarias o patriarcales. Esta nuevo grupo de “dementes” fue víctima de un aparato estatal que puso todo su empeñó en oprimirl@s y negarles la entrada a la “tierra de la libertad”. Isabel González, al igual que much@s puertorriqueñ@s,  fue forzada a ingresar al “manicomio federal” de Ellis Island. En vez de vestir una camisa de fuerza, de seguro tuvo puesto un letrero que la definía como “public charge” o “carga pública”. Como en la pintura de Bosch, esta mujer fue satanizada por tener la osadía de quedar embarazada siendo soltera. La desmedida preocupación económica del gobierno norteamericano y su discurso patriarcal explica la estigmatización de las madres sin esposo de una manera tan sórdida.
Isabel contra Goliat
Al conocer las interioridades del caso de Isabel González, no deja de sorprender la gran cantidad de estrategias legales y persuasivas que se utilizaron contra el gobierno federal para lograr su entrada a Estados Unidos y que enumeramos brevemente a continuación:
1)    Isabel avisa con antelación a sus familiares (no a su pareja) que se iba de viaje y que fueran a buscarla al puerto.
2)    Viajó con 11 dólares, más del dinero previsto por las reglas inmigratorias para permitir la entrada al territorio.
3)    Alega que le espera un trabajo, lo cual podría neutralizar la preocupación de que se convirtiera enuna “carga pública”.
4)    Afirma que es viuda y que una de sus criaturas es fruto de su primer esposo ya fallecido (posiblemente este dato es falso y ese infante es producto de su relación consensual actual).
5)    Isabel afirma falsamente que está casada y que su esposo y padre de su futura criatura espera por ella.
6)    Sus familiares interceden, al día siguiente de su detención. Su tío Domingo Collazo y su hermano Luis González abogan por ella ante una vista administrativa.
7)    Sus familiaresargumentan que el padre de la criatura que espera Isabel no ha podido  presentarseporque no se lo permitieron en su trabajo.During the hearings the family focused on the question of preserving González's honor and bringing her to New York.Inspectors weighed proof of legitimate family relations through presumptions that certain kinds of women were inadequate mothers and certain kinds of men were insufficient fathers and husbands.
8)    Two days later, without the help from the father of Isabel González's expected child, another attempt was made by González's brother and by Domingo Collazo's wife, Hermina Collazo (Hermina was Isabel's Aunt, or the sister of Isabel's mother, Antonia Davila).El hermano de Isabel, ante la negativa del padre de la criatura de asistir a las vistas, alega que ésta  ha sido víctima de seducción y que se están haciendo los arreglos con la iglesia y el curapara efectuar una boda. Los oficiales de inmigración tienen reservas con esta acción.
9)    Dos días después, sin la ayuda del amante de Isabel, el hermano de Isabel y su tía Herminia (esposa de Domingo Collazo)The family insisted that Gonzalez would not be a burden to the State's Welfare system since they had the economic means to support her. insisten en queella no será una carga para el Estado, ya que poseen los medios económicos para apoyarla. However these attempts failed in part because González's fiance failed to appear at the hearing and as such played a central role in the immigration authorities' decision to stop her from entering the US. Pero la ausencia [ 10 ] Collazo then used his political and professional connections.del novio de Isabel afecta ante las autoridades cualquier planteamiento.
10)EDDDdjdjdiuIsabel le escribe a Federico Degetau, Comisionado Residente de Puerto Rico ante el Congreso para que intervenga en su caso.
11)El 30 de agosto de 1902, Degetau escribe al Departamento de Estado en protesta por las nuevas reglas que sujetan a l@s puertorriqueñ@s a las leyes de inmigración. His protest was forwarded to the Treasury Department.Degetau then contacted Le Barbier and Parker, who informed him that they planned to appeal Gonzalez's case to the Supreme Court.
12)Domingo Collazo utiliza sus conexiones. In the 1890s Collazo had been active in a radical wing of the Cuban Revolutionary Party that sought an Antillean social revolution to improve the status of workers and people of African descent.Este había sido militante del Partido Revolucionario Cubano y hace un acercamiento al During this time, a friend of González related the story to Orrel A. Parker, a lawyer.abogado Orrel A. Parker que a su vez provoca el interés His partner, Charles E. Le Barbier became interested in the case and filed Collazo's petition with the US Circuit Court for the Southern District of New York.del prominente Charles E. Le Barbier el cual presentó la petición de un recurso de habeas corpus en el Tribunal Circuito de Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York. Seven weeks later, the court issued its opinion.Varias semanas más tarde, el tribunal The court ruled that the petitioner was an alien and upheld her exclusion. [ 1 ]dictaminó que Isabel era una extranjera.
13)[ 1 ]Degetau se puso en contacto con Le Barbier y Parker, y deciden apelar el caso ante el Tribunal Supremo Federal. Once she lost her administrative appeal, González switched tactics.Se cambió de táctica She decided to appeal and to take her case to the United States Supreme Court , however this time instead of focusing on the "public charge" issue, she decided to take up the issue that all Puerto Ricans were citizens of the United States and as such should not be detained, treated as aliens and denied entry into the United States. [ 3 ] y en vez en centrarse en el argumento de “carga pública”, se decide a abordar el tema bajo la idea de que tod@s l@s puertorriqueñ@s son ciudadan@s norteamerican@s y como tales no deben ser detenid@s, ni tratad@s como extranjer@s, ni se les puede negar la entrada a Estados Unidos. Esto constituye un “testing case” o caso de prueba que Degetau deseaba para aclarar la situación jurídica de l@s puertorriqueñ@s.
14)En el ínterin, Isabel que había permanecido detenida en Ellis Island a pesar de todos sus esfuerzos y su embarazo, sale libre bajo fianza en lo que se ventila su caso. De este modo, logra su entrada al territorio norteamericano de manera condicionada.
15)Isabel se casa en secreto con el padre de su criatura, y sostiene que eso la convierte en ciudadana estadounidense por razón de matrimonio (desconocemos la veracidad de este dato que es inconsistente con otros hallazgos)4.
Finalmente, el Tribunal Supremo de Estados Unidos comienza el año de 1904 resolviendo la controversia de Isabel en el caso Gonzales v. Williams-192 U.S. 1. Allí se establece que un “ciudadano de Puerto Rico” no es un extranjero bajo la Ley de Inmigración. Se dispone que no se le puede negar la entrada a Isabel al territorio ya que es un “súbdito”de Estados Unidos. Un súbdito es un nacional que se encuentra en una posición intermedia entre un extranjero y un ciudadano. La indefinición permea el precedente jurídico. El The case, which became known as Gonzáles v. Williams , was argued in the US Supreme Court on December 4 and 7, 1903 and was presided by Chief Justice Melville Weston Fuller . tribunal en adiciónse niega a revisar si Isabel era ciudadana norteamericana. A pesar de la ambigüedad y posición acomodaticia de este foro, este caso The question of the citizenship status of the inhabitants of the new island territories, their situation remained confusing, ambiguous, and contested.podría implicar que l@s puertorriqueñ@s tenemos el derecho de entrada a Estados Unidos sin ser ciudadanos, lo que es un dato significativo ante cualquier cambio eventual de status. Por consiguiente, nunca seríamos deportad@s a un lugar como Ellis Island bajo la independencia o un tratado de libre asociación. Puerto Ricans came to be known as something in between: "noncitizen nationals." [ 3 ]
Isabel González, ¿nuestra primera sexiliada?
Se le atribuye la creación del término sexilio al sociólogo puertorriqueño Manolo Guzmán. El sexilio designa la experiencia de aquellas personas que configuran identidades sexuales distintas al discurso heterosexual y que se ven forzadas a emigrar de su país debido a la opresión generalizada contra su orientación. Generalmente el vocablo se utiliza como una herramienta conceptual para examinar las condiciones
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4Erman, Samuel C. Puerto Rico and the Promise of United States Citizenship: Struggles around Status in a New Empire, 1898-1917. Tesis doctoral inédita, University of  Michigan 2010.
y creación artística de la comunidad gay, lésbica, bisexual y transexual. Está meridianamente claro que l@s integrantes de esta comunidad se ven afectad@s con el discurso y las practicas patriarcales que condenan las inclinaciones sexuales que se apartan de las relaciones tradicionales. Pero el dominio masculino también ha condenado a las mujeres que abordan su sexualidad sin confinarse al régimen matrimonial. De esto modo, Isabel González al emigrar embarazada y sin haber contraído nupcias,  se enfrenta a una opresión estatal sin precedentes. Prácticamente fue encarcelada y la discusión de su caso estuvo plagada de posiciones clasistas que cuestionaron su dignidad y su responsabilidad maternal. Los argumentos de Isabel y sus familiares en ocasiones validaron el limitante status quo, al tratarla como una niña que sería mantenida económicamente o restituida en su “honor” al matrimoniarse. A pesar de esto, reconocemos que su marginación y eventual liberación la hermana al resto de l@s sexiliad@s, que desde una orientación diferente han sufrido la intolerancia sexual del Estado. Es en este sentido, podríamos sugerir, que Isabel González podría ser nuestra primera sexiliada puertorriqueña.
Después de la batalla
Luego del caso, Isabel González se mantuvo activa en la lucha por obtener la ciudadanía norteamericana para tod@s l@s puertorriquen@s. Se dedicó a escribir y publicar cartas en el New York Times a favor de esta causa. En las misivas llegó a revelar detalles de su caso y  denuncia las promesas incumplidas del gobierno norteamericano respecto a nuestra situación política y su trato de inferioridad hacia l@s boricuas.  El 2 de marzo de 1917, unos 13 años después de Gonzales v. Williams, el Congreso de Estados Unidos le impone la ciudadanía al pueblo puertorriqueño cumpliéndose uno de los sueños de Isabel. Esto ocurre en el contexto de la Primera Guerra Mundial, lo cual facilitó el reclutamiento militar obligatorio de los puertorriqueños. Pero nuestra condición política sigue siendo indefinida y existe una diferencia abismal entre los derechos que poseen l@s boricuas en Puerto Rico en comparación con l@s ciudadan@s que residen en los estados. Nuestra inferioridad jurídica bajo la soberanía española, ahora se repite bajo el dominio norteamericano. Desconocemos si Isabel en su activismo, llegó a percatarse de este particular.Isabel González tuvo cinco hijos.She married Juan Francisco Torres on November 17, 1915, and stayed in New York until the 1930s when they moved to New Jersey (1930 Cranford Township NJ Census). Algunas fuentes señalan que llegó a casarse con Juan Francisco Torres el 17 de noviembre de 1915. Aparentemente residió en Nueva York hasta la década de 1930  y luego se trasladó a Cranford, Nueva Jersey. Isabel es una de las primeras emigrantes que pasaron a formar parte de nuestra comunidad de “nuyoricans”. Pero también debemos reconocerla como “jerseyrican”, esa otra versión de nuestra puertorriqueñidad en Estados Unidos. She actively pursued the cause of US citizenship for all Puerto Ricans because she believed that if the people of Puerto Rico were deceived out of one honorable status—Spanish citizenship—the United States was obliged to extend Puerto Ricans a new honorable status—US citizenship.Sus hijos e hijas han residido en los estados de Nueva Jersey, Florida, California y Colorado. El 11 de junio de 1971 Isabel muere a la edad de 89 años. PermaneceShe died on June 11, 1971 and is buried with her husband in Holy Cross Cemetery, North Arlington, New Jersey.junto a su esposo en el Cementerio de Holy Cross en  North Arlington, Nueva Jersey. Una de sus descendientes, Her great grand-daughter, Belinda Torres-Mary, now actively pursues and maintains information regarding Isabel's history and immigration struggle and is the keeper of the family documents.Belinda Torres Mary,conserva los documentos y la historia de esta singular figura.
Observación final
Nos gustaría afirmar como el Lcdo. Juan Santiago que Isabel González “se afianza en el recuerdo y la memoria colectiva5.
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5Santiago Nieves, Juan. “La sombra de Isabel González: Política imperial y nacionalidad.” Claridad, 9 de enero de 2010

Lamentablemente, los sujetos coloniales, padecen de una falta de conciencia e información crasa que les impide reconocer las coordenadas de su liberación. Isabel González permanece en el olvido general a pesar de ser una pieza clave en nuestra definición jurídica. Es imposible configurar nuestro futuro político sin examinar a esta mujer, que debe ser sujeto de estudio por parte de historiadores/as, juristas y feministas. Ignorar su persona y su legado es como dejarla confinada perpetuamente en Ellis Island en espera de que un amante o familiar se apiade de ella.







Rescatando a Adolfina Villanueva: una perspectiva victimológica
Sara Camerón

“… ¡no te asomes / madrecita / que los malos ya nos cercan / con sus botas de ceniza /
como fiera / perseguida / por sus negritos del alma / salió a pelear Adolfina /
con su hombre / decidida / hizo frente a los verdugos / sedientos de sangre limpia /
ya el disparo / la derriba / sobre la arena de plata / cae una flor amarilla…”
Edwin Reyes1

Resumen
Puerto Rico ha sido escenario de situaciones desconcertantes contra mujeres  invisibilidades por la memoria colectiva. Desde la historia y la victimología podemos hacerle justicia a esas voces que han sido silenciadas por el discurso oficial y académico. El presente estudio aborda el tema de Adolfina Villanueva Osorio, una de las tantas mujeres que podemos incluir en este grupo de féminas maltratadas y aniquiladas por diversos prejuicios sociales. Se tocará la vida de su familia antes, durante y después de su asesinato. Finalizamos con un análisis victimológico donde se identifican las formas en las que esta mujer pobre y negra fue objeto de la marginación social y al atropello estatal.
Breve historia de Adolfina Villanueva
Adolfina Villanueva era esposa del humilde pescador Agustín Carrasquillo,con el cual procreó seis hijos. El terreno donde yacía su residencia se ubicaba cerca de la playa en el Sector Tocones del Barrio Medianía Alta del municipio de Loíza. Ese pedazo de tierra fue regalado a familiares de Don Victoriano, a través de “contratos verbales”y le perteneció, desde la década de 1940. Éste le permitió a su hija Adolfina construir allí, la pequeña casa donde

1 Adolfina Villanueva se convirtió en la musa literaria de varios artistas entre ellos: Edwin Reyes en el poema  “Son cimarrón por Adolfina Villanueva”, Mayra Santos Febles en el poema “A Adolfina Villanueva pescadora y rescatadora de su porción de tierra en Vacía Talega, Loíza; muerta por guardias contratados el 6 de febrero de 1980”; Efraín Nieves Marrero en la poesía “Adolfina”, Tite Curet Alonso en la canción “El Desahucio” interpretada por Rubén Blades e Yvonne Denis Rosario en el cuento “Last rites in the palms”.
residió por más de dieciséis años. Aquel sector era uno olvidado y todos los residentes vivían en tranquilidadhasta la aparición de Veremundo Quiñones, el supuesto dueño de los terrenos. Éste comenzó a expulsar a las familias que allí vivían, pero cuando se topó con Adolfina Villanueva la historia de los desahucios fue distinta.
Por más de cinco años, la familia Carrasquillo Villanueva se mantuvo luchando arduamente contra el mandato de los tribunales. Los jueces repetidamente establecían que la familia abandonara su hogar. Pero así como los juzgadores eran tenaces, Adolfina y Agustín eran más persistentes aún. Buscaron varios abogados para su defensa, los cuales renunciaban antes de que se efectuaran las vistas, apropiándose del dinero suministrado como anticipo a su representación. A pesar de las estafas que sufrieron por parte de los letrados, estos loiceños no se rindieron. Entre las gestiones que llevaron a cabo, se encuentranlas innumerables visitas que le hacían:1) a la Oficina de Asistencia al Ciudadano en la Fortaleza, 2) a la Oficina de Servicios Legales del Municipio de San Juan, 3) a la oficina del representante Ángel Viera Martínez y, 4) al Partido Independentista Puertorriqueño en busca de ayuda. Así mismo, escribieron cartas a la Primera Dama Kate Donnelly y otra misiva a su esposo el gobernador Carlos Romero Barceló, solicitando su intervención para impedir el desahucio y que se destruyera su casa o que al menos se le proveyera otro lugar donde vivir junto a sus hijos menores de edad. Estos trámites y peticiones nunca fueron contestados.
El desahucio les perseguía. Para fines de 1979, Adolfina y su esposo, fueron apresados por obstrucción a la justicia. Durante este proceso, la familia afirmó su derecho a permanecer en el hogar, argumentado que el terreno había estado en manos del padre de Adolfina por varias décadas. En una de las vistas judiciales, se alegó que el pedazo de tierra en disputa pertenecía a una ocupación de la Marina de Estados Unidos, la cual procuró corroborar el dato, pero el caso fue archivado y Veremundo Quiñones continuó su insistencia en el desahucio y logró obtener un título de propiedad de dicho terreno por parte de un juez. Con este documento a su favor continuó sus alegaciones de ser el propietario del lugar. El juez Edgardo Márquez Lizardi se encargó de emitir la mayoría de las órdenes de desahucio contra Adolfina y su familia, emitiendo su ejecución el 23 de noviembre de 1979.  Es pertinente aclarar que Márquez estaba al tanto de la condición de la familia. El esposo de Adolfina intentó convencer a dicho juez, pero éste solo le respondía, “te vamos a sacar de allí vivo o muerto”2. Como parte del desahucio, el tribunal cumplió con su deber de informar el 3 de octubre de 1979, a la Corporación de Renovación Urbana y Vivienda para que estos procedieran a reubicar a la familia, lo cual no sucedió.
El 6 de febrero de 1980, a eso de las 9:30 am, una manada de aguaciles y miembros de la Unidad de Operaciones Tácticas llegaron a la residencia de Adolfina con la intención de cumplir la orden de desahucio. Agustín se disponía a salir a pescar y algunas fuentes aluden a que se topó con el Comandante Ángel Hernández quien a su vez le dijo: “hoy te vamos a sacar de aquí vivo o muerto”3. Otra versión afirma que el Sargento Víctor Estrella exigía el desalojo sin presentar orden alguna4. Durante la conversación, Agustín alegó que estaba en espera de un juicio pautado para el 22 de febrero, mientras le entregaba una vieja arma de fuego que poseía, corroída por el moho. Acto seguido, los policías procedieron a dispersase alrededor de la residencia y una vez rodearon la misma, iniciaron el lanzamiento de gas lacrimógeno y sometieron disparos con susarmas de fuego al interior de la casa donde se encontraban los hijos de la pareja. En ese instante  Adolfina encara la afrenta. Según varias fuentes, esta mujer corre despavorida a proteger a sus hijos5; y pretende agredir a los policías con latas que

2 El Reportero 6 de febrero de 1985.
3 El Reportero 6 de febrero de 1985.
4Claridad Separata Especial, febrero de 1980.
5Claridad Separata Especial, febrero de 1980.


contenían kerosén6;  o con machete en mano7, para luego recibir su herida mortal.
Su esposo Agustín al verla tendida en el suelo intentó socorrerla, pero fue herido por las detonaciones de la policía. El hijo mayor pudo escapar del lugar, pero no sin antes ser amenazado “a punta de escopeta” por uno de los miembros de la uniformada. Al concluir la balacera que allí se suscitó, dos agentes lanzaron a la pareja en uno de los vehículos oficiales para transportarlos al Hospital de Rio Grande, ya que en el Concilio de Salud de Loíza era posible que trabajaran personas que les pudieran identificar y enterarse de lo sucedido. Mientras los heridos eran trasladados al hospital, su casita, construida con esfuerzo, fue destruida de inmediato. Don Victoriano Villanueva, padre de Adolfina, se aproximó al lugar tras enterarse de lo sucedido y solicitó a la policía rescatar las pertenencias de la familia, pero estos le impidieron la petición mediante amenazas y ademanes con armas de fuego. Agustín Carrasquillo Pinet fue herido por cinco impactos de bala en su pierna izquierda, mientras que Adolfina Villanueva Osorio sufrió más de doce heridas que le ocasionaron la muerte8
En el juicio del vil asesinato de Adolfina, la defensa alegó  que la víctima lanzó una lata con kerosén contra  Sargento Víctor Estrella, y que éste, al intentar limpiarse los ojos, se le “zafó” un disparo de su escopeta. Las investigaciones del Negociado de Investigaciones Especiales (NIE) compilaron evidencia en la que expertos de la división declararon sobre las versiones suministradas. Se aclaró que los cartuchos de las escopetas eran del tipo que se utiliza para cazar venados. De igual forma, el análisis realizado a la supuesta lata “lanzada” por Adolfina, no mostró trazo alguno de sustancia acelerante. De igual modo, la camisa que vestía el sargento arrojó negativo al contacto con gas kerosén. La investigación concluye en que la
autoridad se excedió en el uso de fuerza para llevar a cabo el desalojo.  Este juicio, que se llevó acabo mediante jurado, se ventiló un año después de la tragedia. El juez Charlie Figueroa Álvareztuvo una labor cuestionable. Al comienzo se radica la acusación contra Víctor Estrella por asesinato en primer grado, ya que este declaró que fue quien disparó “accidentalmente”. Luego la acusación se degradó a un asesinato en segundo grado. El juez inició el proceso con regaños a los fiscales Carlos Ramos y Osvaldo Rodríguez, a los cuales no les fue permitido
6 El Reportero 6 de febrero de 1985, El Nuevo Día 12 de junio de 1981.
7Primera Hora 7 de febrero de 2006 y 7 de febrero de 2007.8Claridad, Separata Especial, febrero de 1980.


presentar la prueba en el orden propuesto. De esta forma se impidió que el Ministerio Público demostrara al jurado la evidencia que ponía al descubierto las acciones de la policía el 6 de febrero de 1980. En adición, durante el careo contra el esposo de Adolfina, el juez hizo comentarios despectivos que demostraban su evidente prejuicio debido a su falta de educación formal y su nivel económico y social. Las ofensas y comentarios hirientes contra los fiscales no cesaron, el juez manifestaba rechazo a sus planteamientos legales y continuamente les señalaba incapacidad, mala preparación y desorganización. Esta indebida intervención del magistrado sin duda influenció el veredicto del jurado, quien desconocía los procesos judiciales. El 11 de junio de 1981 los siete hombres y cinco mujeres del jurado deliberaron por más de dos horas. Con un veredicto unánime, liberaron de responsabilidad a Víctor Estrella respecto a la acusación de asesinato en segundo grado. La muerte de Adolfina Villanueva Osorio quedaría impune con esta determinación.
Posterior al caso, la familia de Adolfina inició numerosas gestiones para hacer justicia. Tuvieron la intención de impugnar el veredicto del jurado ante el Tribunal Supremo, pero dado a que las decisiones de un jurado son finales y firmes, su revisión es improbable. Por ello, solicitaron una investigación a la Asamblea Legislativa de Puerto Rico y al Departamento de Justicia de Estados Unidos. Para enero de 1981 requirieron el auxilio de la Comisión de lo Jurídico del Senado. En junio del mismo año llamaron la atención del Comité de Ética del Colegio de Abogados sobre la conducta impropia del juez Figueroa durante el proceso judicial y salió a relucir la conversación privada que este sostuvo con un testigo quien resultó ser el teniente coronel Catalino Hernández, el oficial de más alto rango en el operativo de desahucios. Además se puso de relieve la humillante oferta que hizo uno de los licenciados de la defensa, Roberto de Jesús Cintrón, de criar al más pequeño de los hijos de Adolfina, entre otros. A través del Colegio de Abogados los sobrevivientes de Adolfina se proponían emplazar al gobernador Carlos Romero Barceló para que se responsabilizara por el uso de armas para matar venados durante las ejecuciones de desahucios. Y se solicitó al Senado que investigara el caso a fin de legislar la prohibición del uso de la fuerza de choque y de armas poderosas en este tipo de proceso. Para esa época se creó un comité que exigía el esclarecimiento del crimen y se descubrió la posibilidad de que el Cardenal Aponte Martínez había comprado la finca donde asesinaron a Adolfina y su influencia directa o indirecta en los eventos. Así mismo, se llegó a conocer la existencia de varias cartas que el abogado de Quiñones le enviaba al aguacil Gilberto Figueroa detallándole los procedimientos a cumplirse para que se efectuara la orden de desahucio ya emitida. Expresaba en las cartas que su cliente era rico y que tenían que estar preparados contra reclamaciones “viciosas” que pudiera realizar la familia Villanueva. Para febrero de 1984, el Presidente de la Cámara de Representantes Severo Colberg, radicó la Resolución 869 para investigar el caso, pero no se tomó acción al respecto. Los mencionados trámites han quedado en el olvido.

Análisis victimológico del caso de Adolfina Villanueva                                                                                La victimología procura estudiar la perspectiva de la persona que sufre algún daño, sea físico, emocional o psicológico. Como disciplina investiga científicamente a los individuos  expuestos al crimen. Existen planteamientos desde  diversas teorías acerca de las razones por las cuales un sujeto particular se convierte en víctima, las relaciones con el ofensor y las predisposiciones que puedan darse para que asuma tal condición. Dentro de  los más reconocidos teóricos en la materia se encuentra Benjamin Mendelsohn, quien reconoció a través de su práctica legal, que las víctimas suelen ignorarse significativamente, que no reciben el debido respeto e inclusive son abusadas  por el Estado. Mendelsohn estableció categorías de víctimas entre las cuales podemos mencionar tres tipos: 1) la víctima de un crimen, 2) la víctima de derechos humanos y 3) la víctima en general.  Por otro lado, Hans von Hentig, encontró que en los comportamientos de las víctimas y los ofensores se enumeran factores biológicos, psicológicos y sociales que ayudan a definir el acto criminal y sus posibles consecuencias. Von Hentig establece que ciertos segmentos de la población son más propensos a ser víctimas como es el caso de los jóvenes, ancianos, mujeres y enfermos mentales.
A la luz de los postulados brevemente expuestos podemos concluir con Mendelsohn que Adolfina Villanueva Osorio fue víctima respecto a sus derechos humanos. Según nuestra constitución, “la dignidad del ser humano es inviolable. Todos los hombres son iguales ante la Ley. No podrá establecerse discrimen alguno por motivo de raza, color, sexo, nacimiento, origen o condición social, ni ideas políticas o religiosas”9. El Estado no hizo valer este mandato repetidas veces: 1)  al negarle a la familia Carrasquillo Villanueva las ayudas que reclamaron, 2) ante la falta de interés de las agencias gubernamentales en su caso y 3) con la arbitrariedad del juez Márquez durante el juicio. Los prejuicios sociales que sufrió Adolfina en vida y luego de muerta fueron múltiples debido a su negritud, pobreza y condición de género. Cabe preguntarse, ¿una mujer blanca, profesional y adinerada habría pasado por este mismo calvario? Cuando elgobierno dejó a éstos loiceños sin residencia,  incumplió la Sección 20 del Artículo II de nuestraconstitución que garantiza el que toda persona tenga derecho al disfrute de un nivel de vida adecuado  y que asegure, entre otras cosas, la vivienda para si y su familia10. De igual forma se quebrantaron los derechos humanos de Adolfina en el ámbito criminal al ser asesinada sin mayores contemplaciones y no reconocerle su derecho fundamental a la vida11.
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9Artículo II, Sección 1, Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, 1952.
10Artículo II, Sección 20, Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, 1952.
11Artículo II, Sección 7, Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, 1952.




Adolfina fue ignorada en la defensa de sus derechos, especialmente cuando los abogados desistían de la defensa y  cuando el juez Márquez se negó a escuchar las súplicas de Agustín. Lamentablemente se ha seguido ignorando a esta mujer con el paso del tiempo. Adolfina no fue respetada en ningún aspecto, ni  al momento de ser escuchada, de ser atendida, de reclamar su vivienda y la de sus hijos. El respeto faltó durante el juicio que se supone le hiciera justicia, cuando se levantaron versiones falsas que la colocaban en la posición de ofensora y merecedora de su muerte. Adolfina fue abusada consistentemente por parte del Estado al no recibir las ayudas que necesitaba, al perder la esperanza de un gobierno que promete igualdad para todos sus ciudadanos, al ser asesinada en manos de un agente de la policía cuyo deber  consiste en asegurarle la vida y la protección al pueblo y al ser víctima de un  juez que no cumplió su responsabilidad de hacer valer los derechos ciudadanos y provocando la absolución de su verdugo. El asesinato de Adolfina se explica en función de su condición de mujer negra y pobre, lo cual abarca los factores sociales, biológicos y psicológicos que von Hentig establece como elementos claves para la predisposición a ser víctima. Este acto criminal se suscita dentro de una sociedad machista, racista y donde el dinero y el estatus social es el propulsor de la obtención de
bienes entre las personas y el gobierno. De esta forma la acción delictiva puede escaparse de lasmanos de las justicia, máxime cuando el entramado jurídico no está exento de corrupción. Este crimen quedó impune por la marginación que nuestra sociedad impone y que suele desatender a una mujer con las características mencionadas. El caso de Adolfina fue olvidado con premura por la sociedad y la prensa. Nadie se hizo responsable de lo sucedido. Solo quedan las memorias de los familiares, que por ser de la misma condición, tampoco habrán de ser escuchados.  Solo resta que la conciencia del pueblo salga de su amnesia y rescate a esta víctima  y mártir que responde al nombre de Adolfina Villanueva. Recordemos aquella canción de Rubén Blades que entre sus líneas advierte: “prohibido olvidar”.










Referencias

Periódicos
Bauzá, Nydia. "Hermana de Adolfina sufre aún la agonía de la carpeta." Primera Hora, 11 nov. 2003, pág. 36.
“Carrasquillo apelará al supremo.” El Reportero, 16 junio 1981, pág. 5.
Cotto, Cándida. "Adolfina Villanueva desarrollo y resistencia." Claridad, 9 de febrero de 2007, pág. 14, pág. 31.
“El juicio de Adolfina.” El Reportero, 8 julio 1981, pág. 13.
“Jurado absuelve a Víctor Estrella.” El Reportero, 12 junio 1981, pág. 2.
Justicia Doll, Sara M. "Continúa viva la lucha de Adolfina: conmemoran el 27 aniversario de su asesinato." Primera Hora, 7 feb. 2007, pág. 26. 
Justicia Doll, Sara M. "Grito de alerta por desarrollo en Loíza: a 26 años de asesinato en desahucio." Primera Hora, 7 feb. 2006, pág. 22.
Justicia Doll, Sara M. "Loíza rinde homenaje a Adolfina Villanueva: En el 25 aniversario de su asesinato." Primera Hora, 7 feb. 2005, pág. 18.
Marrero, Lilliam. “Abogado terrateniente influencio alguaciles.” Claridad, del 29 de febrero al 6 de marzo de 1980.
Marrero, Lilliam. “Fortaleza no contesto petición de ayuda.” Claridad, del 22 al 28 de febrero de 1980.
Marrero, Lilliam. “Presionan a testigos de Masacre de Loíza.” Claridad, del 15 al 21 de febrero de 1980.
Marrero, Lilliam. “Reportaje sobre la Masacre de Medianía Alta: “Asesinos con licencia y con la ley de su parte.” Claridad, febrero de 1980.
Marrero, Lilliam. “Solicitan reabran investigación.” Claridad, del 7 al 13 de marzo de 1980.
Pérez, Jorge L. "Yo creo que ellos fueron allí a matar." El Nuevo Día, 7 feb 2010, pág. 20.
“Profesor acusa de parcial al juez Figueroa.” El Nuevo Día, 16 junio 1981, pág. 6.
“¿Quién responde por la tragedia de Adolfina?” El Reportero. 6 de febrero de 1985.
Rivera Santos, Maricelis "Conmemoran 25to. aniversario de trágico desahucio." El Vocero, 3 de febrero de 2005, pág. 5.
 “Testimonio de coraje y tristeza por el doble asesinato de Adolfina Villanueva.” Claridad, 3-9 julio 1981, pág. 2 (En Rojo).
“Unánime la absolución de Estrella.” El Nuevo Día, 12 junio 1981, pág. 5.


Otras Fuentes
Artículo II, Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, 1952.
Denis, Yvonne. (2010). Capá Prieto. “Last rites in the palms”. Isla Negra Editores.
Nieves, Efraín. “Adolfina” (poema).  5 de febrero de 2007.
Reyes Berríos, Edwin. “Son cimarrón por Adolfina Villanueva (poema): 1987”. Exégesis, año 5, núm. 14; 1992.
Santos, Mayra. (1995). “A Adolfina Villanueva pescadora y rescatadora de su porción de tierra en Vacía Talega, Loíza: (poema) muerta por guardias contratados el 6 de febrero de 1980”. Revista de estudios generales, año 9, núm. 9, vol. 1; 1994-1995
Wilson, J. (2009). “The Praeger Handbook of Victimology.” Greenwood Publishing Group. ABC-CLIO, LLC, California, United States.









Juanita Ojeda, ejemplo digno de la lucha y pasión por un ideal
 “Si la mujer es débil, todos somos débiles
            -Pedro Albizu Campos en un discurso en
Utuado el 23 de febrero de 1950
 Glorimar Rodríguez González
Desde la década de 1930 la mujer puertorriqueña ocupó posiciones de liderazgo dentro del Partido Nacionalista. Líderes como Blanca Canales, quien declaró la República de Puerto Rico[65]; la educadora y ferviente seguidora de Pedro Albizu Campos, Isabel Rosado; Rosa Collazo, quien luchó por los derechos de los obreros; Lolita Lebrón, quien pasó más de 20 años en cárcel por el ataque del Congreso; las combatientes Carmín Pérez y Doris Torresola, entre muchas otras, fueron parte esencial dentro del movimiento nacionalista. Todas dignas de ser honradas por su dedicación, seguridad y pasión hacia su ideal.
Líderes del Partido Nacionalista de Puerto Rico: (de izquierda a derecha) Juanita Ojeda, Blanca Canales, Isabel Rosado y Carmín Pérez[66]
Juan Antonio Corretjer, escritor, poeta y líder del Partido Nacionalista, calificó a Utuado como baluarte del Partido Nacionalista.[67] Elías Beauchamp y Ángel Mario Martínez, muertos a manos de la policía; Luis Baldoni, quien  defendió la bandera puertorriqueña a tiros  y dio a conocer la carta en la que el Dr. Cornelius Rhoads denigraba al puertorriqueño e indicaba que había inyectado cáncer a los puertorriqueños; don Francisco Galeno Cabán, el hombre que pagó la fianza de Pedro Albizu Campos en el 1936; Heriberto Castro, considerado por el FBI como uno los líderes de los Cadetes de la República más importantes de Puerto Rico; y Damián Torres, Presidente de la Junta Municipal Nacionalista quien fue un gran contribuidor del Partido y otros muchísimos líderes utuadeños  hicieron de este municipio como el bastión del nacionalismo.
La mujer nacionalista en este municipio tampoco se queda atrás. Como por ejemplo la farmacéutica Edelmira Santana en el 1936 el FBI la calificó como miembro honorario del Partido Nacionalista.[68] También fue parte de la Junta Municipal Nacionalista de Utuado, a pesar de que el machismo era muy marcado en su época. Era vigilada por las autoridades ya que habían recibido confidencias de que tenía armas enterradas en el patio de su casa. En este pueblo hubo un cuerpo de mujeres nacionalistas, el cual fue comandado por Ángeles, hija de Edelmira.[69] 
En la década del 1930 la joven Juana Ojeda Maldonado comenzó a conocerse en Utuado como miembro activo del Partido Nacionalista. Todos la conocían cariñosamente como Juanita. Nació en Utuado el 22 de diciembre de 1905 y falleció en su pueblo natal el 14 de diciembre de 1987. Sus padres fueron Dolores Ojeda Pagán y Epifanía Maldonado de Jesús.
Desde que se dio a conocer Juanita como militante del Partido Nacionalista, el FBI y la Policía Insular, comenzó a investigarla. Una de las primeras confidencias que recibió el FBI sobre ella es que en el cuarto de su casa escondía armas debajo de unas tablas de madera del piso.[70] La primera descripción que dan sobre esta joven mujer es que es inteligente.
Utuadeños que la conocieron personalmente describen a Juanita como una mujer de un carácter fuerte, seria y muy trabajadora. Tenía la capacidad y madurez de conversar sobre cualquier tema.[71] Es muy importante señalar que parte del año 1948 fue la Presidenta de la Junta Municipal Nacionalista de Utuado, siendo en este pueblo y, lo más probable en todo Puerto Rico, la única mujer en ocupar dicha posición.[72]
Juanita se destacó durante las décadas de 1930 y la del 1940 como Tesorera de la Junta Municipal Nacionalista de Utuado. Ocupó esa posición en muchísimas ocasiones. Como Tesorera de la Junta Municipal Nacionalista de Utuado estaba encargada de cobrarle una cuota a cada miembro del Partido en Utuado y entregárselo al Tesorero de la Junta Nacional. Como por ejemplo, en el 1936 la cuota por Cadete de la República era de $2.00.[73] Ella, junto a su hermana Ana, organizaban bailes para recaudar fondos. En muchas ocasiones, no se les decía a los invitados el motivo de la actividad.[74] Por ende, asistían y compartían personas de todas las ideologías políticas.[75] Además de organizar bailes, ella hacía rifas y ventas de pasteles a beneficio del Partido Nacionalista.
Juanita se dedicó a la costura. Muchas de las banderas para los actos y la de las tumbas de los nacionalistas caídos en acción fueron cosidas por ella. Les cobraba muy poco a las personas por sus servicios. De hecho, si la persona no contaba con el dinero no tenía que pagarle. Como por ejemplo, relata la utuadeña Eva Álvarez Cortés, quien nunca olvidará el acto gentil de Juanita y Albizu que tuvieron con su hermana.[76] La hermana de Eva se iba a casar, y la pareja como era muy pobre no tenía el dinero para comprar o alquilar el traje de novia. Albizu se entera de la situación y le compra la tela para el traje. Juanita se lo cosió sin cobrarle, logrando ambos concederle el deseo de la joven novia.
La amistad de Juanita con Albizu era una de mucha de confianza ya que la mayoría de las veces que él visitaba a Utuado o pueblos limítrofes se quedaba en casa de la utuadeña. Pero como ella era muy pobre, conseguía bloques de cemento, una tabla grande y un “mattress” para convertirlos en la cama de Albizu.[77] Parte de la década de 1940 Juanita vivió en el Sector Bubao, al frente del antiguo negocio El Canal de Panamá, a pasos de la casa del líder de los Cadetes de la República en Utuado, Heriberto Castro.
A finales de esa misma década,  Juanita participaba en actividades nacionalistas fuera de Utuado. Hacía presencia en mítines, reuniones, asambleas y conmemoraciones del Partido. En muchas ocasiones iba acompañada de los líderes utuadeños Heriberto Castro y Damián Torres. Siempre estaba a la disponibilidad de su máximo líder, Pedro Albizu Campos. Como por ejemplo, el 22 de septiembre de 1949 albergó en su residencia, en Utuado, catorce hombres armados que estaban encargados de la seguridad de Albizu.[78] Al día siguiente, el grupo de hombres, Juanita y Heriberto Castro salieron de Utuado hacia Lares para la conmemoración del Grito de Lares. En el lugar del evento la policía estuvo pendiente de estos hombres ya que le habían llegado confidencias de que estaban armados. Pero nada aconteció fuera de lo normal.
El 30 de octubre de 1950 estalló en Utuado y en otros pueblos la Insurrección Nacionalista. Al día siguiente las autoridades hicieron un allanamiento en los hogares de varios nacionalistas donde encontraron listas de miembros del Partido. Estas listas fueron utilizadas para que la policía llevara a cabo un gran número de arrestos en Utuado. Una de las arrestadas fue Juanita Ojeda. La nacionalista resultó culpable del cargo por violación de la Ley de la Mordaza de 1948. Esta ley consistía en que cualquier persona que fomentara, abogara, aconsejara o predicara el derrocar, destruir o paralizar el Gobierno Insular iba a ser acusado por delito grave. A Juanita se le dio una sentencia de hasta un máximo de 13 meses, la cual pagó y terminó cumpliendo nueve meses más con “exceso de preventiva”.[79] Salió a la libre comunidad el 17 de septiembre de 1952.
El tiempo que estuvo encarcelada Juanita no logró callar, ni apagar el amor y la pasión que tenía por su ideal. De hecho, ella estaba clara que si algún día tenía que sacrificar su vida por la libertad de Puerto Rico lo haría sin ningún problema.[80]
Para estar más cerca de Albizu se mudó a Río Piedras. Ella fue la persona que se encargó del cuidado de Abizu hasta la muerte de él. También visitaba con regularidad a los nacionalistas arrestados. No tan sólo eso, le llevaba flores a las tumbas de los nacionalistas utuadeños y de otros pueblos.
En septiembre de 1953, Albizu fue indultado por el gobernador Luis Muñoz Marín debido a su mala condición de salud. Juanita con un grupo de nacionalistas fueron a buscarlo a la cárcel. El FBI la describe a ella, para ese año, como uno de las personas de mayor confianza de Albizu.
El 1 de marzo de 1954 su suscitó el ataque al Congreso por parte de un grupo de nacionalistas, entre ellos Lolita Lebrón. Acto que le costó el encarcelamiento a los que participaron en el suceso, Albizu y otros nacionalistas en Puerto Rico. Nuevamente Juanita quedó arrestada.
Parte de la década de 1950 y la del 1960 Juanita ocupó la posición de Tesorera de la Junta Nacional del Partido Nacionalista. Ella estaba encargada de pagar la renta del Comité Central, los gastos personales de Albizu y del Partido Nacionalista. [81] Como lo que se recogía no daba lo suficiente para costear estos gastos, Juanita tuvo que trabajar tanto de día como de noche en su negocio de costura. No hay la más mínima duda que de que estaba completamente dedicada a Albizu y a su Partido. Así que se convirtió en la líder más activa del Partido Nacionalista para esa fecha.[82]
Las visitas a Albizu en el Hospital Presbiteriano estaban prácticamente prohibidas, sólo Juanita podía visitarlo ya que era la persona encargada de él. De hecho, no siempre pudo entrar como, por ejemplo, en el 1961 sólo se le permitía que le trajera piezas de ropa limpias y misceláneas, debido a su estado de gravedad. Los amigos fieles de Albizu no podían visitarlo. Por tal motivo Rosa Collazo y Julio Pinto Gandía, con Juanita como cómplice, lograron burlar a los agentes encargados de la seguridad del líder.[83] Con la ayuda de ella, estos dos grandes seguidores de Albizu pudieron verlo y abrazarlo. Siendo el acto calificado por Rosa como uno inolvidable.
Nuevamente Luis Muñoz Marín indultó a Albizu en el 1964 debido a su estado crítico de salud. Así que fue llevado a casa de Juanita. La nacionalista no descansaba por cuidarlo. Tanto así, que se desvelaba para estar segura de que él no sufriera. Sacrificio que nacionalistas, como Rosa Collazo, reconocieron.[84] Fue allí, en su hogar, donde Albizu vio por última vez el sol salir.
Los asesinatos, arrestos y persecuciones a miembros del Partido Nacionalista logró que el número de simpatizantes bajara considerablemente después de 1954. Juanita demostró no tener miedo a las consecuencias y se mantuvo cada día más firme y con un sentimiento más fervoroso hacia la lucha de la libertad de su patria. La cárcel, las persecuciones y el discrimen por los que ella vivió, hicieron de ella más que de una mujer con creencias nacionalistas, sino el digno ejemplo de  una verdadera pasión y la lucha que se puede tener por un ideal.












Mujeres luchadoras-  Ecofeminismo, ambientalismo e historiografía contemporánea de Puerto Rico
Roxanna D. Domenech Cruz, Ph.D  

Perfiles (1993)

Este trabajo investiga la relación existente entre el ambientalismo y el feminismo en la historia contemporánea puertorriqueña.  La selección de este tema responde al interés en contribuir y ampliar  la  escasa investigación que existe sobre el mismo en Puerto Rico, considerandolo desde una perspectiva de género. Indaga sobre el papel protagonizado por las mujeres en las luchas ambientales desde fines de la década del 1960 hasta el 2009 e investiga  si sus  experiencias ayudaron a articular el movimiento ambiental puertorriqueño.  Formula las siguientes preguntas: ¿Integraron las feministas a sus luchas  el asunto del medio ambiente?  Si lo hicieron, ¿Cómo?  ¿Escucharon  los ambientalistas e integraron los reclamos de las mujeres? ¿Incluyeron los estudios ambientales la perspectiva de género? Es el interés de este trabajo documentar la participación significativa de las mujeres puertorriqueñas en las luchas ambientales  contemporáneas  con el fin de propiciar y alentar el estudio de esta participación ante la falta de reconocimiento de la misma en nuestra  historia reciente.
El término “género” se utiliza  para significar la diferencia de los roles, derechos y responsabilidades entre  hombres y mujeres, y también para signar la relación entre ellos. Cuando se habla de “género” nos referimos a la forma en que sus cualidades, conductas e identidades se encuentran determinadas por el proceso de  socialización. Generalmente el término se asocia a la desigualdad tanto en el poder como en el acceso a las decisiones y los recursos. Los lugares que ocupan en la sociedad las mujeres y los hombres se  ven afectados o determinados por las realidades históricas, religiosas, económicas y culturales.  Estas relaciones y responsabilidades pueden cambiar a través del tiempo[85].  
En este trabajo se exponen y trabajan métodos historiográficos de historias de mujeres, historia oral, historia social e historia ecológica y ambiental.  Se presentan  entrevistas, testimonios, charlas, documentos primarios y secundarios para evidenciar así el rol de las mujeres dentro de las luchas ambientales y su gestión y compromiso por un desarrollo sustentable. El trabajo investigativo de campo consta de un total de veinte entrevistas realizadas a hombres y mujeres líderes del incipiente movimiento ambiental y también a militantes feministas.  Esto permite documentar diversas perspectivas existentes entre los distintos protagonistas de estas luchas.  El análisis de estas entrevistas se hace a partir de los estudios de género, el ecologismo y el ambientalismo.  Este estudio se inserta en el contexto histórico de los siglos XX y XXI.
  A pesar de que uno de los movimientos más extendidos en el Caribe es el ambientalista, y que se está  tomando en cuenta las graves consecuencias que enfrenta la región a causa de “la deuda social y ecológica acumulada por las potencias imperialistas de la región”[86],  existe una gran carencia de investigaciones y documentación acerca de dicho movimiento como uno sociopolítico.  Además, el rol de las mujeres en las luchas ambientales es un tema poco conocido y evaluado en el mundo, en el Caribe y especialmente en Puerto Rico. Al momento, la historiografía le ha concedido poca importancia a la documentación y análisis de sus experiencias y del trabajo que ellas realizan en la protección y cuidado del ambiente.
Este estudio parte de la inferencia sobre la existencia de un vínculo entre los movimientos feministas puertorriqueños y el ambientalismo en la Isla. Sin embargo, la búsqueda de documentación que verifique tal enlace se ha hecho difícil, por lo poco que  hay escrito sobre el feminismo después de la década de los ochenta del pasado siglo XX,  al igual que sobre el ambientalismo como movimiento político-social y como campo de estudio historiográfico.  El ecofeminismo en particular es un concepto escasamente conocido y por ende,  poco documentado en Puerto Rico.  Esta investigación contribuirá por ello al campo del estudio del feminismo  y  del ambientalismo en la Isla, ya que se enfoca en  rescatar la evidencia de la relación existente entre los feminismos contemporáneos y las mujeres dentro de los movimientos ambientalistas.
Así pues, este trabajo muestra los enlaces que existen entre la conciencia de género y el movimiento ambientalista en Puerto Rico, particularmente la perspectiva de género dentro de la lucha de varias comunidades.   Como antes visto, este tema se seleccionó primeramente, por la falta de documentación sobre las luchas ambientales en la Isla y el rol de las mujeres en el contexto de estas luchas.  En segundo término, en la medida que realizamos investigaciones sobre el tema encontramos que en muchas de las luchas comunitarias del país las mujeres son  las líderes, y sin embargo, este hecho no está recogido formal o académicamente. 
  Según los enunciados de la historiadora de mujeres, Gerda Lerner, en el presente se debe entender y estudiar a los que escribieron la historia, las preguntas que hicieron al momento de investigarla y escribirla, cuestionar quiénes detentaban el poder durante esa época y cuáles eran las tradiciones culturales vigentes.  Esto con el propósito de explicarse la historia detrás de la historia y así poder visualizarla críticamente y no continuar perpetuando los patrones de inequidad e injusticia que esconden los textos históricos sobre todo en el referente a la presencia de las mujeres.
Se espera que trabajos como éste fomenten la inclusión de las  mujeres en los documentos históricos, no sólo como agentes históricos, sino como gestoras de cambio social.  Para lograr dicha inclusión las y los historiadores tienen que rescatar y visibilizar las aportaciones de las mujeres a diferentes causas y en diferentes renglones de la sociedad.  Se hace necesaria la reconstrucción de nuestra historia desde la perspectiva de quienes la gestan, no tan solo de quienes la escriben o tienen el poder de contarla.  Las mujeres son al respecto, las invisibles y las que necesitan ser incluidas en esa reconstrucción social de la memoria.  Es precisamente el objetivo de este trabajo contribuir a esa reconstrucción de la memoria social, que día a día construyen las mujeres de este país al determinar luchar por sus familias, su ambiente, sus recursos, la justicia y por ende, la calidad de sus propias vidas.
En su libro Desalambrar[87], Liliana Cotto Morales discute la importancia del rescate de la memoria de la lucha para luego utilizarla como fuerza de comienzo y continuación de otras luchas. En este contexto utiliza la palabra rescate como la acción de rescatar  los movimientos sociales en Puerto Rico como memoria colectiva y por ende, la creación del mundo de la resistencia. Al  plantear que necesitamos heroínas y héroes como Adolfina Villanueva y Carmelo Félix (protagonistas de la lucha de rescate de terrenos en Piñones y Vieques respectivamente), para que nos ayuden en la concreción de esta memoria, Cotto Morales obliga a repensar nuestra memoria histórica como una que necesita su reconstrucción.  Así sostiene que tenemos que rescatar nuestra memoria social, nuestra historia y nuestra tierra.
A pesar de que Cotto Morales dedica su libro a los rescates de terrenos en la Isla  (de 1968 al 1976 y los 1990 a principios del 2000), su trabajo es pertinente para esta investigación en la medida que el mismo recoge el concepto del contrapoder.  En el Prólogo de este libro, Carlos Rojas Osorio comenta que la interpretación que Cotto Morales brinda “no es la historia de los poderosos, sino de un contrapoder que tuvo su acción protagónica en Puerto Rico… fuerza que retó a los poderes constituidos…” (1). Nuestro trabajo también presenta la historia de “un contrapoder”  formado por un grupo de mujeres de acción que han logrado preservar sus comunidades, la salud de su familia y la conservación de nuestro medio ambiente.  Las mujeres suelen ser las que conocen mejor las necesidades de las comunidades en que residen, por ser ellas las que están en mayor contacto con su comunidad, con los problemas que afectan a ésta, a sus niños y a su medio ambiente.
Las mujeres tienden a organizarse entre ellas y a organizar sus comunidades de manera democrática, activa y eficaz.  Poco a poco muchas mujeres se han ido convirtiendo en líderes comunitarias y de organizaciones que luchan por la salud y la conservación del ambiente que les rodea, rompiendo así con los esquemas de género establecidos por la sociedad puertorriqueña. Esquemas que aún, en pleno siglo XXI, posicionan a las mujeres en la casa (esfera privada) y no en la calle (esfera pública) aunque tengan trabajos asalariados o sean figuras políticas o líderes comunitarias.
Los planes de desarrollo nacional e internacional no han tomado en cuenta a las mujeres y mucho menos al medio ambiente.  Las mujeres, hasta fines del siglo XX, parecieron estar invisibles, como si nada o poco tuvieran que ver con los grandes procesos de cambios económicos mundiales, regionales y nacionales.
  En Puerto Rico, en particular, la industrialización tuvo un gran impacto en la familia, en el rol de la mujer e incluso resultó en grandes olas migratorias en búsqueda de sustento. Consecuentemente se ha ignorado el impacto del desarrollo sobre la naturaleza.  La construcción de múltiples viviendas y carreteras ha tenido efectos nefastos sobre nuestro medio ambiente (suelo, agua y aire).  Comunidades enteras han sido desplazadas, cuerpos de agua desviados y ecosistemas eliminados. Además, existen problemas a causa de una gran densidad poblacional y sobre consumo[88];  aunque generalmente se destaca la densidad poblacional y no el sobre consumo que es un problema mucho mayor[89].  El desarrollo comercial ha pasado por alto la interdependencia de los ecosistemas; esto es evidente en la mentalidad de los gobernantes, inversionistas y comerciantes de nuestra Isla al continuar construyendo estructuras de cemento y carreteras en forma desmedida.  Puerto Rico ha experimentado, desde las últimas décadas del siglo XX y lo que va de éste, un crecimiento desmesurado de viviendas y otras estructuras  que causan graves problemas a nuestro medio ambiente (afectando nuestros abastecimientos de agua e incrementando la extracción de arena de las zonas costeras, entre otros)[90].
¿Cómo han sido afectadas las mujeres puertorriqueñas por dicho “desarrollo” desmesurado?  ¿Cómo se han manifestado en contra de ello?  Esta tesis documenta la existencia de mujeres que trabajan activamente en causas ambientalistas y algunas incluso han formado parte de organizaciones que luchan por los derechos de la mujer.
Esta investigación confirma que, a pesar de existir tal liderazgo, las mujeres en Puerto Rico, así como sucede en otras partes del mundo, suelen estar en minoría en los cargos de poder dentro de grupos ecologistas y ambientalistas. En su libro Feminismo y ecología[91], Mary Mellor habla de la ausencia de puestos directivos en las organizaciones ambientales por parte de las mujeres a pesar de que un 60 – 80% de los miembros de las organizaciones ambientalistas en todo el mundo son mujeres.  Mellor cita a Joni Seager[92], para apuntar que “… la mayoría de las mujeres que participan en movimientos de base no realizaron actividades semejantes antes, y a menudo, tienen que soportar acusaciones de ignorancia e histeria no sólo de ‘expertos’ y funcionarios, sino también de sus parientes varones” (Mellor 38).  Las tensiones que surgen en familias en que los hombres sienten que su papel de protectores y proveedores de la familia está amenazado, resulta un factor importante de análisis.  Esta actitud cultural también se observa en Puerto Rico. 
En este trabajo se utiliza la teoría ecofeminista que busca una conexión entre la explotación y la degradación del mundo natural y la subordinación y opresión de las mujeres.  Este pensamiento, que se nutre del feminismo radical[93] y de la crítica del patriarcado[94],  rechaza una relación esencial entre la mujer y el mundo natural[95].  Sostiene que es un movimiento que lucha por la liberación de la mujer, junto a la de la naturaleza y el medio ambiente.  Expone las razones por las cuales las mujeres participan activamente en las reivindicaciones y luchas medioambientales; así como por la protección de los recursos naturales y por la seguridad de sus familias y comunidades.
Es importante aclarar en este sentido que no se pretende representar a “la mujer” como “la madre Tierra”; entendemos los peligros que corremos al hablar sobre la mujer como un concepto o una categoría[96].  También, estamos conscientes de los peligros de caer en la trampa del determinismo biológico, de los universalismos y esencialismos al tomar una premisa ecofeminista.  Aunque respetamos las vertientes ecofeministas que reclaman y celebran el cuerpo de las mujeres y su unión con la naturaleza, no concordamos con ellas. Después de varias lecturas, percibimos estas posturas en alguna medida reduccionistas[97]
Este trabajo integra la vertiente del ecofeminismo desde la perspectiva de la liberación de las mujeres y del medio ambiente, una vertiente que promueva estrategias y soluciones heterogéneas ante la crisis ecológica en que vivimos y que no se interprete como un gesto regresivo para el feminismo ni para las mujeres. Se intenta proyectar esta vertiente del ecofeminismo[98] como una política de resistencia o contrapoder, como un movimiento social que contiene una base teórica respetada y a la vez accesible y práctica.  Tampoco rechazamos el desarrollo económico, ni la ciencia, ni la tecnología, sostenemos que detrás de los discursos de la modernidad, del progreso, del desarrollo y de los avances tecnológicos, existen intereses escondidos y parciales, involucrados en relaciones de poder y contradictorios al bien común. 
Para  estudiar dicho contrapoder, el rol de las mujeres dentro de las luchas ambientales en la Isla, seleccionamos algunas comunidades en las que han sido mujeres las que han tomado las riendas de una lucha ambiental.  Las comunidades aquí representadas forman parte de, pero no se limitan a, los municipios de: Caguas, Cataño, Cayey, Fajardo, Guayama, Humacao, Loíza, Ponce, Salinas, San Juan y Vieques.  Se incorporan entrevistas formales e informales con  varias mujeres organizadoras y activas en organizaciones o agencias medioambientales en la Isla como: Marianne Meyn, Nereida González e Isabel Rodríguez Juarbe,  al igual que con feministas, como las profesoras y escritoras María de Fátima Barceló y Margarita Mergal y la periodista, Eneid Route Gómez.  Además de otros organizadores comunitarios como Wilfredo López Montañez, Ramón Sepúlveda y Félix Ortiz.
Este trabajo, sobre todo, documenta las voces e historias de mujeres que han luchado por el medio ambiente en sus comunidades y aún no han sido reconocidas en la Isla por su gran labor.  Reconocemos que aún quedan muchas mujeres luchadoras en Puerto Rico que no conocemos o que no pudimos contactar al momento de llevar a cabo esta investigación, esperamos que se sientan aludidas y reconocidas a través de este trabajo, ya que uno de los propósitos de la misma es suscitar otras investigaciones para que así continuemos conociendo y profundizando sobre estas mujeres, la sostenibilidad y la historia ambiental de nuestro país a través de los años[99]. 
Las mujeres mencionadas no son sólo luchadoras por participar de manera activa en las movimientos ambientalistas de la Isla, son luchadoras por asumir todos los roles asignados a la vez que son activistas.  Estas mujeres son madres, abuelas, cuidadoras de sus padres envejecientes, trabajadoras asalariadas, domésticas y líderes comunitarias.  Sus vivencias sustentan las teorías de género y del ecofeminismo.  Este trabajo evidencia y documenta su participación en las luchas ambientales, y aún más importante, analiza su presencia dentro de las luchas e identifica las características que comparten como mujeres puertorriqueñas dentro de un contexto histórico, social y ecológico contemporáneo – por qué militan y cómo militan (integrando los roles asignados por la sociedad, la triple jornada y desventajados niveles económicos).  Todos y todas somos responsables del futuro de nuestro entorno natural.  Esta es una de las razones por las cuales este tipo de estudio es de suma importancia, pues nos lleva a observar de manera crítica la realidad medio ambiental del país; las realidades de las mujeres que se dedican a denunciarla y presenta las alternativas que se construyen en el camino hacia la equidad y la sostenibilidad. 

De izquierda a derecha: Johanne Vélez, Roxanna Domenech, Judith Conde, la Directora de la Oficina de la Mujer en Caguas, Moderadora durante la Conmemoración de la Semana de la mujer; Oficina de la mujer del Municipio Autónomo de Caguas.  10 de marzo de 2009, Jardín Botánico y Centro Cultural de Caguas, Puerto Rico













Ponentes








José Luis Colón González
Nació en Vega Baja. Posee un bachillerato en Educación Secundaria y una maestría en Administración Pública, ambos de la Universidad de Puerto Rico. Se ha desempeñado como asambleísta municipal, maestro de escuela, director de Asuntos Culturales, Representante a la Cámara y asesor legislativo. Es miembro fundador del Grupo sobre el Estudio de la Biografía, concentrándose en el estudio de la biografía política en Puerto Rico.
Algunas de sus publicaciones son: Jorge Font Saldaña: Un hombre para todos los tiempos (2008); Caribe China: Ventana  a la modernidad (2008) y Palmira Cabrera de Ibarra: La trayectoria de una líder (2011). Actualmente cursa estudios conducentes al grado de Doctor en Filosofía con concentración en Historia de América en la Universidad Interamericana de Puerto Rico, Recinto Metro, donde se desempeña como Ayudante Ejecutivo de la rectora Marilina Wayland.



Yolanda Martínez Viruet

Es utuadeña y posee un bachillerato y una maestria en Artes y Ciencias con concentración en Justicia Criminal de la American University en Bayamón.  Completó una certificación de Estudios Avanzados conducentes a Doctorado en Derecho de la Universidad del Pais Vasco (España).  Actualmente trabaja en su tesis sobre Maria Libertad Gómez Garriga. Es Mediadora de Conflictos certificada por el Negociado de Métodos Alternos y el Tribunal Supremo de Puerto Rico y pertenece a la Asociación por la Historia de Utuado. Hace 17 años trabaja para la Autoridad de Energia Eléctrica en la Oficina del Administrador Regional en Arecibo.  Vive en Manatí junto a su esposo Félix Díaz y se declara enamorada de la historia....

Raquel Rosario-Rivera, Ph.D.

 

Catedrática del Departamento de Humanidades de la Universidad de Puerto Rico en Bayamón. Posee dos maestrías, una en Pedagogía con concentración en Historia de la Universidad Interamericana de Puerto Rico y otra en Estudios Puertorriqueños del Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe. Sus estudios doctorales fueron realizados en la Universidad de Valladolid, España con concentración en Historia de América (1988). Sus investigaciones han girado en torno al proceso migratorio a Puerto Rico en el siglo XIX. Fue presidenta de la Sociedad Puertorriqueña de Genealogía durante dos años (1998-2000). Ha publicado diversos trabajos en revistas profesionales, locales y extranjeras. También ha publicado los siguientes libros: Los emigrantes llegados a Puerto Rico procedentes de Venezuela entre 1810-1848 (1982), La Real Cédula de Gracias de 1815 y sus primeros efectos en Puerto Rico (1995) y María de las Mercedes Barbudo(1997). Como editora publicó La llegada del cíclope: una visión en torno al huracán San Ciriaco, cien años después de su visita,  Fundación Puertorriqueña de las Humanidades, 2000.  En el 2005 el Municipio Autónomo de Caguas le comisionó el Libro Primeras Familias Pobladoras de Caguas. Desde el 2007 ocupa un sitial como  Académica de Número de la Academia Puertorriqueña de la Historia.

Yamila Azize-Vargas, Ph.D.
Directora, Saludpromujer, Depto. Obstetricia y Ginecología, Escuela de Medicina, U.P.R. Graduada de la Universidad de Puerto Rico (BA) y la Universidad de Pennsylvania(PhD). Es autora del libro La mujer en la lucha, pionero en investigar la historia de las luchas feministas de fines del Siglo 19 hasta principios del Siglo 20 en Puerto Rico. Editora y co-editora de La mujer en Puerto Rico, & Mujer y Ciencia: Investigación y Currículo y autora de  diversos artículos en los temas de mujer y género. Dirigió dos encuestas nacionales sobre el aborto en Puerto Rico en 1991 y 2001. Actualmente dirige Saludpromujer, un programa de enfoque interdisciplinario dedicado a actualizar el currículo de ls ciencia de la salud en temas de salud sexual reproductiva.

José Troche
Nació en Mayagüez Puerto Rico.  Se graduó de bachiller en Economía en el recinto de Río Piedras.  Ha trabajado en la empresa privada y en el sector cooperativista.  Troche se ha dedicado también a componer piezas musicales para baile, algunos sus trabajos se han presentado en el Conservatorio de Música de Puerto Rico y el Centro de Bellas Artes, Luis A. Ferré.  Actualmente se encuentra terminando sus estudios graduados en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe en Estudios Puertorriqueños y del Caribe.  Entre los temas que más le han interesado son la historiografía de la música en Puerto Rico y la historia económica del país.
Gerardo Hernández Aponte, Ph.D.
Nació en Río Piedras, Puerto Rico, en 1979. Es Doctor en Filosofía con especialidad en Historia por la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Fue miembro de la Comisión Histórica de la Causa de Canonización de la Madre Soledad Sanjurjo Santos, religiosa Sierva de María Ministras de los Enfermos; Ayudante de Investigación en la Colección Puertorriqueña del Sistema de Bibliotecas de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, y evaluador externo de la Fundación Puertorriqueña de las Humanidades en el Simposio Iglesia, Estado y Sociedad en Puerto Rico: el desafiante siglo XVII, celebrado del 26 al 28 de octubre de 2006 en la Universidad del Sagrado Corazón en Santurce. Ha colaborado en algunas investigaciones como, por ejemplo, la Causa de Canonización del Maestro Rafael Cordero y Molina. Ha presentado trabajos en congresos en Estados Unidos de América, Brasil, Canadá, Colombia, España y Puerto Rico. Por su labor académica ha recibido los siguientes reconocimientos: Premio Fundación Luis Muñoz Marín (2001), Premio a la mejor Tesis de Maestría (2005) y una Mención de Honor en el Certamen de Historia de la Academia de Artes y Ciencias de Puerto Rico (2009). Sus líneas de investigación giran en torno a la historia eclesiástica y de las religiones y es miembro de la Asociación Latinoamericana para el Estudio de las Religiones (ALER).
Tiene en prensa dos libros: La salud y la labor social: ministerio de las Siervas de María Ministras de los Enfermos en Puerto Rico (1887-1921), con el Instituto de Cultura Puertorriqueña, y La Iglesia Católica en Puerto Rico ante la invasión de Estados Unidos de América: lucha, sobrevivencia y estabilización (1898-1921), con la Editorial Tiempo Nuevo y el auspicio de la Academia Puertorriqueña de la Historia y el Decanato de Estudios Graduados e Investigación (DEGI) de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Actualmente se desempeña como profesor a tiempo parcial en la Universidad Interamericana de Puerto Rico, Recinto Metropolitano, institución donde también labora como Ayudante de Coordinación del Museo Puertorriqueño de Antropología Religiosa.
Yolanda Molina Serrano, Ph.D
Se desempeña como Catedrática Auxiliar en el Departamento de Pedagogía de la UPR de Utuado. Es graduada de University of New York State at Buffalo, y su tema de tesis doctoral fue: "El desarrollo de relaciones espaciales en el dibujo de niños preescolares". Desde muy joven la Dra. Molina Serrano ha incursionado en el mundo de las Artes y la Literatura, en los cuales ha presentado exposiciones de sus dibujos y pinturas y publicado libros de poesía respectivamente. Es además Artesana Certificada en la Talla de Reyes Magos.

Myrna Herrera, Ph.D.
Puertorriqueña, hatillana. Ejerce como profesora del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Interamericana, Recinto de Arecibo. Posee un doctorado en Filosofía y Letras del Centro de Estudios Avanzados, con especialidad en Historia de Puerto Rico y el Caribe. Sus trabajos de investigación se concentran en los temas de género, emigración e historia oral. Ha participado en los Congresos de Historia Oral en Panamá y en Guadalajara, México. Su tesis doctoral fue publicada por Isla Negra Editores con el título Mujeres Dominicanas, 1930-1961: antitrujillistas y exiliadas en Puerto Rico con el prólogo del Dr. Jorge Rodríguez Beruff.
Contribuyó a la publicación del libro La biografía en Puerto Rico, con el ensayo: “Propuesta prosopográfica para el estudio de las maestras de Hatillo”. Se encuentra colaborando en la publicación de la historia del recinto de la Universidad Interamericana de Puerto Rico en Arecibo. Le apasiona el ser humano, la historia, la tierra y la patria.
Carmen Alicia Morales, Ph.D.
Se ha destacado internacionalmente como escritora, investigadora, fotógrafa y artista.  Obtuvo un bachillerato en teatro y literatura inglesa en 1967 (Universidad de Puerto Rico) y en 1973 una maestría en teatro (Catholic University of America, Wash. D.C.).  En 1984 obtuvo un grado en educación  (Universidad de Maryland). Fue becada por la embajada de España para estudiar literatura en la Universidad Complutense (Madrid, 1986) y Alcalá de Henares (Alcalá, 1997).  Estudió literatura y arquitectura islámica becada por el Centro de Estudios Islámicos en Nuevo México (2001).  Obtuvo su doctorado en Historia Antigua y Medieval en la Universidad de Valladolid (2009) especializándose con su tesis doctoral Isabel de Castilla: una psicobiografía.
En historia ha publicado los ensayos: “Isabel de Barcelos: su contribución a la educación de Isabel la Católica”,  Revista Medieval Iacobvs (2009); “La psicobiografía: consideraciones y sugerencias para su aplicación a la vida de Isabel I de Castilla”,  Ensayos sobre Biografía , Ediciones Puerto (2010);  “Isabel I de Castilla: una psicobiografía”, Revista de Historia Antigua y Medieval de la Universidad de Valladolid (2010); “La niñez en la corte itinerante de Isabel la Católica a la luz de las Cuentas de Gonzalo de Baeza”,  Revista de Historia de España de la Universidad Católica de Buenos Aires y el Instituto de Historia de España (2011); “La psicobiografía: nueva herramienta para el estudio del Medio”,  Revista de Historia Medieval de España de la Universidad del Cuyo, Argentina (2010);  “La educación de Ponce de León: especulación sobre la posible influencia en la educación y cultura de Puerto Rico”, Las gobernaciones atlánticas en el Nuevo Mundo, Editorial de la Universidad de Puerto Rico (2011); “Procedencia de los jardines de la Casa Blanca”, Arq.i.tec, (2012); “La adolescencia de Isabel I de Castilla: su educación y modelo monárquico para una reina”, Red Cultural Revista Medieval, (Chile, 2011); “Isabel de Barcelos: su vida en Arévalo”, Revista La llanura de Arévalo, (España, 2012).
Actualmente se dedica a participar en congresos y conferencias sobre historia medieval con especialidad en el tema de la mujer hispana medieval.     
Nereidín Feliciano, Ph.D.
Tiene un trasfondo interdisciplinario, ya que posee un bachillerato en Arte de la Universidad de Puerto Rico; una maestría en Relaciones Públicas de la Universidad del Sagrado Corazón, y un doctorado en Historia del Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe.  Tiene más de veinte años de experiencia enseñando en instituciones universitarias en Puerto Rico y ha participado en congresos y seminarios dentro y fuera del país. 
Pertenece al Grupo de Estudios sobre la Biografía (GEB); Asociación Puertorriqueña de Historiadores (APH); Archired - Red de Archivos de Puerto Rico; Fundación Cultural Educativa, Fundación Luis Muñoz Marín, entre otras organizaciones culturales y profesionales.  Entre sus obras publicadas, hay ensayos, poemas y reseñas en libros y revistas académicas, como por ejemplo La biografía en Puerto Rico; Antología de la Casa de los Poetas; Forum; revistas Signos y San Juan City Magazine; revistas cibernéticas Cuarto Propio y Tinta fresca y en el periódico El Nuevo Día.   Ha ofrecido ponencias en el III y IV Congreso Internacional Escritura, Individuo y Sociedad en España, las Américas y Puerto Rico; la Feria Internacional del Libro de Puerto Rico y la Fundación Luis Muñoz Marín, entre otras.
Sandra A. Enríquez Seiders, Ph.D.
Es manatieña. Posee un bachillerato y una maestría en historia de la Universidad de Puerto Rico. Completó su doctorado en Fiolosofía y Letras con especialidad en Historia de Puerto Rico en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe.
Actualmente es catedrática asociada en la Universidad de Puerto Rico en Utuado. Enseña Humanidades, Historia de Puerto Rico e Historia de los Estados Unidos. Ha publicado varios trabajos sobre el tema de la mujer que  han servido para rescatar las voces de mujeres, darles visibilidad y una presencia real en nuestra historia.
Como compiladora y estudiosa de la historia oral tiene varios trabajos sobre historia de Utuado que se pueden acceder a través de la página electrónica: www.sandraenriquezseiders.com.  Ha dictado conferencias sobre el tema de la historia oral en congresos en México, Panamá y Nicaragua. Ha publicado varios trabajos sobre historia oral en diferentes revistas académicas.
Preside el Comité Institucional de Publicaciones de la UPR en Utuado y dirige la revista Alborada de la institución. Igualmente coordina El Centro de Investigación y Documentación de Asuntos de la Montaña (CIDAM) del recinto.
En el 2006  publicó su primer libro: Ricarda López de Ramos Casellas: Tizas, conciencia y sufragio. En el 2009 salió su segundo libro: Brígida Álvarez: una mujer, una historia y en el 2010 presentó su tercer libro: 1960: memorias y vivencias de las nueve alcaldesas electas. Su cuarto libro: El espiritismo en Utuado: la historia de las hermanas Baldoni, se presentó el pasado octubre de 2011.
Iván Collazo Rodríguez
Pintor, poeta, abogado, profesor universitario e historiador aficionado. Bachillerato en Ciencias Políticas de la Universidad de Puerto Rico Recinto de Mayaguez. Doctor en Jurisprudencia (Juris Doctor) de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico. Actualmente es candidato doctoral en Filosofía del Derecho con la Universidad del País Vasco en España. Sus líneas de investigación son el derecho constitucional, la teoría política y la teoría feminista del derecho. Su disertación doctoral versa sobre los casos insulares que definen la relación entre Puerto Rico y Estado Unidos. Ha obtenido varios premios literarios a nivel nacional e internacional en cuento, poesía y ensayo. También ha realizado varios exposiciones de su arte pictórico. Actualmente labora con la Universidad de Puerto Rico en Ponce, la Pontificia Universidad Católica y la Universidad del Este en donde imparte cursos a nivel graduado y subgraduado en Ciencias Sociales, Política, Justicia Criminal y Criminología. Es el coordinador de la Asociación por la Historia de Utuado y tiene una participación activa en la emisora local con un segmento sobre la historia de nuestro pueblo.
Sara Camerón Morales
Cursó un Bachillerato de la Universidad Interamericana de Puerto Rico en Justicia Criminal con concentración en Investigación Criminal. Obtuvo su maestría en Justicia Criminal y Criminología de la Universidad del Este. Actualmente se encuentra gestionando proseguir estudios doctorales en Walden University en Política Pública centrado en el campo de la Justicia Criminal. Sus áreas de investigación giran en torno a: Criminología, Sistema Correccional, Delincuencia Juvenil, Victimologia, Derechos Humanos, entre otros.
Glorimar Rodríguez

Utuadeña. Graduada Summa Cum Laude de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Utuado con un bachillerato en Educación Elemental. Ha trabajado para el Departamento de Educación como maestra, tanto en Utuado como en Ponce.

Actualmente es estudiante de Maestría en Historia de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, Recinto de Ponce. A finales de abril estará defendiendo su Tesis: Historia del Partido Nacionalista. En adición, trabaja para la Fundación/Biblioteca Rafael Hernández Colón en un proyecto de historia oral, en el que le toca entrevistar a las personas que conocieron y trabajaron bajo la administración del ex gobernador.
Roxanna D. Domenech Cruz, Ph.D.
Madre de tres hijos (Guillermo, Luna y Guillén) y tía de múltiples sobrinos y sobrinas. Estudió su bachillerato en Humanidades con concentración en Estudios de mujeres y de género en Smith College, su maestría en Educación con especialidad en Diversidad cultural y desarrollo de currículo de UMASS, Amherst y su doctorado en Historia de Puerto Rico y el Caribe en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe. Es profesora interdisciplinaria en el Departamento de Humanidades de la Universidad Metropolitana, Cupey, donde dicta cursos en el área de inglés y de historia. Además imparte un curso especializado de Lectura y pensamiento que diseñó para estudiantes de primer año. Las historias de las mujeres, los retos que enfrentan, los malabares que hacen para cumplir con sus dobles y triples jornadas y cómo algunas se convierten en activistas comunitarias, le sirven de inspiración en su diario vivir y en sus escritos. 






[1] Citado en Judith P. Zinsser, “Feminist Biography: A Contradiction in Terms?”, en The Eighteenth Century. Vol. 50, No. 1, University of Pennsylvania Press, 2010, p. 44.
[2] El primer feminismo puertorriqueño se originó durante las primeras décadas del siglo XX a través de la lucha de las mujeres boricuas por alcanzar la igualdad de género. Inicialmente se organizaron mediante uniones obreras, y posteriormente a través de agrupaciones cívicas y sociales. Para mayores detalles, consultar La mujer en Puerto Rico: Ensayos de investigación, edición de Yamila Azize Vargas. Ediciones Huracán, Inc., 1987,  pp. 11-25.
[3] El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define feminismo como una doctrina social favorable a la mujer, a quien concede capacidad y derechos reservados antes a los hombres.
[4] Barbara Caine. “Feminist Biography and Feminist History”, en Women’s History Review. 1994, p. 249. Traducción del autor.
[5] Información suministrada por la Sra. María Luisa Vargas, de la Asociación de Maestros de Puerto Rico. 11 de octubre de 2010.
[6] Información obtenida de la página electrónica www.amprnet.org, el 29 de octubre de 2010.
[7] Expediente personal de Palmira Cabrera, Archivo Central Universidad de Puerto Rico.
[8] Lola Krüger Torres, Ed. Enciclopedia Grandes Mujeres de Puerto Rico, Tomo I. San Juan, Puerto Rico: Ramallo Bros. Printing, Inc., 1975, p. 251.
[9] Lorenzo Cabrera López, padre de Palmira Cabrera, fue Alcalde de Vega Alta entre 1920 y 1924 por el Partido Unión de Puerto Rico.
[10] El Mundo, 7 de agosto de 1956, p. 14.
[11] Ibíd., p. 1.
[12] Entrevista del autor a la Dra. Carmen Auger Cabrera, 6 de septiembre de 2010.
[13] Krüger, óp. cit., p. 17.
[14] Archivo General de Indias (A.G.I. Sto. Domingo Secc. 5ta. Legajo 2326.
[15] A.G.P.R. Gob. Españoles Serie: Seguridad Publica Caja 370
    [16]. Actas Municipales del Cabildo de San Juan. Ver acta de 16 de enero de 1823.  La Junta estuvo formada por los coroneles Don Manuel Arroyo y Don Federico Garcén Sanfurt, Don Miguel Porres, Don José Nicolás Cesteros, Don Antonio Cadet Daubon, Monseiur Robert, El Marqués del Norte y el Lcdo. Pablo Arroyo Pichardo.
    [17] A.H.N. Ultramar Secc. Gracia y Justicia, Leg. 2014 Doc. Núm.2
    [18]. A.H.N. Ultramar. Secc. Gracia y Justicia. Leg. 2014. Doc. Núm.2
    [19]. Loida Figueroa:. Historia de Puerto Rico. Editorial Edil, Rio Piedras1979, pág.173. cita que eran tres cartas
    [20]. Archivo General de Puerto Rico. Gobernadores Españoles, Seguridad Pública. Caja 373. Sumario hecho a María de las Mercedes Barbudo. Folios 59-60
    [21]. Archivo General de Puerto Rico. Gobernadores Españoles, Seguridad Pública, Caja 373. Solicitud hecha por Mercedes Barbudo 24 de octubre de 1824
[22] Loida Figueroa. Historia de Puerto Rico Vol. I.  Editorial Edil Inc. 1979. San Juan , pág. 173
[23] A.G.P.R. Gob. Esp. Caja No. 150, 2 de mayo de 1825. Luque a Paniagua
[24] Se refiere a venta de cosas menudas y de poco valor como alfileres, botones, cintas etc. ó artículos de vestir.
[25] Ponencia para ser presentada en el primer coloquio sobre la mujer en el recinto de Utuado de la Universidad de Puerto Rico el 6 de marzo de 2012.
[26] Entrevista a Victoria Hernández hecha por Ruth Glasser, 5 marzo de 1989.  Estas entrevistas se encuentran en el Centro de Estudios Puertorriqueños de Hunter College en la ciudad de Nueva York.
[27] Traducción del libro Mambo Diablo: My Journey with Tito Puente de Joe Conzo hecha por el autor.
[28] Entrevista por el autor a Miguel A. Hernández, sobrino de Victoria. (Mayo,2011)
[29] Martínez, Elena. «Victoria Hernández.» Latinas in the United States: a historical encyclopedia. Ed. Vicky Ruíz and Virginia Sáchez Korrol. Vol. 1. Indianapolis: Indiana University Press, 2006. 322-323.

 

[30] After the vote was won: the later achievements of fifteen suffragists, por Katherine H. Adams, Michael L. Keene


[31] Katherine H. Adams, Michael L. Keene en su libro, After the vote was won: the later achievements of fifteen suffragists, por Katherine H. Adams, Michael L. Keene

[32]  El garabato desordenado se caracteriza por trazos de líneas sin ningún patrón coherente. Usualmente es realizado por el niño sin mirar el papel, porque aun no se ha desarrollado la coordinación viso-motora adecuada (Molina Serrano, 1996)
[33] El garabato ordenado exhibe un patrón intencionado de líneas que se agrupan para ilustrar una idea incipiente. (Molina Serrano, 1996)
[34]  El garabato con nombre es aquel dibujo que para los adultos no tiene ninguna semblanza con la realidad pero es titulado por los niños con objetos comunes, ej. casa, Papi, Mami, etc
[35] El mandala es un término del sánscrito que significa “círculo sagrado, halo alrededor de la luna o el sol, o disco representando el sol o la luna, en el arte infantil usualmente es un circulo dividido en cuadrantes.
[36] Antonio Peña. Naufragio en zona turística dominicana, El Nuevo Día, p.40.
[37] Jorge Duany, “La migración caribeña hacia Puerto Rico: su impacto demográfico, socioeconómico y cultural”, Revista del Instituto de Cultura Puertorriqueña, San Juan: Año 4, enero-julio 2003, (Segunda serie), p. 5.  Otros autores destacan el tema, entre éstos: Juan E. Hernández Cruz (editor), Corrientes migratorias en Puerto Rico, San Germán: Ciscla, Universidad Interamericana de P.R., 1994, Yolanda Martínez San Miguel, “De ilegales e indocumentados: representaciones culturales de la migración dominicana en Puerto Rico”.  Revista de Ciencias Sociales, (Nueva época), Río Piedras: Universidad de Puerto Rico,  Núm. 4, 1998, págs. 147-173; Rita De Maeseneer, “Sobre dominicanos y puertorriqueños: ¿movimiento perpetuo?, Revista Centro de Estudios Puertorriqueños, New York: Centro Journal, Hunter College, City University of New York, Volume XIV, Number 1, 2002, págs. 52-73
[38] Bernardo Vega, Los Estados Unidos y Trujillo: Colección de documentos del   Departamento de Estado y las  Fuerzas Armadas Norteamericanas y de los archivos del Palacio Nacional Dominicano, 1930, Tomo I y II; Bernard Diederich, Trujillo: la muerte del dictador, Santo Domingo: Editora Taller, C. por A., Fundación Cultural Dominicana, 2002.

[39] Lara Fernández, Carmen. Historia del feminismo en la República Dominicana. Ciudad Trujillo, Impresos Arte y Cine, 1946, p. 23.
[40] Carmen Landestoy, Yo también acuso, Santo Domingo, Editora Nacional, 2011, pp. 38-40.
[41] Ricardo Cortés Chico, “Detenidos siete cubanos tras arribar a Mona”, El Nuevo Día, San Juan: Domingo 6 de mayo de 2006, p. 10.
[42] Carmen Natalia Martínez Bonilla, “El derecho de asilo bajo la dictadura de Trujillo”, Exilio, Santurce: mayo 1953, Vol. 1, Núm. 2, p. 1. El asilo político fue un tema que se discutió constantemente entre los exiliados que reclamaban la permanencia de este derecho para sus compatriotas perseguidos que aún se encontraban en la República Dominicana. “La denuncia del tratado no imposibilita el asilo a los perseguidos políticos”, VRD, Santurce, Febrero, 1958, Núm. 6,  p. 17.
[43] Actas de reuniones del Frente Unido, Santurce, 15 de febrero, 17 de marzo y 11 de abril de 1957.
[44] Carolina M. de Cuello y Mercedes Borrel, Comité Femenino, San Juan, febrero de 1959.
[45] Carolina Mainardi Reyna Vda. de Cuello, (Doña Conina), Vivencias, Santo Domingo: Editora Manatí, 2000, p. 172.
[46] Ibid., pp.168-170.

[47] Entrevista personal grabada a Lourdes Contreras y a las hermanas Martínez Bonilla. Relato de Juan Ducodray en “La corbata más cara del mundo”, Hoy, Santo Domingo, 22 de enero de 1997.
[48] Carmen Natalia, Carta a sus compañeros del  Unión Patriótica Revolucionaria, República Dominicana, 1950.
[49] Ibid.
[50] Betancourt respaldó las actividades antitrujillistas del exilio desde antes de convertirse en presidente de Venezuela.
[51] Maricua Ornes Coiscou, entrevista personal grabada.
[52] Ibid.
[53] Juan Ramón Jiménez. “Una academia de expresión artística”, Alerta, Río Piedras: Universidad de Puerto Rico, febrero 25 de 1953.
[54] Mu-kien Adriana Sang, La política exterior dominicana, 1844-1961: la política exterior del dictador Trujillo 1930-1961, Santo Domingo: Amigo del Hogar, Tomo II, 2000, p. 286.
[55] Este recital  fue grabado por el Instituto de Cultura Puertorriqueña en un álbum de dos discos titulados: Ornes recita: Poesía Puertorriqueña.
[56] Ornes, entrevista.
[57] Ibid.
[58] Entrevista personal grabada a Samuel Mendoza.
[59] “Actividades del partido, en Puerto Rico¨,  VRD, Santurce: diciembre de 1956, Núm. 2, p.15.
[60] Grabación programas radiales de VRD, conservados por Maricusa Ornes, Puerto Rico, 1959-1961.
[61] Carmen Dolores Hernández, “La voz que plantó su semilla”, El Nuevo Día, San Juan, Sección Vidas Unicas, 5 de abril de 2007, pp. 26-27.
[62] Cuentas de Gonzalo de Baeza, tesorero de Isabel la Católica, Tomo I,  (1477-1491),  Ed. A. DE LA TORRE y E. A. DE LA TORRE, Madrid, 1955.
[63] DEL VAL VALDIVIESO, Isabel, “Isabel la Católica y la educación”,  Aragón en la Edad Media. XIX. Homenaje a la profesora María Isabel Falcón.  Revista del Departamento de Historia Medieval, Ciencias y Técnicas Historiográficas y Estudios Arabes e Islámicos.  Universidad de Zaragoza, 2006,  pp. 33-55.
[64] M. del C. GARCIA HERRERO, “Elementos para una historia de la infancia y de la juventud a finales de la Edad Media”, La vida cotidiana de la Edad Media. Actas de la VIII Semana de estudios medievales en Nájera, Logroño: IER,  En la página web: http://www.vallenajerilla.com/berceo/garciaherrero/infanciajuventud.htm, 1997, p.12.
4 A. DE LA TORRE y E. A. DE LA TORRE, p. 24. El sayo era una prenda de vestir holgada y sin botones que colgaba hasta la rodilla.  El sayo morisco llegaba a la cintura.  El damasco era una tela fuerte de seda o lana, con dibujos formados por el tejido. 
5 Ibídem.
6 B. ARAM, p. 52.
7 M. del C. GARCIA HERRERO, p.12.
8  A. FERNANDEZ DE CORDOVA MIRALLES, La corte de Isabel I, ritos y ceremonias de una reina (1474-1504), Madrid, 2002, p. 301.
9 Ibídem, p. 302.
10 Ibídem.
11 Ibídem.
12  A. DE LA TORRE y E. A. DE LA TORRE, Tomo I, p. 303.
13 Ibídem, p. 100.
14 A. DE LA TORRE y E. A. DE LA TORRE, Tomo I, p. 104.
15 Ibídem, p.33.
16 B. ARAM, p. 51. 
17 R. DOMINGUEZ CASAS, Arte y Etiqueta de los Reyes Católicos. Artistas,  Residencias, Jardines y Bosques. Madrid,  Alpuerto, 1993, p. 225.
18 Ibídem, p. 246.
19 A. DE LA TORRE y E. A. DE LA TORRE, Tomo I, p. 297.
20 M. DEL C. GARCIA HERRERO, p. 12.
21 Ibídem.
22 Ibídem, p. 3.
23 Ibídem, p. 3.
24 A. DE LA TORRE y E. A. DE LA TORRE, Tomo I, p. 132.
25 Ibídem.
26 40 A. FERNANDEZ DE CORDOVA MIRALLES, p. 149.
27 A. DE LA TORRE y E. A. DE LA TORRE, Tomo I, p. 50.
28 Fray Martín de Córdoba, predicador y teólogo agustino del siglo XV, en cuyo “Jardín de las nobles doncellas”  (publicado en 1499) pudo inspirarse Luís de León para su “Perfecta casada”.
29 V. RODRIGUEZ VALENCIA, Artículos del Postulador, Instituto “Isabel la Católica”, Historia Eclesiástica. Valladolid, 1972, p. 7.
30 B. WEISSBERGER, “Me atrevo a escribir así”: Confessional Politics in the Letters                 of Isabel I and Hernando de Talavera”, Women at Work in Spain (From the               Middle Ages to Early ModernTimes), New York, Peter Lang Pub.Co., 1998, pp. 147-174, p. 151.
31 MARTIN DE CORDOBA, 1974, p. 67.
32 M.I. DEL VAL VALDIVIESO, 2006, p. 557.
33 Ibídem.
34 M. C. GARCIA HERRERO, 1997, p. 17.
35 M. CORDOBA, 1974, p. 86.
36 Si Isabel hubiera seguido los mandatos educacionales de Martín de Córdoba, en cuanto a las relaciones políticas con Fernando, ella hubiera permitido que su esposo la rigiera a ella personalmente.  Esto le hubiera traído graves consecuencias políticas porque en tanto permitía ser regida, hubiera entregado todos los poderes para regir a Castilla.  Y ella nunca entregó su trono. 
37 M. C. GARCIA HERRERO, 1997, p. 18.
37 Ibídem, p. 20.
38 M.I. DEL VAL VALDIVIESO, 2006, p. 557.
39 Ibídem.
40 M.M. GRAÑA CID, “Mujeres y educación en la prerreforma castellana. Los colegios de doncellas”, Las sabias mujeres: educación, saber y autoría (S. III-XVII). Madrid, Asociación Cultural Al-Mudayna, 1994, pp. 7-16.
41 Ibídem.
[65] Canales declaró la República de Puerto Rico el 30 de octubre de 1950 en el pueblo de Jayuya, luego de que un nutrido grupo de nacionalistas tomaran al poder el municipio.
[66] “Reflexiones sobre la mujerpuertorriqueña y su inserción en la lucha política revolucionaria”. http://www.alternativalne.org/articulos/mujerpuertorriquena.pdf (accedido el 2 de febrero de 2012).
[67] Juan Antonio Corretjer, Albizu Campos, (Puerto Rico: Editorial El Coquí, 1991),173
[68] Subject: Pedro Albizu Campos. File Number: 105-11898. Section: I. 1936-1937. Federal Bureau of Investigation. Freedom of Information-Privacy Acts Section. Office of Public and Congressional Affairs.  www.pr-secretfiles.com
[69] Entrevista a don Rubén González Colomer.
[70] Subject: Pedro Albizu Campos. File Number: 105-11898. Section: I. 1936-1937. Federal Bureau of Investigation. Freedom of Information-Privacy Acts Section. Office of Public and Congressional Affairs.  www.pr-secretfiles.com
[71] Entrevista a Emelina de Jesús. 30 de enero de 2012.
[72] Subject: Pedro Albizu Campos. File Number: 105-11898. Section: IX. 1950-1951. Federal Bureau of Investigacion. Freedom of Information-Privacy Acts Section. Office of  Public and Congressional Affairs.  www.pr-secretfiles.com.
[73] Oficina de Servicios Legislativos (OSL), Biblioteca Legislativa Tomás Bonilla Feliciano, Archivo de Carpetas del FBI, Serie: Partido Nacionalista de Puerto Rico, Caja: 1. Subserie 1. NPPR/SJ 100-3/Volume 2. Reporte sobre el Partido Nacionalista de Puerto Rico. 1941-1942.
[74] Entrevista a Emelina de Jesús. 30 de enero de 2012.
[75] Ibid.
[76] Entrevista a Eva Álvarez Cortés. 19 de agosto de 2011.
[77] Ibid.
[78] AGPR, Fondo: Departamento de Justicia, Serie: Documentos Nacionalistas, Caja: 2, Discurso pronunciado por Pedro Albizu Campos en Lares, Puerto Rico el día 23 de febrero de 1949.
[79] Ibid. Caja 3, Sentencias cumplidas por nacionalistas envueltos en la Insurrección Nacionalista del 30 de octubre de 1950.
[80] Subject: Pedro Albizu Campos. File Number: 105-11898. Section: XVII. 1936-1937. Federal Bureau of Investigation. Freedom of Information-Privacy Acts Section. Office of Public and Congressional Affairs.  www.pr-secretfiles.com
[81] Nationalist Party of Puerto Rico. NPPR/SJ 100-3/Volume 71. 1958. Federal Bureau of Investigacion. Freedom of Information-Privacy Acts Section. Office of  Public and Congressional Affairs.  www.pr-secretfiles.com.
[82] Ibid.
[83] Rosa Collazo, Memorias de Rosa Collazo (Puerto Rico: Grafito, 1993), 66.
[84] Collazo, Memorias de Rosa Collazo, 127.
[85] Según lo presenta el Gender Water Alliance, organización internacional que estudia los vínculos entre género y el manejo del recurso del agua.
[86]  Cita de Pedro Franco, en “Los movimientos sociales en el Caribe” (2002).
[87] Editorial Tal Cual, 2006.
[88] Aquí se refiere al sobre consumo de materiales, mercancía u objetos muchos de los cuales, eventualmente, se convierten en desperdicios sólidos que contaminan el suelo, aire y agua.  Para un análisis sociocultural de las prácticas de consumo en el Puerto Rico contemporáneo favor de consultar el trabajo de la Dra. Laura L. Ortiz Negrón  (http://www.hypercon.rrp.upr.edu./espanol/main_page.html# y http://dialogodigital.com/es/dialogico/2010/01/vida-consumo-contexto-crisis-it-s-not-over-yet). 
[89] Según Tania López Marrero y Nancy Villanueva Colón;
un kilometro cuadrado en Puerto Rico contiene un promedio de 429 personas, 3.4 kilómetros de carreteras y 267 automóviles,… En promedio, un 15 por ciento del kilometro cuadrado está pavimentado, mientras que un 8% está bajo conservación… en ese kilometro se desechan anualmente 1,674 toneladas de desperdicios.
[90] En marzo del 2010 la Escuela de Leyes de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, llevó a cabo una conferencia titulada Quinta Jornada Ambiental:!Qué Desastre! Alternativas ante la mala Planificación ,donde se discutió precisamente el crecimiento urbano desmesurado, el Plan de Manejo de Uso de Terrenos, al igual que temas relacionados a las alternativas en la Isla que promuevan un desarrollo verdaderamente sustentable.
[91] Siglo veintiuno editores, 2000
[92] Earth Follies: Feminism, Politics, and the Environment (Routledge, 1993)
[93] El feminismo radical sostiene que las desigualdades entre los hombres y las mujeres provienen del patriarcado, de los roles asignados por la biología de ambos (rol reproductivo del hombre y de la mujer).
[94] Todas las vertientes del ecofeminismo sostienen que en el orden simbólico patriarcal existe una conexión entre la dominación y explotación de las mujeres y de la naturaleza, aunque esta relación se interprete de diferentes maneras dependiendo del enfoque ecofeminista.   El ecofeminismo denuncia la asociación que el patriarcado establece entre hombre y cultura y mujer y naturaleza.  Sobre esto se abundara más adelante.
[95] Implica que el sexo biológico no es completamente natural, sino también cultural.
[96] Aquí nos acogemos al feminismo ecologista que aunque reconoce que la destrucción de la naturaleza afecta de manera especial a las mujeres y al conjunto de poblaciones pobres, contempla que la relación de las mujeres con el medio ambiente va de acuerdo a la clase social y raza, entre grupos o categorías identitarias a los que las mujeres pertenecen.   
[97] Las percibimos reduccionistas ya que no le brindan espacio a otro tipo de análisis más complejo.
[98] Concordamos con algunos aspectos de las vertientes del ecofeminismo radical, del ecofeminismo liberal y el ecofeminismo socialista.  La primera vertiente destaca las conexiones históricas entre la naturaleza y las mujeres, y considera que la explotación y opresión de ambas se basan en el orden patriarcal.  Este fomenta el que se recojan los conocimientos de las mujeres, sus experiencias y sus valores. El ecofeminismo liberal propone reformas medioambientales y en la aplicación de la ciencia moderna acompañada de una legislación que asegure las condiciones ecológicamente sostenibles.  Las mujeres deben tener acceso al poder y a participar de todas las decisiones de gestión de los proyectos de preservación de un medio ambiente saludable y la defensa de una buena calidad de vida.   El ecofeminismo socialista considera que los problemas medio ambientales recientes están relacionados al capitalismo que justifica la explotación de la naturaleza; el crecimiento económico siendo el enfoque principal.  Según esta vertiente, el capitalismo le ha proporcionado a los hombres los medios para controlar a la naturaleza valiéndose de la explotación de las mujeres al invisibilizar  sus aportaciones a la economía y al acabar con otros medios de producción como la agricultura de subsistencia.   
[99] Una de las mujeres con quien hablamos brevemente fue Sarah Peisch (antes de su fallecimiento el 9 de enero del 2008), activista y asesora ambiental especialmente en el área de Piñones, perteneciente al pueblo costero de Loíza, donde se ha luchado a través de décadas contra compañías hoteleras y la extracción de arena, entre otras.  Los y las vecinos de la zona le dedicaron un mural en agradecimiento a su trabajo y solidaridad.

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