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Memorias del Tercer Coloquio (Segunda Parte)



Mujer de fe y alma bravía: Blanca María Marchand Montano
Poeta de la patria y la revolución

Zoraida J. Serrano-Valle

En su poema “Remembranzas de la niñez”, Blanca María Marchand evoca recuerdos de una infancia alegre, llena de canciones, mimos y bonitos momentos. Recuerda sus juegos de niña, los sabores de su mesa, así como la presencia de sus muñecas, las amigas que la acompañaban en sus ratos de ocio y la nana que la cuidaba:
Descorro las cortinas del recuerdo
y miro el cuadro de mi edad de niña
cuando jugaba yo con mis muñecas
y correteaba alegre en la campiña.

Rememoro las ruedas que formaba
con un grupo de buenas amiguitas,
cantando “Ambos a dos” y “Doña Ana”,
¡Juegos de infancia que jamás se olvidan!

Saborear me parece aquellos guisos
que hacíamos en casa de María,
la dulce jardinera que cuidaba
el jardín de mis blancas margaritas.

La que todos los días me bañaba,
me peinaba los rizos, me vestía,
y a la luz de las pálidas estrellas
cuentos de hadas en el balcón me hacía… […][1]

            Esos recuerdos que dibuja Blanca María a través de sus versos no son el producto de su inagotable imaginación. Así debió haber sido la niñez de la hija de don Primitivo Marchand Muñoz y doña Belén Montano Lozada. El padre de la poeta había nacido en el barrio Manatí Abajo[2] cuando aún esas tierras correspondían al pueblo de Manatí. Don Primitivo, quien no provenía del seno de una familia acaudalada, se empeñó en los estudios y se hizo maestro de Instrucción Pública. Ejerció su profesión en Orocovis, en el barrio Arenalejos de Arecibo y en Utuado. Luego, en el año 1893 se trasladó a Barceloneta donde le habían ofrecido ser parte de la facultad de la nueva escuela del barrio Palmas Altas.[3] Una vez Barceloneta se constituyó en su nuevo lugar de residencia, trabajó en la escuela del barrio Garrochales[4] y se casó con doña Adelinda Rodríguez. Don Primitivo y doña Adelinda tuvieron cinco hijos: Rafael, Luciano, Monserrate, José y Conchita. Cuando doña Adelinda falleció, don Primitivo se casó con doña Belén Montano Lozada. Acostumbrada a los quehaceres del hogar, pues ese fue su oficio hasta que se casó con don Primitivo, doña Belén cuidó a los hijos del primer matrimonio de su esposo, a su propia hija Fernanda Reyes, y expandieron la ya numerosa familia con el nacimiento de Blanca María y Ángel Manuel.
            Don Primitivo era un hombre creativo y emprendedor. Al margen de su quehacer docente decidió alquilarle un local en la calle Giorgetti a su hermano Ramón Marchand Muñoz[5] y abrió una farmacia. Mientras se preparaba para tomar los exámenes de la Junta de Farmacias de Puerto Rico, don Primitivo contó con la colaboración del Lcdo. Francisco Díaz Fontau.[6] Sin embargo, don Primitivo le guardó fidelidad a su vocación primera: la docencia. La farmacia La Protectora[7] de la calle Giorgetti también era una gran sala de clases. De acuerdo al Lcdo. Francisco Díaz Marchand en su Álbum Histórico y Cultural de Barceloneta:
“La Farmacia Marchand de don Tivo fue también Ateneo Público… Un nutrido grupo de amigos solían todas las tardes colocar sillas en la acera frente al establecimiento y estaban largas horas en amena charla sobre diversos temas de actualidad. Figuras prominentes de la comunidad, asistían a aquel Centro de Tertulias, de las que don Tivo generalmente era iniciador y director”.
La poeta Blanca María Marchand Montano nació el 27 de junio de 1910[8] y creció en un hogar en el que obviamente el quehacer cultural, la plática amena, los lujos y las comodidades convergían con naturalidad. Además, Blanca María gozó del cariño y los mimos de sus padres.  Así lo confirmó la Sra. María de Lourdes Rivera Sánchez[9], quien trabajó con la poeta a lo largo de dieciséis años a través de los cuales consolidaron una estrecha amistad:
“Blanca María me contaba que ella era la consentida de su papá don Primitivo Marchand. Cuando era una nena Blanca María tenía tres sirvientas. Una la preparaba, la llevaba a la escuela y le llevaba el desayuno a la escuela. Otra la llevaba a pasear y a jugar. Otra la llevaba a comer dulces y a tomar soda. Cuando quería salir, Blanca María le decía a su papá que tenía dolor de cabeza y don Primitivo cogía un billete de veinte lo embadurnaba en Vicks y se lo ponía en la frente.  Entonces a ella se le quitaba el dolor de cabeza y se iba con las amigas”.
En la casa de don Primitivo se privilegió el estudio y la formación académica. Después de todo él estaba llamado a sentar el ejemplo, pues era el Presidente de la Junta Escolar del pueblo. Sus hijos Rafael, Luciano y Conchita fueron farmacéuticos; José fue Práctico de Farmacia; Monserrate fue maestra y Ángel Manuel fue doctor, de hecho, el primer especialista en alergias de la Isla. Sin embargo, sorprende que Blanca María nunca cursara estudios formales. Lourdes reflexiona cuando le pregunto los motivos por los cuales Blanca María no fue a la universidad:
“Blanca se casó muy joven con un hombre que se llamó Jesús Arias. Yo creo que era de Vega Alta. Blanca tenía como dieciocho años cuando se casó, pero hubo muchos problemas y se divorciaron. Él le llevaba algunos años y ella era muy consentida. Yo sé qué fue lo que pasó, pero respeto la memoria de Blanca y no lo voy a decir. No estoy segura si la boda fue en Barceloneta o en Vega Alta. Tampoco recuerdo que ella me haya dicho si se casaron por la Iglesia. Pero fue una boda grande. La tela para el traje la mandaron a buscar a España[10]”.
Sin embargo, Blanca María explayó su corazón en una carta que le envió en su momento al historiador y escritor cialeño Carlos Domínguez Cristóbal:
“Soy divorciada del fenecido caballero de Vega Alta Jesús Manuel Arias López, pero no soy viuda. Él murió hace como 6 años, después de habernos divorciado. Era bohemio y muy bohemio y no me hizo feliz, todo lo contrario[11]”.
Desde muy joven Blanca María cultivó su amor por la poesía. Ella, una poeta autodidacta, se definía a sí misma de esta manera: “Solamente tengo un cuarto año de escuela superior, pero sin embargo, he cosechado muchos triunfos en mi carrera literaria[12]”. Una carrera que comenzó a muy temprana edad, “en los albores de mi juventud”, como a ella misma le gustaba definir ese periodo de su vida, de la mano de su primo el Lic. Francisco Díaz Marchand[13] quien la bautizó con el nombre de “La Novia del Verso” y la presentó en el Club Las Violetas[14]. De hecho, fue Díaz Marchand quien la apoyó para que su primer poema, “La tardecita”, fuera publicado en el periódico El Regionalista[15]. A partir de ese momento Blanca María continuó publicando en diversos periódicos del país. Sin embargo, llama poderosamente la atención la asiduidad con la que publicó en el periódico El Diluvio de Pedro Sierra mejor conocido por su seudónimo: Luis Dalta. Este era correligionario en el Partido Unión de Puerto Rico y había apoyado a Rosendo Matienzo Cintrón en la fundación del Partido Independentista. Dalta era un crítico férreo de la desigualdad económica que imperaba en el país y tildaba de hipócrita a la clase adinerada. Además, se había enfrentado al liderazgo protestante de la época cuando este adoptó posturas punitivas en contra de las prostitutas[16]. De este hombre Blanca María fue amiga y en su periódico, cuyas páginas fueron la palestra para las más duras críticas al gobierno y a la sociedad, ella aparece publicando sus versos desde 1935 con sólo 25 años. De esa misma época es su poema “Éxtasis astral” dedicado “Al culto escritor Luis Dalta, con mi sincera amistad”[17]:
Cuando los sueños se quiebran
nos causan desilusión.
¿Será posible que vuelvan?
¡Me dice el alma que no! […]

Lourdes, a quien Blanca María llamaba “mi secretaria, mi jardinera, mi madre espiritual”, comenzó a trabajar con la poeta cuando apenas tenía 16 años. En esa época Blanca María vivía junto a su madre, doña Belén Montano en la planta baja de la casa de don Vicente Acevedo Ballester[18]. Lourdes tiene una imagen muy clara de Blanca apegada al quehacer literario, incluso hasta la hora de dormir:
“Blanca María casi no dormía para dedicarse a escribir. Se iba a la cama y se acostaba con los papeles, los bolígrafos, los lápices… y cuando le venía la musa, a la hora que fuera, se despertaba y seguía escribiendo”.
Constantemente tocaban a la puerta de la poeta para requerirle poemas para las graduaciones, los quinceañeros, etc. Sin embargo, me contó Lourdes que nadie remuneraba a Blanca María por estos trabajos.
De igual manera, Lourdes tiene una imagen de la Blanca María bondadosa y solidaria. Esta expresa que la poeta heredó su bondad, su sencillez y humanitarismo de doña Belén, su madre:
“Muchas veces vi a doña Belén llorar en la mesa sin comer lo que yo le había servido y decir: '¡Ay Carmen[19], cuántos no tendrán qué comer hoy!'  En la mesa de la casa de Blanca María se sentaba primero el pobre que el rico. En el pueblo había un muchacho al que llamaban Grabiel y Blanca siempre me decía cuando yo terminaba de cocinar que sacara la comida de él primero. Y así ocurrió hasta que un día la hermana de Blanca María, Fernanda Reyes[20], se molestó y se lo prohibió. Ese día Grabiel lloró mucho”.
Blanca María era una mujer blanca, de cabello negro, con sus labios siempre pintados de rojo y cuyos ojos azules resaltaban tanto por su belleza como por lo que expresaban. “Los ojos de ella emanaban mucha tristeza, una tristeza bien, bien profunda. Lo capté desde la primera vez”, así la recuerda Carlos Domínguez Cristóbal quien desde ese mismo instante expresó que le “gustaría conocer más a esa señora porque tiene algo especial[21]”. Años después Blanca María gustosamente prologaría su poemario Sobre la misma tierra lo que daría paso a una amistad fundada en cartas sinceras y sencillas. Esa aparente fragilidad de la poeta barcelonetense albergaba a una mujer que abrazaba la causa por la libertad de Puerto Rico desde una fuerza interior admirable, la misma con la que amaba a Dios y a su adorada progenitora. Así lo expresa en su poema “La patria y yo”:
La patria ocupa en mi alma
igual lugar que mi madre,
el mismo lugar de Dios
que toda mi vida guarde.

Ella forma mis amores
todos juntos en un haz
como un sol en cuya órbita
yo busco la libertad.

Blanca María fue miembro activo del Partido Socialista Puertorriqueño y del Partido Independentista Puertorriqueño. Frecuentaba las reuniones del partido en Barceloneta y participaba en manifestaciones, cierres de campaña, entre otros. Lourdes Rivera Sánchez recuerda:
“Para el plebiscito de 1968 Blanca María, yo y otros del partido: Luis del Valle, Pirulo, Luisito el negrito hicimos campaña a favor de la fórmula de la independencia para Puerto Rico. También recuerdo que una vez hicimos una manifestación frente al Correo porque era el entierro de un muchacho que había muerto en Vietnam[22]”.
Blanca María fue la que escribió la consigna que iban repitiendo mientras pasaba el cortejo fúnebre. Lourdes recuerda que ella tomó el altoparlante para repetir el estribillo que decía alguna frase parecida a “¡Juventud levanta!” y animaba a los yanquis a irse del país. La propia poeta en una de sus cartas confirmaría con cuánta vehemencia creía en aquella manifestación de afirmación patriótica:
“…te acompañaré en nuestra cruzada rompiendo murallas y cadenas por la libertad de Puerto Rico lanzando a la rosa de los vientos en protesta airada ¡Yanquis Go Home! ¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad![23]”.
El Sr. Félix Cortés[24], compañero de Blanca María en la consecución de los ideales socialistas, recuerda que esta participaba activamente en las reuniones del partido y asistía a marchas, piquetes y a todo tipo de manifestación a la que el partido convocara. De hecho, Felo siempre entendió que la casa de Blanca María en Barceloneta era punto de referencia para las ocasiones en las que el partido así lo necesitó y que allí supo recibir a importantes figuras de la política puertorriqueña tales como Lolita Lebrón y Pedro Albizu Campos. Estas visitas provocaron la molestia de don Vicente Acevedo Ballester, alcalde del pueblo por el PPD. Blanca María vivía alquilada en los bajos de la casa del mandatario municipal quien insistía en declarar que la casa de la poeta era “una guarida de comunistas”[25]. Lourdes, la querida “jardinera” de la poeta, recordó que en una ocasión luego de llegar de un cierre de campaña al que asistieron juntas, Blanca María colocó la bandera de Puerto Rico en el balcón de la casa:   
“Entonces, el alcalde y su hijo expresaron molestia por la presencia de la bandera y Vicente le preguntó a Blanca: '¿Y esa bandera?', a lo que Blanca respondió: 'La mía, la suya y la de todos los puertorriqueños'”.
Las diferencias entre el alcalde y Blanca María los llevaron hasta el cuartel de la policía en otra ocasión en la que se suscitó una discusión entre ellos. Este lamentable evento lo refieren tanto Lourdes como Félix Cortés. Pero Lourdes estuvo presente y sintió la necesidad de salir en defensa de Blanca María: “Le dije a Vicente: '¡Más respeto a la Sra. Marchand!', pero Luis del Valle venía por la acera y se enfrentó a Vicente y le dio. Terminamos todos en el cuartel de la policía”.
El referido incidente no sería el único en el que Blanca se vería involucrada. Félix Cortés me contó que cuando todavía cursaba la escuela intermedia, él y su hermano Heber fueron testigos de la detonación de una bomba cerca de su casa con destino conocido, la Central Plazuela:
“Encontraron un cajón flotando en un caño cerca de mi casa. La policía y los agentes vinieron a sacarlo. Mientras esperábamos un policía tiroteó el cajón y explotó. Muchos policías resultaron heridos y mi papá los ayudó. Los llevó al hospital en su carro. La idea era que el cajón llegara a la Central por el caño[26]”.
Ese día Lourdes llegaba a trabajar a casa de Blanca María, pero los agentes de la policía no la dejaron pasar, pues tenían rodeada la casa de la poeta. La policía pensaba que la bomba había salido de la casa de Blanca, pero Lourdes insiste que ella era una mujer pacífica[27].
Aún así, el Sr. Félix Cortés valida la firmeza y el valor de Blanca María que “se enfrentaba a lo que fuera”[28] y el Sr. Carlos Domínguez Cristóbal lo confirma al expresar que “es una mujer de una sola pieza que no se fragmentaba; la veías sólida seguir hacia adelante[29]”. Su poema “Entonces” confirma la calidad de su carácter[30]:
Cuando los hombres de la Patria mía
a la vanguardia del combate avancen
y hasta mirarla libre no descansen
de toda miserable tiranía,

las mujeres de fe y alma bravía
sentirán, cada vez que el triunfo alcancen,
el orgullo de verlos que no transen
por nada su indomable valentía. […]

Posiblemente, el arma más contundente que empuñó Blanca María fueron sus versos que le llevaron a estrechar lazos de amistad literaria con importantes personalidades de las letras puertorriqueñas. Luis Felipe Castelló, quien sin duda alguna es la persona que mejor conoció a la Blanca María poeta, lo deja consignado en la recopilación del libro Blanca María Marchand, Una mujer excepcional. Conversar con el Prof. Castelló es asomarse al alma de la poeta y descubrirla fuera de los límites geográficos de la pequeña Barceloneta[31].
Por ejemplo, en 1945 Francisco Rojas Tollinchi, poeta yaucano, líder obrero y editor del periódico El Pozo[32], incluye en su poemario Relicario Sonoro el “Romance a modo de prólogo” de Blanca María y, además, le dedica el poema “Como te sueña mi fantasía”[33] en el que la describe hermosamente:
Esbelta, rozagante, acompasada,
con tintura de rosas matizada
tu seductora imagen escultórica,
ya quisiera tu euritmia la Escultura;
tus armónicos toques la Pintura;
y ambas cosas quisiera la Retórica. […]

Con Amelia Ceide, poeta aguadillana de la Generación del 30, sostuvo una estrecha amistad. El 13 de diciembre de 1937 el periódico El Diluvio publicó el poema “Bonanza” que le dedicó a Amelia ante el nacimiento de su hijo:
Sobre el jazmín enfermo de tu esperanza trunca
una lluvia de gracias desde el cielo cayó.
¡Qué dicha! Ya eres madre: manantial cristalino…
¡La higuera betlemita al fin tuvo una flor! […]

            Asimismo, dedicaría un lindísimo poema, también publicado en El Diluvio, al hijo de la poeta, Franz Maximilian Loewenthal[34]:
… suave pétalo de dalia
vino a aromar tu existencia
con su celestial fragancia
a tornar en luz tus sombras,
a hacer tus noches más claras,
a encender los candelabros
de tus mustias esperanzas.

El Prof. Castelló me contó que Blanca María fue amiga de Lolita Lebrón no sólo porque las unía el ideal patriótico de la libertad sino porque Gladys Myrna, la hija de Lebrón, vivió en Barceloneta hasta el fatídico 1 de marzo de 1977[35]. Un año después, Blanca María le dedicaría un sentido poema a José Vilar, el hijo de Gladys Myrna[36]:
En el seno de tu hogar
se distinguió la presencia
de nuestra insigne heroína
Lolita, tu ilustre abuela.
Vino de la prisión Yanki
donde la injusticia impera,
a darle el último adiós
a Gladys Myrna, su reina.

Y sus manos primorosas,
con blancura de azucenas,
portando en una el rosario,
portando en la otra una vela,
se posaron sobre el féretro
cubierto con su bandera,
y con devoción cristiana
a Dios, que está en su conciencia,
le pidió para su hija
la luz y la paz eterna. […]

            Castelló me refirió que al menos en tres aniversarios de la muerte de Gladys Myrna, recibió la visita de Blanca María junto a Lolita Lebrón para compartir el almuerzo y la buena conversación. En mayo de 1979, Lolita le escribiría a Blanca María: “Quisiera tener oro en mis manos para con él escribirte mis gracias – y que nunca se borraran del tiempo y de la eternidad[37]”.
            Tanto Lourdes Rivera como Luis Felipe Castelló afirman que Blanca María era cercana a la familia de Pedro Albizu Campos. Cuando este falleció en 1965, ella le homenajeó con algunos versos[38]:
                       
Murió el insigne patriota
y hay duelo continental.
Supo enfrentarse a la muerte
con valor y dignidad. […]

Injuriado y perseguido
por Judas y fariseos,
sufrió los crueles rigores
de la cárcel y del destierro.
Su discípulo de ayer
luego fue su carcelero. […]

            Laura Albizu le enviaría una nota de agradecimiento: “Blanca María, querida compatriota y gentil poetisa. Agradezco desde el fondo de mi alma el precioso y bellísimo poema que escribiste a la memoria de mi padre. Gracias y que Dios te bendiga. Cariñosamente, Laurita Albizu Meneses”[39]. Esa amistad perduraría por mucho tiempo. Así lo demuestra una carta en la que Blanca María hace referencia a una reunión celebrada el domingo, 7 de junio de 1987:
“… hice el esfuerzo por asistir el domingo a Arecibo al Barrio Bajadero… para reunirme con los hijos del maestro Albizu Campos, Pedro y Laurita en un almuerzo criollo en honor a las heroínas Blanca Canales, Isabel Rosado, Consuelo Lee Vda. de Corretjer, Carmen María Pérez y Juanita Ojeda y Paquita Pesquera. Juan Mari Bras estaba ausente en Cuba. Declamé mi poema a Albizu Campos dedicado a sus hijos Pedro y Laura[40]”.
De hecho, la presencia de Blanca María en reuniones del partido para compartir sus piezas literarias era natural. Por ejemplo, en una invitación del Frente Patriótico Arecibeño para celebrar un compartir de testimonios de algunos familiares de miembros del partido que habían sido arrestados el 30 de agosto de 1988 aparece el nombre de Blanca María junto al de Coqui Santaliz y Celia Cruz Rodríguez quienes tendrían a su cargo un “recital de poesía patriótica”[41].
Asimismo, Blanca María intercambió correspondencia con Rafael Cancel Miranda cuando este aún se encontraba en prisión. La poeta, devota de san Francisco de Asís, le preguntó si este era religioso. En su carta del 30 de enero de 1979, Cancel Miranda le respondió:
“Me preguntas, querida compañera, si soy religioso. Te contestaré con estos versitos que mandé a una Hermana religiosa que me mandó un mensajito  navideño: No se puede mirar al cielo/ en busca del Reino de Dios/ si no miramos primero/ la morada que nos dio Dios. / Pues, ¿Cómo ser digno de un Reino/ donde se vive de amor y para amar/ si de nuestra morada no hacemos/ un reino de justicia y libertad? Luchar por la patria es amar al prójimo. Luchar por la dignidad humana es glorificar al Dios de todos, y esa es mi religión sublime Novia del Verso. Pa'lante ¡Y viva Puerto Rico libre![42]”.
Blanca María despertó la admiración de renombradas personalidades de las letras que quisieron homenajearla con lo mejor de su talento. De hecho, José Antonio Monrouzeau, el admirado compositor hatillano, le escribió una danza a la poeta barcelonetense[43]. Entre metáforas e imágenes exalta a Blanca María:
Eres la blanca azucena
del borincano pensil.
Un cielo de primavera
reina en tu gracia gentil.
Por senderitos de estrellas
de manos del verso vas
y los silfos y las hadas
te saludan al pasar. […]
            Clemente Pereda,  el gran poeta, ensayista y destacado profesor universitario de Juncos, le dedicó el poema “Vega de Barceloneta”[44]:
Vega de Barceloneta,
que ciñes bandas de plata,
préstame tu color verde
que quiero escribirle a Blanca. […]

Vega verde, vega verde,
verde como la esperanza,
como el alga de los mares,
como los ojos de Blanca. […]

Vega de Barceloneta,
hecha para ser amada
por los rayos de la luna
y por el sol de mi patria. […]

            Otro de los grandes poetas de la Generación del 30, Juan Diez de Andino, le regaló a Blanca María su poema “Tenaz y Decidida” en una postal que le enviara en junio de 1981[45]:
Tú eres dulce y alegre. Tenaz y decidida.
Tu estirpe te revela como mujer de acción…
Defendiendo a la Patria no te importa la vida
y ofreces con anhelo tu sangre y corazón… […]

            Cuando el Centro Cultural de Barceloneta publicó el libro Blanca María Marchand, Una mujer excepcional don Ricardo Alegría le envió una carta a la poeta barcelonetense en la que le expresaba su agradecimiento “por su rica y continua contribución a nuestra literatura…y su dedicación a la defensa de nuestra nacionalidad[46]”.
            Blanca María Marchand, quien tanto amó a Barceloneta, de quien tantos sintieron la necesidad de mostrarle su admiración, no murió en su pueblo querido. Su hermano, el Dr. Ángel Manuel Marchand, se la llevó a Vega Baja a la casa de la Sra. Ida Rodríguez Avilés. El Sr. Luis Felipe Castelló me afirmó que Blanca no se quería ir, pues todos los amigos siempre iban a visitarla[47]. Ella así lo expresa en una de sus cartas: “Vivo sola, pero rodeada de mis buenos hermanos en el campo del ideal socialista[48]”. Cuando murió, su hermano realizó el velatorio en una funeraria fuera del casco urbano y la colocó en un nicho en el cementerio del pueblo. La Sra. Lourdes Rivera, “su madre espiritual”, se enteró cuando el cortejo fúnebre ya había salido hacia el camposanto y no se pudo despedir de Blanca María[49]. Gracias a la gestión del Centro Cultural de Barceloneta, sus amigos, y el gobierno municipal Blanca María descansa hoy en un lugar más digno. Desde allí le canta a su pueblo[50]:
¡Adiós, adiós, Niña Verde,
no te veré hasta mañana!
Pero espero, a mi retorno,
encontrarte más lozana,
coqueteando con el sol
y bailando nuestra danza,
honrando el folklore boricua,
la tradición de la patria. […]
  
 



 Mujeres en el cine caribeño: Euzhan Palcy y Mariette Monpierre
Norma Liz Rodríguez-Santiago, MA

Euzhan Palcy y Mariette Monpierre son dos directoras caribeñas de generaciones diferentes que se han destacado a nivel internacional con sus películas. Destacando en roles principales a figuras femeninas, estas cineastas han contribuido grandemente no solo a proyectar el rol de la mujer en el cine del Caribe, sino que ambas han hecho historia con sus producciones. Sus óperas primas han sido, respectivamente, los primeros largometrajes hechos en Martinica y Guadalupe. Además, han mostrado al mundo a través de sus historias, estas islas que raramente tenemos la oportunidad de ver. Este ensayo busca destacar la carrera cinematográfica de Palcy y  Monpierre, el por qué decidieron hacer cine y los temas que mayormente se encuentran en sus producciones. En una industria liderada por el género masculino, estas directoras han logrado crear un estilo y forma que las ha situado en un nivel al que pocos logran llegar.
Desde sus inicios, el cine alrededor del mundo ha sido mayormente realizado por hombres. La tecnología cinematográfica fue presentada en París por primera vez por los Hermanos Lumiere en diciembre de 1895. El cine llegó por primera vez a Cuba, traído desde México, por el agente de los Hermanos Lumiere, Gabriel Vevre. Este llegó a América a dar a conocer la tecnología cinematográfica, que se abrió paso en el Caribe francés a través de Haití, en 1899. Fue en 1899 que R. Montval filmó, pues el proyector que poseía también funcionaba como cámara, el primer cortometraje que se cree fue realizado en el Caribe, The Last Fire of December 15, 1899 in Port-au-Prince, donde se mostraba lo ocurrido luego de un fuego que destruyó gran parte de la capital haitiana. Después de la creación de este documental corto otros cineastas en países caribeños, entre ellos algunos de Cuba, comenzaron a documentar diversos eventos históricos como la Guerra Hispanoamericana. Pero no es hasta el 1961 que se puede decir que existe lo que actualmente se conoce como un cine caribeño. La frase cine caribeño se adopta en el momento en que hay una producción constante de cine en el área del  Caribe y se desarrolla una industria cinematográfica en las islas. Esta industria de cine se establece gracias al impulso que le provee el cine cubano, que forma una industria cinematográfica sólida con la creación por parte del gobierno del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), institución que vela por la producción y conservación del cine cubano. Es importante mencionar que antes de la creación de este instituto ya se producía cine cubano y en el resto del Caribe, aunque no de forma constante.
A la mujer pocas veces se le brinda la oportunidad de participar en las áreas de mayor responsabilidad y proyección dentro de la producción y principalmente se le ha asignado el rol de continuista, que es quien se encarga de la continuidad durante el proceso de filmación. También las mujeres se han destacado en el proceso de edición, a partir de la imagen estereotipada de que ellas poseen manos más delicadas y un tacto más suave que los hombres, por lo que tenían menos probabilidades de estropear el material fílmico y más agilidad al momento de manejarlo. Hoy en día el discrimen a la mujer continúa dentro de la industria. Este discrimen puede confirmarse si preguntamos a alguien si puede nombrar más de cinco mujeres que se hayan destacado en el área de la dirección de largometrajes, o más de cinco camarógrafas o guionistas. A menos que la persona sea un experto en la historia de cine le será muy difícil poder nombrar a mujeres cineastas. Por el contrario, si le pidiera que mencionaran hombres que se hayan destacado en estos roles podrían nombrar varios o tal vez muchos fácilmente. Si es dificultoso poder nombrar mujeres que se hayan destacado en el cine, de cualquier país del mundo, el poder conocer el trabajo que hacen las mujeres en el cine caribeño es mucho más complejo. Women Make Movies, organización sin fines de lucro que trabaja con las mujeres en los medios de comunicación, establece que en el 2012 solamente el 18% de los directores, productores ejecutivos, productores, escritores, cinematógrafos y editores que trabajaron en las 250 películas más taquilleras fueron mujeres. Esto solo representa un aumento del 2% desde 2010 y solo 1% desde el 1998. Estos datos muestran cuán difícil es para la mujer poder trabajar y destacarse en la industria de cine. Estos datos provienen del cine hollywoodense que compone, en su mayoría, las 250 películas más taquilleras en los Estados Unidos. Michelle Materre, quien es miembro del Consejo de Administración de Women Make Movies, explicó en la conferencia “Mujeres caribeñas detrás del lente,” durante el Festival Global de Cine Dominicano celebrado en el 2013 que, “En el último festival de cine al que asistí en Trinidad y Tobago, había un 35% de trabajos de mujeres, en Hollywood sólo 9%. Las mujeres cineastas están en una excelente posición en el Caribe.” Lamentablemente, este cine hecho por caribeñas no es accesible a través en los teatros.
En el Caribe, y en el resto del mundo, el cine que mayormente encontramos en las salas cinematográficas es el cine producido en Hollywood. El producto de esta industria no solamente acapara las salas de cine caribeñas pero también , siendo una de las industrias con más capital, han financiado muchísimas películas filmadas en las islas donde la inclusión de personajes caribeños viene acompañada de estereotipos que han sido perpetuados alrededor del mundo. El ensayo The Emergence of Caribbean Feature Films, escrito por Bruce Paddington y Keith Warner explica esta práctica:
There are hundreds of foreign films that have been shot in the Caribbean or are about the Caribbean, and they in large part have influenced how many outsiders view the region, a view so stereotypical at times as to be negative. When the Caribbean is identified in a film, it is usually as a visual backdrop for foreign stars who appear in films about such themes as voodoo, pirates, or drug trafficking.
El salir de estos estereotipos y poder contar las historias que verdaderamente las describen y forman parte de quienes son fueron las razones principales para que mujeres caribeñas convirtieran en cineastas y se destacaran internacionalmente por su trabajo. Euzhan Palcy, Mariette Montpierre, Sonja Dumas, Tracy Assing, Sara Gómez, y Marisol Trujillo son algunas de las mujeres que han logrado abrirse paso en el mundo del cine con sus documentales y trabajos de ficción. La cubana Sara Gómez fue la primera mujer en Cuba en filmar un largometraje. Su filme De Cierta Manera fue realizado en 1974, año en el que falleció, luego de haber realizado múltiples documentales cortos, y colaborado en las producciones de varios de los cineastas más importantes del cine internacional como Agnes Varda, Julio García Espinoza y Tomas Gutiérrez Alea. Sonja Dumas, oriunda de Trinidad y Tobago, se ha destacado en el cine experimental y dirigió el documental Julia and Joyce en el 2010. Este proyecto documenta la historia y el legado que estas dos mujeres han dejado en la historia de la danza tradicional en Trinidad y Tobago. El trabajo realizado por estas mujeres ha tenido el propósito de resaltar sus raíces caribeñas y contar esas experiencias que no han podido ver reflejadas en el cine.
La carrera de Euzhan Palcy comenzó cuando esta se mudó a Francia para estudiar literatura francesa y teatro en la Sorbonne, y también para obtener un grado en cine con especialización en cinematografía de la prestigiosa Louis Lumiere School of Cinema. Sus estudios en esta escuela la llevaron a relacionarse con Francois Truffaut, uno de los más importantes directores de cine francés e internacional y uno de los máximos exponentes de la Nueva Ola de Cine Francés. Palcy considera a Truffaut como su mentor y quien la ayudó a desarrollarse como cineasta. Y fue Truffaut quien motivó a esta directora a aventurarse con su primer largometraje, Sugar Cane Alley, y a convertirse en la productora y directora del primer largometraje filmado en Martinica. Este filme, basado en la novela Black Shack Alley escrita por  Joseph Zobel en 1950 fue adaptado para la pantalla por Palcy en 1983. La película, filmada con un presupuesto de solo un millón de dólares, cuenta la historia de José, un niño que vive en una plantación de caña en Martinica con su abuela, quien lucha para que su nieto pueda terminar la escuela y no tenga que trabajar en los cañaverales. Palcy enfoca la temática del filme en la importancia de la educación como método para progresar dentro de una sociedad opresiva, le da mucha importancia a la tradición oral, al racismo, y al rol de la mujer. Esta cineasta es considerada una feminista panafricana. El término feminista panafricana viene de una combinación de los vocablos panafricanismo y feminismo y no hay una sola definición para este concepto. Hay varias definiciones para el término, mayormente influenciado por el contexto en el que vaya a utilizarse. Mary E. Kolewole define el termino en su libro Womanism and African Consciousness como
Africana womanism is an ideology created and deseigned for all women of African descent. It is grounded in African culture and therefore it necessarily focuses on the unique experiences, struggles, needs and desire of Africana women. (22)
Como una feminista panafricana, Palcy le da importancia y relevancia en sus proyectos a la mujeres mostrándolas como seres fuertes e independientes mientras trabaja los temas sociales y raciales. En el ensayo Sugar Cane Alley: Re-reading Race, Class, and Identity in Zobel’s La rue cases nègres, el autor Haseenah Ebrahim describe la película y el feminismo panafricano de Palcy  como una teoría que,
(Its) characteristics include values emphasizing survival, female autonomy and self-reliance, collectivity over individualism, recognition and respect for alternative systems of knowledge (such as oral tradition), cultural expression as a major forum for political struggle for black women, and an emphasis on contextulization of cultural production, dissemination and consumption. (146) 
El feminismo panafricano definido por Ebrahim describe en gran medida el cine de Palcy. La directora enfatiza la cultura africana, la mujer, y la educación en sus filmes. Para ella, el tema de la educación es primordial pues la directora considera que los cineastas son a la vez educadores  y que fue la educación lo que logró que sus antepasados, después de culminar la esclavitud, pudieran salir adelante.     
Fue luego del estreno de Sugar Cane Alley que la carrera cinematográfica de Palcy despegó. El filme ganó más de 18 premios a nivel internacional incluyendo el premio a la Mejor Opera Prima en los Cesar Awards de Francia y el León de Plata en el Festival de Cine de Venecia. En este festival, Darling Legitimus, quien hace el papel de Ma’ Tine, ganó el premio a la Mejor Actriz Principal. Además, Palcy fue invitada por Robert Redford para formar parte de los talleres brindados por el Instituto Sundance en Utah, y este se convirtió en su mentor en los Estados Unidos. Luego de la oportunidad de participar en estos prestigiosos talleres, Palcy se convirtió en la primera mujer negra en dirigir una película para un estudio de Hollywood, MGM, con el filme A Dry White Season, protagonizado, entre otros, por Marlon Brando. Siguiendo su temática, la película, realizada en 1989, trata sobre el movimiento social en Sur África y las protestas de Soweto ocurridas en 1976 cuando el gobierno surafricano exigió la enseñanza en las escuelas no solo del afrikaans pero también del inglés, idioma que no era hablado por esa población. Las protestas dejaron mas de 575 muertos a manos de la policía. Como parte del proceso de investigación para la realización de la película, basada en la novela de André Brink, Palcy viajó a Soweto haciéndose pasar por una cantante en busca de grabar un disco, para investigar las protestas y hacer una representación correcta de los hechos. Esta cinta logró nominaciones para Marlon Brando como Mejor Actor de Reparto en los premios Oscar y Golden Globes. Palcy fue nominada a mejor directora en el Festival de Cine de Tokyo y fue premiada con el Orson Wells Award en Los Ángeles.
A pesar del éxito de A Dry White Season, Euzhan Palcy decidió no establecer su carrera en Hollywood. La directora se radicó en Francia, donde ha realizado otros proyectos cinematográficos, en su mayoría documentales. En una entrevista realizada a la directora en el 2004, Palcy habló sobre su visión del cine hollywoodense.
I refuse to live in America and become américanisée, to become an American filmmaker. That would be a mistake, and it would be so easy: little by little you slip, you get into it and then you lose your skill, you lose your signature, because you try to do what Americans do. Hollwyood called me be because I have something different, something they were interested in. And if by staying in America I may lose that then I don’t want to. (1118)
La directora realizó otros proyectos en Hollywood, incluyendo una película para el canal de televisión de  Disney. Palcy recibe alrededor de 4 ofertas de trabajo provenientes de Hollywood cada mes pero ella prefiere no involucrarse con ningún proyecto con el que no sienta alguna conexión.
            A diferencia de Palcy, la cineasta nacida en Martinica, Mariette Monpierre comienza a relacionarse con el cine desde pequeña, pues su tía trabajaba en una sala de cine. Allí su madre la dejaba para que su tía la cuidara y Monpierre tuvo la oportunidad de crecer viendo cine de todas partes del mundo. Cuando se mudó a Francia, su madre quiso prolongar la tradición de llevarla al cine regularmente y ya de adulta, Monpierre decidió continuar desarrollando su conocimiento en el área del cine entre Francia y los Estados Unidos. Monpierre estudió en la Sorbonne en Paris y  prosiguió sus estudios en el Smith College en Massachussets. Su carrera en las comunicaciones se concentró en un principio en la producción de comerciales para la firma BBDO Advertising en Nueva York.  Su experiencia como productora de comerciales para la televisión la preparó para convertirse en directora de cine independiente con su película Elza. El filme, el primer y único largometraje que Monpierre ha realizado, es un filme semi-autobiográfico y al igual que Palcy, Monpierre se motivó a hacer este proyecto por la falta de cine con el cual ella pudiera sentirse identificada. En una entrevista para el portal de internet Indiewire, la directora explica:
I wanted to tell my stories because nobody was telling my stories. How many black women in America have the opportunities to tell their stories? For example a Caucasian woman will tell the story of looking for her father in a certain way, but I have my own angles and my own issues and my own specificities that me as black woman in America, a black Caribbean woman of African descent, can express. I cannot let somebody else tell that story for me. I have to do it my own way.
Y con el reto de contar su historia desde el punto de vista de una caribeña, Monpierre realiza la película Elza en el 2011. El filme cuenta la historia de una joven, Elza, que regresa a Martinica en busca de su padre, al que nunca ha conocido. La joven trata de no sólo encontrar a su padre pero también de conocer un poco más sobre sí misma, su identidad y raíces caribeñas. Monpierre aprovecha la oportunidad para plasmar su historia y conectarse con su tierra natal.
            El éxito de Elza, que se ha mostrado en varios festivales de cine, y fue seleccionada como el filme de apertura en el Festival de Cine de Harlem, trascendió la barrera de lo profesional y logró que Monpierre pudiese unirse a su familia paterna. Al momento de contar su historia, Monpierre quería demostrar que es posible arreglar los problemas familiares y atesorar la unión familiar. La directora conoce a su padre, historia que cuenta en Elza, pero a diferencia del filme, que tiene un final feliz, la conexión con su padre no fue del todo exitosa. Al finalizar la película y mostrarse en Guadalupe, Monpierre logra reconectar con su familia paterna, ya que su padre había fallecido, y ahora es parte integral de ese grupo familiar. La cineasta se ha expresado en varias entrevistas sobre esta experiencia y se muestra feliz porque Elza logró que ella consiguiese conectar con su tierra y sus raíces caribeñas.
            Es importante mencionar que el propósito de Monpierre al realizar el filme Elza no fue solamente el contar su historia. La cineasta aprovecha la oportunidad para plantear el problema de racismo que existe en Guadalupe. Elza es víctima de racismo por parte de su propio padre, que niega su paternidad porque el pelo de ella es demasiado rizado como para proceder de su familia. Al igual que Palcy en Sugar Cane Alley, Monpierre muestra en su filme que el problema de racismo es un mal que aqueja al Caribe en general. Luego del éxito de Elza, Monpierre planifica volver a dirigir una película. Ella desea contribuir con su visión a la vida de otras personas y lograr un cambio, algo que ya pudo lograr a través de su primer filme. Actualmente, Monpierre está desarrollando varios guiones cinematográficos pero aún no ha decidido cuál es el que realizará.
            Estas dos cineastas caribeñas son un excelente ejemplo del cine que se está realizando en el Caribe. Palcy y Monpierre se han dado a la tarea de crear un cine para ese público que no ha tenido la oportunidad de visitar y conocer sobre las islas, mostrándolas desde la perspectiva del caribeño. Alejándose del estilo hollywoodense, han creado un cine que representa quienes son ellas, no solo como mujeres, pero también como caribeñas. La creación de personajes femeninos fuertes, dominantes, luchadores, protagónicos, a raíz de la falta de una representación contemporánea de su experiencia en el Caribe ha dado paso a un cine necesario y esperado, abriendo la puerta para muchas mujeres caribeñas que aun tienen muchas historias que contar. Estas mujeres han contribuido grandemente no solo al cine del Caribe sino también al cine internacional, dándole una voz a las islas que tan pocas veces son representadas con veracidad. Euzhan Palcy y Mariette Monpierre han traído el racismo, los problemas económicos, de identidad y pertenencia que agobian a la mayoría de los caribeños a la pantalla grande con unas historias que nos dan la oportunidad de reconocernos, algo que pocas veces tenemos la oportunidad de hacer.


“Dementes”: Salud Mental, Penitenciaría, Género, e Imperios en el Nacimiento de la  Escuela Industrial de Vega Alta, Puerto Rico (1954)
N. Galindo, MA
Hubo un despegue, durante la década de 1940, en Puerto Rico (PR), que se caracterizó por los cambios sociales y económicos a consecuencia de un proceso de modernización acelerada.[51]  Se distinguió por las transformaciones en el panorama político del país.[52]  Entrada la década de 1950, se comenzó a relegar la agricultura y el interés primordial fue la industrialización. Miles de puertorriqueños del área rural se desplazaron del campo hacia la ciudad  para establecerse en las cercanías de las fábricas industriales.[53]  La década del 50’ también se caracterizó por múltiples conflictos internacionales de impacto local como la II Guerra Mundial y la Guerra Fría.
            Bien ya había mencionado Fernando Picó “Estados Unidos invadió y ocupó a Puerto Rico en 1898”.[54] Con el Tratado de París se le puso fin a la Guerra Hispanoamericana (USA-España). El imperio español tuvo que ceder los derechos sobre PR y las Islas Filipinas al imperio estadounidense. PR pasa a ser parte de USA desde 1898, mediante el “Tratado de Paris” como un botín de la Guerra Hispanoamericana.[55] Quedó instalado el General Brooke como gobernador militar en San Juan.[56] Así se extrapoló un sistema político, económico, cultural y científico que establecía relaciones de poder bastante evidentes, aunque también bastante complejas.
El Gobierno Militar se implementó por dos años (1898-1900).[57] Eliminaron muchas leyes que hubo bajo el coloniaje español. Pasan a implementarse leyes del gobierno de USA. La ley Foraker, de 1900, organizó el gobierno civil de PR. El presidente de USA, en 1901, nombró la Comisión que “sometió a la legislatura un Código de Procedimiento Criminal y un Código de Procedimiento Criminal, copia fiel de la legislación penal de California”.[58]   El mismo año en el que USA entró a participar en la I Guerra Mundial, en 1917, se extendió la ciudadanía estadounidense a  los puertorriqueños mediante la Ley Jones.  Según Ché Paralitici “entre 1917 y 1919 se da en PR el mayor encarcelamiento de personas opuestas a la imposición del servicio militar obligatorio en toda la historia del país”.[59]
Décadas después, mientras se consolidaba el Partido Popular Democrático (PPD), hubo sectores de oposición política, entre el cual estuvo el Partido Nacionalista ejerciendo formas de resistencia. El PPD hizo campaña para que se aprobara la ley 600, ley orgánica que creaba el Estado Libre Asociado (ELA) de P.R. Integrantes del Partido Nacionalista se expresaron en contra. La Insurrección Nacionalista se desató durante la década los 50’s, siendo el cuarto factor. Aunque la Insurrección ocurrió en La Fortaleza (la Casa del Gobernador) en San Juan. Estos sucesos implicaron incidentes en otros pueblos, como en  Utuado y Jayuya donde hubo levantamientos.
Eso no se limitó a la región geográfica de PR. en el Caribe. En USA hubo levantamientos de puertorriqueños con el propósito de llamar la atención con respecto al status de PR. En 1954 un grupo de nacionalista que disparó hacia el hemiciclo de la Cámara de Representantes  de USA para “llamar la atención de la situación colonial de Puerto Rico”. En el ataque participaron Lolita Lebrón, Rafael Cancel, Irving Flores y Andrés Figueroa Cordero. Antes este contexto, la visibilidad mediática de Lolita Lebrón en el suceso en el que ella misma reafirma su responsabilidad, colocándose como participe y líder de tales sucesos, por lo que fue arrestada, sentenciada y encarcelada en USA. El Estado criminalizó y socialmente (y mediáticamente) se psicologizó a los nacionalistas.
Es importante entender cómo defino la psicologización. Aunque se han realizado algunas definiciones[60], sin embargo, tal concepto se queda estrecho para explicar la psicologización en el contexto aquí estudiado. Por tanto defino la psicologización como un proceso de diagnosticar mediante el cual hay una tendencia a categorizar el comportamiento y la intervención de un individuo o un grupo. Es como la colonización del mundo de la mente (mentalidad) por parte de los expertos. Quienes a su vez son parte de un mundo. Es como se construyen las enfermedades mentales (o cómo éstas emergen) y no tiene un punto final. Ya que se va transformando mediante la historia. Por eso existen distintos DSM. También, se debe tener en cuenta las distintas formas de psicologización. Ya que culturalmente y mediáticamente se construyen (o se intenta construir) discursos de locura en torno a un individuo o grupo.  Se extiende a las subjetividades.  A esto contribuye la manera de las percepciones. Aunque tiene en cuenta la solución de los problemas tanto individuales como sociales. Se construye como si fuera “natural” ciertos diagnósticos y que posteriormente también han sido removidos ciertas condiciones que antes habían sido incluidas como enfermedades mentales y también que se siguen añadiendo. Es decir, quitan y ponen; y ponen y quitan.
El caricaturista Shanks, también muestra la psicologización mediática desde el imperio estadounidense, hacia los nacionalistas por ser “dementes” en su caricatura publicada en Buffalo Evening News que también republicaba EM [Imagen 1].[61] La caricatura de Filardi publicada en EM  identificaba también los sucesos como “terroristas” [Imagen 2].[62] Por tanto, en resumen, en este contexto particular, del 54, se dilucida como dicha construcción científica cultural de los diagnósticos de salud mental que se difumina, esparce y se refleja en múltiples niveles, que incluyen las instituciones de control social, y que en ocasiones, como el caso aquí estudiado se transmiten mediante los medios de comunicación, y que tales nociones no son  lineales ni unidireccionales. Los nacionalistas no solo eran representados únicamente como “terroristas” sino también como “dementes”.
Ciertamente, el análisis teórico de la violencia sobrepasa los límites de este trabajo y amerita la continuidad de los debates que ya se han realizado en torno a esto. Sin embargo, sin ánimos de sugerir que tales sucesos fueron el factor determinante, tampoco no es ninguna coincidencia que el mismo año del ataque, se agilice la apertura de la Escuela Industrial de Vega Alta (EIVA).

La Higiene en las cárceles
La higiene era un problema persistente en las cárceles del país. En el siglo XX, después de la invasión norteamericana se realizó el informe Carroll que identificaba los problemas de higiene y hacinamiento en las cárceles. Posteriormente, el  Informe sobre la Efectividad de la Rehabilitación de los Delincuentes en Puerto Rico , del Negociado Federal de Prisiones del Departamento de Justicia de USA, 1959, en el que participó un especialista de reformas penales de USA, Frank Loveland, y en el cual participaron y se integraron también la opinión de múltiples especialistas locales de PR.
 La Comisión de la Policía de la Cámara de representantes identificó el problema de hacinamiento en la Sección de Mujeres en la Cárcel de Arecibo. La participación del Capítulo de Trabajadores Sociales que señaló el mismo problema y destacó la importancia de implementar reformas. Mientras que las Damas Espiritistas denunciaron ante el Procurador General el hacinamiento y la insalubridad. Cabe destacar que en las críticas de las condiciones de las cárceles también participó Victoria Kent, de España. Quien tuvo un rol importante en las reformas de las cárceles en España. Mientras que entre figuras locales se destacaban mujeres como Carmen Rivera de Alvarado y Emma Purcell. Filardi también plasmó el hacinamiento [Imagen3].[63]
            Hubo un proceso de resignificación de la mujer como sujeto criminal. A la luz de las lecturas de los historiadores Kelvin Santiago, Teresita Martínez Vergne, Fernando Picó, María del C. Baerga y Mayra Rosario Urrutia[64] pude dilucidar que durante el siglo XIX ni a principios del siglo XX, en la sociedad puertorriqueña las subjetividades de la época no otorgaban capacidad alguna de ser sujetos de transgresión de ley a las mujeres, sino que persistía la infantilización de éstas. Sin embargo, eso cambió durante la década del treinta y continuó transformándose de manera compleja. Según Judit Butler, Foucault cita y re-trabaja la posibilidad de la resignificación, de movilizar políticamente lo que Nietzsche, en La genealogía de la moral, llamó la “cadena de signos”. Explica Butler que, según Nietzsche, los usos que originalmente se dan a determinados signos están en “mundos apartes” de los usos a los que después se hacen disponible. Dicha brecha temporal entre usos produce la posibilidad de revertir la significación, pero también abre el camino a la inauguración de posibilidades de significación que exceden aquellas a las que el término ha estado previamente atado.[65] Esto contribuye a entender el proceso de resignificación de las concepciones en torno a la mujer que transgredía las leyes en PR. La representación de la criminalidad desde la perspectiva de género mediante las caricaturas de Filardi muestra que aunque se transforman las concepciones en torno a la criminalidad continuaba siendo disímil [Imagen 4, 5, 6 y 7].[66]
Imperio e intentos de control social
Por supuesto, que tal como se ha visto hasta el momento, considerando las complejidades que implica, está la relación de poder de la cual es participe el Imperio. Propongo el concepto de Imperio como han definido Michael Hardt y Toni Negri “para designar el dispositivo global contemporáneo”.[67] El 11 de marzo de 1954, EM publicó que la Ley 53, versión local de la Ley Smith (USA), sería aplicada con rigor. Dicha Ley se implementó con rigurosidad después de la Revuelta de Jayuya. La Ley 53 tipificaba como delito con pena de presidio de 1-10 años a toda persona que perteneciera a partido, organización o agrupación que impulsara la “conveniencia de derrocar por la violencia el Gobierno”.[68]
El Secretario de Justicia, José Trías Monge expresó que “…el Departamento de Justicia perseguirá con toda fuerza de ley toda violación a la Ley 53…”.[69] La Ley 53 de 10 de junio de 1948, enmendada por la Ley 13 de 20 de diciembre de 1950 implicaba diversas particularidades. Cabe destacar que dicha ley incluso castigaba las publicaciones así como distribuciones de escritos que tuviesen el fin de derrocar el Gobierno mediante la violencia.[70] Según identificó Ivonne Acosta Lespier la Ley 53 no se aplicó antes de los 50’s. Tampoco dicha ley impidió que se desatara la Insurrección Nacionalista.[71]  Precisamente en un contexto en el que el Gobierno de USA tiene como objetivo ganar la Guerra Fría, por lo que se usó dicha ley para encarcelar comunistas e independentistas.[72]
La Escuela Industrial de Vega Alta
                 La importancia de un espacio de reclusión exclusivamente para mujeres se consideraba desde el siglo XIX. Sin embargo, no es hasta la década de los 40’s que se discutió en PR, en la legislatura y se concretiza la creación de la penitenciaría exclusivamente para mujeres. Así quedó documentado el propósito de crear la penitenciaría para confinadas, durante los 40’s.  Indicaban que la primera penitenciaria para mujeres tenía que funcionar, primero, para su familia; segundo para la sociedad. Las leyes se realizaron en 1941, 1942 y 1946.[73] Con la ley de 1946 se derogaron todas las leyes anteriores. Sin embargo, la ley de 1946 seguía manteniendo los mismos objetivos para la "rehabilitación" de las confinadas. Dicha ley planteaba que:
"La 'Escuela Industrial para Mujeres' funcionará bajo el régimen tendiente a la rehabilitación social, física y moral de las reclusas según lo amerite cada caso, proporcionándoles instrucción escolar e industrial, para que al restituirse aquellas a la sociedad, después de extinguida su sentencia, puedan sostenerse y ser útiles a su familia y a la comunidad."[74] 
Así se muestra que la mujer tenía que ser “rehabilitada” primero para el ámbito doméstico; después, como secundario para la esfera pública. Se refleja que la circulación del conocimiento científico que presentó la crítica al problema del hacinamiento y de higiene estableció suficientes razones, como para que hubiese convergencia por parte de distintos sectores de que se mejoraran las condiciones de reclusión para las confinadas. Finalmente, al EIVA se abrió en 1954. Según Gramsci, los intelectuales tienen un rol relevante en la construcción de la “hegemonía” que el grupo dominante ejerce en la sociedad y el “dominio” sobre dicha sociedad:
“se encarna en el Estado, y esta función es precisamente ‘organizativa’ o conectiva: los intelectuales tienen la función de organizar la hegemonía social de un grupo y su dominio estatal, esto es el consenso dado por el prestigio de la función en el mundo productivo y el aparato de coerción para aquellos grupos que no ‘consientan’ ni activa ni pasivamente, o para aquellos momentos de crisis de mando y de dirección en los que el consenso espontaneo sufre una crisis. De este análisis se desprende una extensión muy grande del concepto de intelectuales, pero solo así me parece posible alcanzar una aproximación concreta a la realidad.”[75]
Por supuesto, que establece diferenciaciones entre distintos intelectuales como los intelectuales tradicionales (función de elevar a los miembros económicos de un grupo a la calidad de “intelectuales políticos”), y los orgánicos (pertenecientes a un grupo), entre otros intelectuales.[76] 
El proyecto de la clase dominante de la época en torno al nacimiento de la Escuela Industrial de Vega Alta, se consolidó en este caso mediante visitas, noticias, informes, y la circulación de tales conocimientos, entre otras formas. Las visitas de expertos a PR, las interacciones con los expertos locales, las visitas a las cárceles, las investigaciones y análisis de las situaciones que enfrentaban las penitenciarias del país reflejan las complejas reapropiaciones. Se da su acepción porque se desarrolla en un sistema de relaciones en el que la intelectualidad (o el grupo que la personifica) se encuentra en un conjunto general de relaciones sociales.[77] De esta forma, las preocupaciones en torno a la higiene,  el hacinamiento y los roles de la época, mediante la hegemonía de la ciencia[78], claramente se establecían los objetivos que perseguiría la cárcel de mujeres: rehabilitar a las mujeres para que fueran útiles, primero, para el espacio doméstico; y segundo, para la sociedad.
Conclusiones
Los problemas de higiene y de hacinamiento que llevaba largo tiempo en las cárceles de PR llamaron a urgir la atención de Reformas Penales durante la época. La resignificación del sujeto criminal femenino fue uno de los factores. La atención y críticas de mujeres que visitaron las cárceles establecieron un rol significativo. En adición, hubo críticas por parte de sectores estatales y no estatales al hacinamiento de las penitenciarías (que como ya se mencionó también hubo mujeres criticas). Ante esto el Estado asumió mayor responsabilidad al respecto. Las tensiones políticas de la época eran parte de los procesos de transformación política mientras se consolidaba el ELA. La Insurrección Nacionalista, en la que participaron también mujeres, y el ataque a la Cámara de Representantes de USA, en la que participó Lolita Lebrón (por lo cual asumió responsabilidad), sumó un factor adicional en el proceso complejo de resignificación.
Se intentó construir un discurso de locura en torno a los nacionalistas, mediante noticias y caricaturas. La producción de los intelectuales y la circulación del conocimiento científico, mediante expertos de USA, España y PR establecieron la hegemonía de la ciencia de la época. Por la cual se estableció un consenso para la apertura de la primera penitenciaría exclusivamente para mujeres: la Escuela Industrial de Vega Alta en PR. Sin embargo, a la luz de esta investigación se refleja que el mayor imperio es el sistema patriarcal sobre los intentos de control de los cuerpos desde la mirada de género. Cabe preguntarse, ¿Eso logra?














Elba Otero de Jové: soñadora del Arecibo que no pudo ser
Gadiel Gómez, MA
Introducción
Cuando comencé esta investigación topé con una revista llamada Arecibo 2000 que celebraba el cambio de milenio resaltando los personajes célebres de la ciudad. En ella estaba la lista de todos los alcaldes de la historia de La villa del Capitán Correa hasta el momento de publicación. Rápidamente surqué con el dedo a través de largas y exaltadas reseñas. La más pomposa de todas era la de Darío Goitía, que tenía cuatro párrafos repletos de bombos y platillos. Al fin llegué a la alcaldesa de mi investigación, Elba Otero de Jové. Cuando vi aquel parrafito muerto de hambre se me exprimió el corazón. Y si su tamaño me entristecía, su contenido me indignó. Es el siguiente:
Elba Otero de Jové (1968 a 1970) fue una alcaldesa con muchos sueños que por varias razones no pudo lograr. Se graduó de la Universidad de Puerto Rico y obtuvo una maestría en la Universidad de Nueva York. Madre de dos hijos, Luis y Julio.
Esto me hizo adentrar más en los tales sueños no logrados y me llevó de frente a los problemas estructurales de Arecibo. Quién me iba a decir que la curiosidad que aquellas palabras provocaron iba a guiar mi investigación por rumbos no esperados.

Un poco de contexto político
Desde 1940 el partido Popular Democrático, la Pava, había dominado la política puertorriqueña. Por 28 años consecutivos copó la gobernación, la mayoría de las alcaldías y los puestos legislativos. Su fundador, Luis Muñoz Marín, gobernó a Puerto Rico durante veinte de los mismos, y, en efecto, continuó siendo tras bastidores el líder del Partido hasta su muerte en 1980. Sin embargo, para el año de 1964 las cosas comenzaron a cambiar. Roberto Sánchez Vilella fue elegido gobernador de la isla después del retiro político de su protector Muñoz Marín. Pero durante dicho cuatrienio, este perdió el favor de Muñoz. Ello provocó que en 1968 el caudillo popular designara, no a Sánchez Vilella, sino a Luis Negrón López como candidato del PPD para la gobernación. Así, más que las ideas políticas fueron los orgullos vanos los que dividieron esta colectividad y culminaron su larga hegemonía. Roberto Sánchez Vilella fundó su propio partido, el partido del Pueblo (PP). La vieja Pava, que ya comenzaba a lucir anticuada y en cada elección perdía fuerzas, quedó irremediablemente débil.
A su vez, el movimiento anexionista venía renovándose y creciendo desde 1956. El partido Estadista Republicano (PER) contaba con “el Hombre”, tal como lo llamaba el pueblo estadoísta: el joven Luis A. Ferré. La campaña de miedo a que los populares pretendían traer “la independencia por la cocina” fue calando en una nueva clase media consumista que se modelaba cada vez más en la norteamericana. No obstante, las discrepancias provocadas por un plebiscito de estatus en 1967 separaron Ferré del PER. Y nace la Palma. En las elecciones de 1968 se estrena la insignia en la papeleta bajo el nombre de partido Nuevo Progresista (PNP). Con un decadente y dividido PPD, y con el exaltado surgimiento del partido Nuevo Progresista, las elecciones del 68 dieron la victoria a Ferré por un escaso margen. Sánchez Vilella quedó rezagado en un tercer lugar debajo de Luis Negrón López.
Todos estos datos pueden extrapolarse muy bien al municipio de Arecibo; es decir, los movimientos políticos en lo referente a la alcaldía tienen un contorno similar al de la gobernación. En 1968 Darío Goitía llevaba siete cuatrienios en la poltrona municipal y era querido por todos. Cualquiera que conozca de política sabrá que desafiar un alcalde con casi tres décadas en el poder es una empresa fútil, una pérdida de tiempo y de esfuerzo. Además, con decir que cuando Goitía se retiró de la política vivió humildemente hasta su muerte, ya se ha dicho todo sobre su honradez. Sin embargo, perdió, y con una candidata primeriza. ¿Qué ocurría entonces?
Hoy todos perciben el deterioro caótico de Arecibo. Lo comparan con un pueblo fantasma. A quien mejor se lo he oído expresar es a Gregoria Pérez, una maestra retirada hace cuarenta años del Departamento de Instrucción Pública:
“Hace poco le pedí a mi sobrina que me llevara a ver el pueblo de Arecibo porque yo llevo años recluida en mi casa. Ella me llevó en su carro. Llegué a mi casa llorando. No me imaginaba que todo estaría tan destruido. Donde yo jugaba, donde me crié, donde trabajé: no queda nada”.
Es opinión general que la debacle de esta cabeza de Distrito es culpa de la reciente corrupción de sus políticos o que tiene que ver con la crisis económica del resto de la isla. No. El acelerado despoblamiento y el empobrecimiento económico y moral de la ciudad comenzaron en la década de 1950 y sus causas son complejísimas. A su tiempo las iré discutiendo. El caso es que el electorado de la Villa del Capitán Correa ya no estaba tan conforme con la Pava como antes. Y es así como Elba Otero de Jové, la primeriza de que hablé, derrotó al poderoso Partido en Arecibo.

Ella
Durante la segunda Guerra Mundial (1939-1945) los maestros del Departamento de Instrucción Pública escasearon en toda la isla, sobre todo los varones. De suerte que en vez de los dos años universitarios y la reválida que se requerían para ser maestro hubo que aceptar cientos de candidatos con cuarto año de escuela superior. Tan pronto se graduaban, tomaban un conciso taller de pedagogía y comenzaban en el magisterio. Entretanto ocurría esto, la joven arecibeña Elba Otero seguía un rumbo diferente. Terminó su bachillerato en la Universidad de Puerto Rico y se dirigió a los Estados Unidos para hacer una maestría en artes en la Universidad de Nueva York (1951). Y como no había dinero para que ambos hermanos estudiaran, su hermano menor Rubén Otero Bosco no fue a la universidad. Como veremos más adelante, ello no fue impedimento para que Rubén llegara a ser un legislador destacadísimo.
Elba se llevó a su mamá, a sus hijos, a su mamá y a su sobrina a Manhattan durante los dos años de maestría. Todos se acomodaron en un apartamento que compartían con otra familia. De regreso a Arecibo esperaba encontrar todas las puertas abiertas, pues para aquel tiempo solo había cuatro otras personas con maestría en la ciudad (todas mujeres menos uno) y tampoco eran muchos los que contaban con un cuarto año. “En vez de enviarla enseguida a tomar los exámenes para supervisora, la mandaron de maestra de inglés a Lares por tres años”, cuenta su hijo mayor Luis Jové Otero. Después fue maestra en el barrio Esperanza de Arecibo, en Hoyo Caña y otros. “La mandaron a cuantos lugares recónditos se podía; por la política, por represalias contra mi familia. Es que toda nuestra familia era republicana”, recuerda el otro hijo de Elba, Julio Jové Otero. Las condiciones para un maestro rural a principios de los 50s eran harto incómodas, había que hacer muchos sacrificios para enseñar. “El carro público la dejaba hasta donde llegara la carretera. Entonces la montaban en un caballo hasta el barrio donde estaba la escuela. Entre el equipaje que llevaba, iba un enorme saco con los libros de los estudiantes. Los libros eran responsabilidad de los maestros. Tenían que llevarlos al salón todos los días”, cuenta su hijo Luis. Todo esto hacía del maestro rural un itinerante solitario. Durante la semana Elba vivía en la casa de alguna familia cercana a la escuela, y regresaba a Arecibo en los fines de semana. Su hijo menor Julio recuerda con admiración los sacrificios de su mamá.
“Yo a mi mamá no la veía en todo ese tiempo. Se iba sola un lunes y venía el sábado. Me crié esa época con mi abuelita hasta que la nombraron supervisora de inglés.
Y así fue, unos años más tarde la ascendieron. Como supervisora de inglés iba de escuela en escuela y daba talleres para los maestros. Pero al fin se mantenía en el área urbana de Arecibo y en su casa. Según cuenta la maestra Gregoria Pérez, ella “era una supervisora excelente; sabía mucho. Era muy profesional y amable”. De 1958 hasta que se convirtió en candidata a la alcaldía en el 68, Otero de Jové fue Directora Académica de la escuela vocacional Antonio Luchetti de Arecibo. En el anuario de la clase graduanda de 1963 de dicha escuela aparece escrito abajo de su foto la siguiente acotación a modo de comentario característico: “La dulce y apacible voz de la señora Elva Jové siempre calmaba nuestros compañeros más revoltosos”. Esta nota de parte de los estudiantes resume muy bien su rol de supervisora tanto en la escuela como en la alcaldía arecibeña. Namir Pérez Guzmán, secretaria de la alcaldía de Arecibo por 46 años la recuerda con cariño:
“Cuando ella se fue de Legisladora se quedó tan preocupada por mí, que me cambió a otra oficina donde el jefe era amigo de ella para que me cuidara. Me protegía como si yo fuera su propia hija”.
“Nosotros crecimos al lado de su casa”, cuenta Isabel Figueroa, “era una gente tan decente y educada... Es que para aquella época todos nos llevábamos bien”. Lo que nos lleva de nuevo a los años 40s y 50s. Porque para poder estudiar los sueños de la Elba Otero alcaldesa hay que visitar el Arecibo de ayer, el de su niñez.

El Arecibo de ayer
La presente decadencia de Arecibo solo se comprende desde su pasado. Y para encontrar los orígenes más remotos de su actual contracción es menester hallar el último momento de su apogeo, las décadas del 40 y del 50. Lo más sorprendente, como veremos, es que ese auge está conectado directamente con la comunidad más pobre, y no con la acaudalada.
Elba Otero nació en la calle Cervantes (hoy calle Antonio R. Barceló) del viejo Arecibo, en lo que le llamaban La playa. De esta enorme comunidad ubicada en la costa de la ciudad, la calle Cervantes pertenecía a una clase media. Dentro de lo que hoy conceptuaríamos como pobreza homogénea, La playa era todo un sistema social complejo. Desde las cercanías de la plaza de recreo hasta la misma orilla de la playa iba el descenso social. La calle Cervantes, la Santa María, la Pinta y la Niña: de la distinguida clase educada y pudiente hasta el arrabal mojado por el Atlántico. Dentro de la comunidad de La playa estaba la plaza del mercado, había una cárcel de mujeres, un matadero, muchas farmacias, colmados,... en fin, todo lo que caracteriza una sociedad civilizada. “Había vendedores ambulantes para todo”; recuenta Francisco Pérez Gandía, que vivía en la calle Palma, “pasaba el afilador de cuchillos con su pitito gritando ‘¡Afiladó!’. Y hasta el que enderezaba los muelles de los colchones. La gente sacaba los colchones viejos a la calle cuando él pasaba”. José Lionel Pérez, que lleva 71 años viviendo en una de las pocas casas que quedan en pie del casco urbano original, compara el palpitante centro del pueblo de su niñez con el de hoy: “Había grandes pintores, poetas... Yo era uno de los pianistas que se reunía en la casa de una señora a tocar..., hasta Trina Padilla vivía a pasos de nuestra casa, en la calle Gonzalo Marín”. La playa no solo tenía una enorme diversidad social, tenía su historia propia. Es el Arecibo perdido, ya tragado por el mar y por el asfalto.

La alcaldía
Pero retomemos Elba Otero de Jové, pues volveremos con Arecibo a través de ella. Si bien nunca había participado en contiendas electorales de ningún tipo, casi toda su familia era, además de educada, fervientemente anexionista. Su papá y su mamá, ambos contaban con cuarto año de escuela superior. (Hay que apuntar que para ese tiempo, principios del siglo XX, a una persona con octavo grado ya se le consideraba suficientemente educada como para obtener casi cualquier empleo). Él, Francisco Otero de Jesús, escribía artículos de corte republicano para un periódico bajo el seudónimo el Clavel Rojo. Y también publicó un poemario cuyo prólogo fue escrito por La hija del Caribe, Trina Padilla de Sanz. Por su parte, la mamá, Isabel M. Bosco, fue Tesorera Municipal en los años 30. Tal como comentó el hijo de Elba, Julio:
“Todos mis abuelos y mi tío eran gente muy inteligente. O sea, pobres al fin, pudieron echar pa’lante”.
Del lado de Luis F. Jové Martínez, esposo de Elba, corría la estirpe republicana con mayor fuerza todavía. El papá de este, Francisco Jové Bonet, presidió el partido Republicano en Arecibo para el año de 1912. Él, Luis F. Jové, que al presente sigue vivo con 105 años de edad, presidió esa colectividad hasta 1956.Y después le tocó el turno a su cuñado Rubén Otero Bosco, hermano de Elba; el cual dirigió el Partido hasta el 64. Como antes había dicho, este Rubén Otero fue unos de los líderes estadoístas más destacados de su tiempo. Cuando Elba fue electa alcaldesa, ya él llevaba 8 años en la Cámara de Representantes y comenzaba en la vicepresidencia del cuerpo. Por cierto, la carrera política de nuestra alcaldesa va a estar tan entrelazada con la de su hermano, que cuando este murió, prematuramente de cáncer, ella lo suplantó en la Cámara, y sin él no tardó en desanimarse. Como dice el Lic. Luis Batista Salas, “Rubén fue instrumental para la campaña de ella. Era una reserva moral, y cuando él desaparece, desaparece también esa reserva”. Sobre esta sustitución hablaré más adelante.
En el transcurso de organizar el nuevo partido en el año de 1968, se celebraron asambleas en cada uno de los 78 municipios. En la de Arecibo, que asistió el propio Luis Ferré, Elba Otero surge como la mujer más importante, con una manifestación propia. Asumía posiciones de vanguardia que eran conformes con los ideales del Presidente del Partido. Luis Batista Salas, que fue Ayudante de Campo de Luis Ferré durante el proceso, recuerda el momento en que se escogió a Elba como candidata:
“Ella tenía arrojo, quería ayudar y don Luis se interesa en ella. Era de una familia conocidísima en la política. Además, a él le convenía porque había pocas mujeres en la papeleta”.
A preguntas de qué tipo de campaña se hacía para la época, su hijo Luis dijo que “la campaña de Goitía fue limpia, que todos se conocían. Y que ella tampoco le tiró a Darío”. Isabel “Chaveca” Figueroa, conocida republicana del Arecibo de antaño, respondió a la misma pregunta asegurando que “las campañas para ese tiempo eran menos ruidosas que ahora, pero todo el mundo se envolvía. Cada barrio tenía su comisionado y se reunían continuamente para delinear estrategias y organizar colectas”. Luis Jové, respondió con una anécdota:
“Recuerdo que Darío fue por casa. Sus palabras fueron: ‘Nena, me ganaste’. Le decía nena porque él tuvo un colmadito frente al de mi abuela por muchos años. Todos nos llevábamos bien. No había nada de eso que hay ahora entre los partidos”.
Mientras Julio, su hermano, contestó a la misma quizás con más pragmatismo:
“Mi mamá era una mujer idealista. Lo de la política era secundario. Y es verdad, mami le hizo una campaña limpia a Darío. Quien se la hizo sucia, o mejor dicho fuerte, fue tío Rubén. Desde la radio decía: ‘Darío, ¿dónde están los chavos de la Plaza del Mercado?’ Y es que se sospechaba de un dinero desaparecido”.
Tal como se ha dicho, Elba Otero de Jové ganó las elecciones en 1968. Lo que nos trae de regreso a la dichosa biografía del principio. Porque aquí comienza lo importante: ¿cuáles fueron sus planes, sus proyectos, sus sueños?

Sus proyectos
A todo el que entrevisté y por todos lados que inquirí, preguntaba “¿cuáles fueron los proyectos de Elba Otero?” Muchos decían: “El progreso” o “El desarrollo”. Otros solo recordaban que era buena y su hermano un líder fuerte e imponente. Por otro lado, las actas almacenadas en la Oficina de la Asamblea Municipal arecibeña no revelan otra cosa que presupuestos, enmiendas a resoluciones o proclamas de poca trascendencia. La respuesta, sin embargo la había estado escuchando en cada uno de los entrevistados sin darme cuenta. La clave estaba en el desmembramiento del Arecibo viejo, en las bravatas que se llevaron las casas en los 50s, en “el tumbe” de edificios durante la misma década y en la carretera a San Juan. Todos los problemas del Arecibo de hoy, habían comenzado antes de llegar Elba Otero a la alcaldía. Eran estructurales algunos, y en su mayoría, el resultado de decisiones desacertadas que tuvieron consecuencias fatales a largo plazo.
Elba heredó un pueblo sufrido al cual el desarrollo no llegaba. Las siguientes son las razones. Cuando se hace el proyecto de desarrollo económico industrial en Puerto Rico, en el cual se abandona la agricultura, los industriales que vinieron eran de los EEUU. Y tenían como política que su lugar de manufactura no podía estar a más de una hora de camino del puerto de embarque. La hora más cercana desde San Juan terminaba en Barceloneta. Arecibo quedaba muy lejos. A pesar de que era cabeza de Distrito, que tenía más oficinas del gobierno y más infraestructura, lo consideraban muy costoso por la distancia. Los pueblos que quedan antes, y que son parte del Distrito, empero se beneficiaron. Y a Arecibo nunca llegó esa industrialización. “Elba, con la ayuda de Ferré, comienza entonces a cabildear para llevar industrias a su pueblo. Pero los norteamericanos no cedieron”, recuerda Luis Batista Salas; “entonces cambia de estrategia para impulsar la rápida construcción del expreso”. Así, la ciudad del cetí quedaría dentro de la hora de camino. Aunque en su tiempo no llegó, ella fue clave para que comenzara la planificación de tal expreso.
¿Por qué no se utilizó entonces el otrora dinámico puerto de Arecibo? A causa del segundo problema. Este problema radicaba en la costa de Arecibo. Cuando aún no se hablaba de calentamiento global o de crecimiento de los mares ya la costa de Arecibo empezaba a perder terreno. La costa de Arecibo ha perdido más de 600 metros de terreno en 60 años. Luis Batista recuerda esa época:
“Donde hoy hay un rompeolas, hacia adentro del mar, había dos barrios. Caseríos enormes. Yo viví allí, en la calle Santa María. La calle Pinta se acercaba al arrabal y la Niña estaba dentro de él. Eso desapareció, el mar se lo llevó”.
Cuando en el año 1948 se hizo el rompeolas, que está al lado oeste del faro de Arecibo, se trataba de evitar que la fuerte corriente marina tapara el puerto. Lo que se produjo fue que las olas que chocaban contra el rompeolas produjeran unas olas mayores que iban contra la playa. La erosión que sufrió Arecibo fue fulminante. Tanto Elba Otero como Goitía antes que ella impulsaron un dragado por parte del Cuerpo de Ingenieros de los EEUU. Pero ese dragado es imposible porque las corrientes marinas en esa área son de tal fuerza, que traen la arena continuamente al puerto. Y no importando el rompeolas, continúan tapándolo. Luego la alcaldesa intentó que el Cuerpo de Ingenieros quitara el rompeolas, pero no hubo forma.
No habiendo industrialización no había trabajos ni capacidad de repoblar a Arecibo. A preguntas sobre las consecuencias de la despoblación Batista Salas comenta:
“Arecibo era la cuarta ciudad y le daba vida a una tercera parte de Puerto Rico porque cubría el centro hasta Jayuya y subía hasta Aguadilla. El propio gobierno empezó a cerrar oficinas y los otros municipios comenzaron a pedir sus propias oficinas. Así que, Arecibo fue languideciendo. Tampoco había capacidad para hacer vivienda nueva porque empezó a despoblarse por falta de trabajo”.
Tal como lo analiza Francisco Pérez Gandía, quien además de haber sido residente de La playa, fue candidato a la alcaldía arecibeña por el partido Socialista Puertorriqueño en 1976:
“Fue culpa del rompeolas. Una vez que lo construyeron comenzó a meterse el mar en las casas. Eso y las compañías constructoras que destruyeron todo lo que quedó para poder vender cemento”.
Luis Jové lo recuerda vívidamente:
“Yo me acuerdo de las bravatas cuando se hizo el rompeolas. Se podían ver las olas llevándose las casas. Las casitas flotando sobre las olas bravas. ¡Era algo impresionante!”
El tercero y último de los problemas de la ciudad es profundo, de tipo socioeconómico y muy amplio para discutirlo aquí en toda su dificultad. Lo presento, pues, a grandes rasgos deseando que alguien más haga un análisis más amplio en el futuro. Me refiero a la consecuencia directa de la destrucción o “tumbe” (tal como lo llamaban en su tiempo), de La playa. Porque, en efecto, fue destruida y relocalizada por hambrientas compañías constructoras en los años 50. ¿Y a dónde fueron a parar esas 8,500 familias desplazadas? Al caserío. Aún hoy, muchos de los descendientes de esa otrora economía vibrante mora en un cúmulo de residenciales públicos conocido como el Coto. Y ni hablar de las estructuras históricas que terminaron trocadas en amorfos montes de tosca. Como dijo Luis Jové Otero, “la debacle económica del Arecibo de hoy comenzó cuando se rompió violentamente la comunidad de La playa, que era el Arecibo verdadero”.
Y ya podemos responder a la pregunta ¿cómo es que Darío Goitía pierde con una primeriza? Esperando que el traslado a edificios macizos produjera felicidad y agradecimiento de los desplazados, el gobierno pepedé solo cosechó rencores. Y es que la sociedad arecibeña no fue reubicada, sino disuelta, desgarrada. Al ir mudándose encontraron vecinos desconocidos a todos lados. Sus diversas casas se las convirtieron de la noche a la mañana en una aburrida monocromía, en mogotes con ventanas. Fue la disipación de la identidad individual, el aplanamiento de la diversidad social. No obstante, lo que trajo las consecuencias más duraderas y funestas fue el hecho de que los negocios desaparecieran. El delicado sistema económico de La playa se rompió, la economía local nunca se recuperó.


De la Cámara a la Renovación
En 1969 muere Rubén Otero Bosco mientras ocupaba la vicepresidencia de la Cámara de Representantes, y el Partido le pidió a Elba que sustituyera a su hermano en la representación por Arecibo. Es importante destacar que, a pesar de que su esposo no estuvo de acuerdo, como siempre, ella tenía criterio propio y decidió enfrentarse a las primarias que para esta silla se celebraron en asamblea. Otra mujer, Dora Matos de Pasarel, era la adversaria. El caucus escogió a Otero. Algo ocurre, sin embargo, en el transcurso de esos dos años en la Cámara que la hicieron desanimarse. Lo que sí es que después de 1972 se retira de la política por un tiempo. Sus hijos recuerdan lo que pasó. Así lo expresa Julio:
“En un mitin del partido en el parque Luis Rodríguez Olmo yo escuché al que la sustituyó en la alcaldía decir desde el micrófono ‘¡Hay que salir ya de los Otero!’. Esto fue mientras ella estaba en la Cámara. ¡Quien lo sentó en la alcaldía fue mami!”
Luis, por su parte, achaca la culpa de la traición que recibió en Arecibo a la bondad de Elba:
“Lo que pasó con mami es que era una hermanita de la caridad. Y aquí si tú quieres ser político no puedes ser bueno. Rubén, su hermano, era otra cosa. Ese tenía un programa de radio que se llamaba La barricada. Imagínate. Rubén era como Romero, ¿entiendes? Pero más elegante en su expresión, claro”.
De 1972 a 1984 Elba se mantuvo fuera del ruedo político. Lo que la hizo entrar de nuevo fue el dominio de Carlos Romero Barceló en el penepé. Su liderato era de mollero, de imposición y de subyugación. Era un poder casi hegemónico, central. Entonces surge el movimiento Renovación dirigido por el Dr. Hernán Padilla, carismático alcalde de San Juan por el PNP, que era un grito contra ese poder absoluto. Según algunos, fue un movimiento libertador que ha tenido repercusiones posteriores en el anexionismo. Elba participó en esas elecciones de 1984 como candidata a la alcaldía por el PRP. Luis Batista Salas fue su Vicepresidente y Director Ejecutivo relata el momento en que Otero de Jové su unió al nuevo partido que tenía un arcoíris como insignia:
“Yo fui a Arecibo, con Hernán Padilla y ella se nos unió. Se une con una bravura extraordinaria porque en ese momento Carlos Romero era dueño y señor. El partido novoprogresista en Arecibo le dio la espalda a Elba, pero con todo y eso ella tuvo una participación activa muy honrosa”.
De un total de 50,250 votos en Arecibo, Otero sacó 328; un 07%. Y el ex alcalde de San Juan sacó un 4.1% en toda la isla. Pero Romero Barceló perdió las elecciones por 3.2%. En otras palabras, la efímera colectividad hizo que Romero perdiera. Elba no volvió a participar activamente en la política. Once años después, en 1995, murió calladamente y llena de años. Y el tiempo, como confabulado con sus contrincantes de ambos partidos principales, trató de tragarse su historia, borrar su memoria.

Elba la mujer
¿Fue Elba Otero de Jové una mujer feminista? Me atrevo a aseverar un contundente sí seguido de un reflexivo no. Si es verdad que hay dos tipos de personas en el mundo, los que dicen y los que hacen, los que idean y los que interpretan, los inspirados y los que inspiran a estos, Elba entonces perteneció al segundo grupo. Quizás, de las que vivieron el ideal feminista, esas que hoy lo inspiran, no todas llevaron el nombre por la misma razón que Marx no necesitó llamarse marxista, pues él era la esencia del marxismo. Es decir, las fuentes de inspiración no necesitan hablar de luchas, sino vivirlas hasta convertirse en símbolo. Batista Salas, que, como se puede apreciar, la conoció durante todas sus facetas políticas, dice muy elocuentemente:
“Nunca la oí hablar de los derechos individuales de la mujer. Ella simplemente era una mujer profesional para quien la igualdad era natural. Aun sin decirlo, sin llevarlo como apellido, sin llevar esa bandera como causa, su extraordinario mérito fue su feminismo”.
Finalizo, pues, citando parte de un discurso de doña Elba en Arecibo, el 6 de septiembre de 1982, durante la develación de los bustos de su hermano Rubén Otero Bosco y de Santiago Iglesias Pantín (fundador del partido Socialista). Estas reveladoras palabras tal vez expliquen sus inclinaciones y su independencia de criterio:
“Nosotros [, Rubén y yo,] nos criamos en un hogar donde se adoraba a Santiago Iglesias, donde se hablaba de él y donde se leía de las luchas emancipadoras. Como mi padre era ciego, quien le leía era yo. Imagínense ustedes si estábamos imbuidos de esas enseñanzas, de esos principios, de esa justicia social...”
Y como la investigación de un gran personaje histórico nos “imbuye” de su espíritu y termina fascinándonos, solo me resta decir: ¡Larga vida a ese espíritu de Elba Otero Bosco!


[1] Castelló Cruz, Luis Felipe. Blanca María Marchand, Una mujer excepcional. Barceloneta: Puerto Rico, 1990. La poeta, quien dedicó este poema “para el emotivo poeta Julio Soto Ramos”, firma estos versos el 12 de febrero de 1938.
[2] El barrio Manatí Abajo es hoy el pueblo de Barceloneta.
[3] Díaz Marchand, Francisco. Álbum Histórico y Cultural de Barceloneta. Barceloneta: Puerto Rico, 1979.
[4] La Escuela Segunda Unidad del barrio Garrochales de Barceloneta lleva el nombre de don Primitivo Marchand.
[5] Don Ramón Marchand Muñoz fue Presidente de la Comisión Libertadora de Barceloneta que se organizó para lograr que los barrios Manatí Abajo, Garrochales, Palmas Altas, Florida Afuera y Florida Adentro constituyeran el municipio de Barceloneta. Su sobrino, don Rafael Marchand Rodríguez (hermano paterno de Blanca María) fue el Secretario y Orador de esta Comisión. El 9 de marzo de 1911 el gobernador George R. Colton firmó la ley que aprobaba que Barceloneta fuera constituido municipio independiente.
[6] Díaz Marchand, Francisco. Álbum Histórico y Cultural de Barceloneta. Barceloneta: Puerto Rico, 1979.
[7] Alegría, José S., “Don Primitivo Marchand: Un profesor de artes”. El Imparcial, 27 de junio de 1964 citado de forma íntegra en Historia Documental y Cultural de Barceloneta, Puerto Rico del historiador Marcelino Canino Delgado. Aquí Alegría llama La Protectora a la misma farmacia que Díaz Marchand denomina Farmacia Marchand.
[8] Esto de acuerdo a los datos del Lic. Francisco Díaz Marchand. Sin embargo, el Acta de Bautismo señala como fecha de nacimiento el día 23 de junio de 1913 (Registro de Actas de Bautismo, Parroquia Nuestra Señora del Carmen y San Rafael de Barceloneta).
[9] Entrevista a la Sra. María de Lourdes Rivera Sánchez, 8 de enero de 2014.
[10]  Entrevista a la Sra. María de Lourdes Rivera Sánchez, 8 de enero de 2014.
[11] Colección personal del Sr. Carlos Domínguez Cristóbal. La carta está fechada el 15 de abril de 1987. 
[12]Colección personal del Sr. Carlos Domínguez Cristóbal. La carta está fechada el 11 de marzo de 1987.
[13] El Lic. Francisco Díaz Marchand fue Representante a la Cámara por el distrito 7 entre 1936 y 1940 por el Partido Socialista. Luego ingresó al PPD, partido por el cual fue representante a la Cámara a partir de 1948 hasta su renuncia en 1954.
[14] Ídem.
[15] El Regionalista fue un periódico que se publicó en Arecibo entre los años 1921 a 1947.
[16] Matos Rodríguez, Félix V., Linda C. Delgado. Puerto Rican Women´s History: New Perspectives. Nueva York: M.E. Sharpe, Inc.: 1998.
[17] Castelló Cruz, Luis Felipe. Blanca María Marchand, Una mujer excepcional. Barceloneta: Puerto Rico, 1990.
[18] Don Vicente Acevedo Ballester, líder del Partido Popular Democrático, fue alcalde de Barceloneta desde 1956 hasta 1976.
[19] Es que Lourdes cuenta que doña Belén la llamó Carmen desde el primer día a pesar de saber que ese no era su nombre.
[20] Doña Fernanda Reyes, hermana materna de Blanca María, fue la esposa del que fuera alcalde de Barceloneta desde 1948 hasta 1956, don Tomás Dávila Martínez.
[21] Entrevista al Sr. Carlos Domínguez Cristóbal, 13 de enero de 2014. Domínguez Cristóbal conoció a Blanca María en un homenaje que el Centro Cultural de Barceloneta celebró en honor a la poeta.
[22] Entrevista a la Sra. María de Lourdes Rivera Sánchez, 8 de enero de 2014.
[23] Colección personal del Sr. Carlos Domínguez Cristóbal. La carta está fechada el 28 de abril de 1987.
[24] Entrevista al Sr. Félix Cortés, 14 de enero de 2014.

[25] Entrevista a la Sra. María de Lourdes Rivera Sánchez, 8 de enero de 2014.
[26] Entrevista al Sr. Félix Cortés, 14 de enero de 2014.
[27] Entrevista a la Sra. María de Lourdes Rivera Sánchez, 8 de enero de 2014.
[28] Entrevista al Sr. Félix Cortés, 14 de enero de 2014.
[29] Entrevista al Sr. Carlos Domínguez Cristóbal, 13 de enero de 2014.
[30] Castelló Cruz, Luis Felipe. Blanca María Marchand, Una mujer excepcional. Barceloneta: Puerto Rico, 1990.
[31] Entrevista al Sr. Luis Felipe Castelló Cruz, 7 de enero de 2014.
[32] Este fue un periódico de la Unión de Trabajadores de la AAA.
[33] Rojas Tollinchi, Francisco. Relicario Sonoro. Yauco: Puerto Rico, 1945.
[34] “Franz Maximilian Lowentahl”. El Diluvio, 17 de diciembre de 1937.
[35] Entrevista al Sr. Luis Felipe Castelló Cruz, 7 de enero de 2014.
[36] “Un réquiem por Gladys Myrna Méndez Lebrón” en Castelló Cruz, Luis Felipe. Blanca María Marchand, Una mujer excepcional. Barceloneta: Puerto Rico, 1990, págs. 121-122.
[37] Castelló Cruz, Luis Felipe. “Retrato de Blanca María Marchand, la Novia del Verso”. Ecos de Plazuela: 9, abril-mayo-junio, 1991.
[38] “Recordando al maestro Pedro Albizu Campos” en Castelló Cruz, Luis Felipe. Blanca María Marchand, Una mujer excepcional. Barceloneta: Puerto Rico, 1990, págs. 46-48.
[39] Colección personal de Luis Felipe Castelló Cruz.
[40] Colección personal del Sr. Carlos Domínguez Cristóbal. La carta está fechada el 9 de junio de 1987. Blanca María tenía 77 años.
[41] El homenaje se realizaría el 13 de marzo de 1988 y contaría con la presencia de Pedro Alfonso López (hijo de Norberto González Claudio), Leticia Suárez (madre de Carlos Ayes Suárez), Carmen Pedrosa (esposa de Avelino González Claudio), Tati Fernós (esposa de Jorge Farinacci), entre otros. Colección personal del Sr. Luis Felipe Castelló Cruz.
[42] Colección personal del Sr. Luis Felipe Castelló Cruz.
[43] “Vals a Blanca María” en Castelló Cruz, Luis Felipe. Blanca María Marchand, Una mujer excepcional. Barceloneta: Puerto Rico, 1990, pág. 141.
[44] “Vega de Barceloneta” en Castelló Cruz, Luis Felipe. Blanca María Marchand, Una mujer excepcional. Barceloneta: Puerto Rico, 1990, pág. 142-143.
[45] Colección personal del Sr. Luis Felipe Castelló Cruz.
[46] Carta de don Ricardo Alegría, 14 de mayo de 1990. Colección personal del Sr. Luis Felipe Castelló Cruz.
[47] Entrevista al Sr. Luis Felipe Castelló Cruz, 7 de enero de 2014.
[48] Colección personal del Sr. Carlos Domínguez Cristóbal. La carta está fechada el 11 de marzo de 1987.
[49] Entrevista a la Sra. María de Lourdes Rivera Sánchez, 8 de enero de 2014.
[50] “Romance de la Niña Verde” en Castelló Cruz, Luis Felipe. Blanca María Marchand, Una mujer excepcional. Barceloneta: Puerto Rico, 1990, págs. 38-39.

[51] Este paper es parte de un proyecto de investigación en proceso. Además, destacar que Carlos Gil ha realizado trabajos  de la locura en torno a los nacionalistas. La particularidad de este trabajo es  en los inicios de los 1940, sin que Puerto Rico se hubiese recuperado aún de la Depresión Económica y la Segunda Guerra Mundial que incluso provocó por algunos años una crisis alimentaria. Explica James Dietz que en 1942, los submarinos alemanes atacaban con frecuencia los barcos en ruta desde o hacia Puerto Rico. Tan pronto se vislumbró la escasez, los precios de los alimentos aumentaron. Éste menciona, además, que fueron los pobres quienes enfrentaron escasez de alimentos, pero esto le preocupaba poco a las clases privilegiadas. Esto es sólo un ejemplo de las grandes tensiones sociales que hubo en la época. James Dietz, Historia Económica de Puerto Rico, Ediciones Huracán, Río Piedras, 1997. p. 222.
[52] En este aspecto, se debe destacar que hubo tres gobernadores diferentes en tan sólo una década: Rexford Tugwell, Jesús T. Piñero (primer gobernador puertorriqueño) y Luis Muñoz Marín (primer gobernador electo). Además, en esta época surgió el Partido Popular Democrático (PPD) como partido fuerte y luego mayoritario, y el nombramiento de Rexford G. Tugwell como gobernador durante la primera mitad de la década del 1940. Estos dos factores establecieron la coyuntura para la colaboración de distintos sectores en el desarrollo de un plan para superar  la devastación causada por la crisis económica mundial de la década anterior.
[53] En 1947 se estableció por la Compañía de Fomento Económico, el programa de promoción industrial conocido como “Operación Manos a la Obra”. Este programa estimuló un proceso acelerado de industrialización que impactó considerablemente el desarrollo urbano de Puerto Rico. En este período el país experimentó,  junto con las reformas políticas un auge económico sin precedente.
[54] Fernando Picó, “Capítulo 13: La cañaveralización de P.R.”, en Historia General de P.R., Ediciones Huracán, Quinta edición, Revisada y aumentada, 1990, 223.
[55] Picó, 1990, 230.
[56] Picó, 1990, 230.
[57] Picó, 1990, 230.
[58] Torres Rivera, 2000, 59.
[59] Ché Paralitici, Sentencia Impuesta, Ediciones Puerto Sn Juan, 2004, 50. Tomado de: Dr. José Luis Méndez, “La lucha por la paz en Puerto Rico”, Conferencia Magistral Cátedra UNESCO de Educación para la Paz 2011-2012, Facultad de Educación Universidad de Puerto Rico, Ofrecida el 29 de agosto de 2012, 4. Tomado el 20 de febrero de 2013 de:  http://unescopaz.uprrp.edu/act/Lecciones/2012Mendez/LaluchaporlapazPR.pdf
[60] Algunos autores que han trabajado la psicologización son Rafael González  Fernández, “Más allá de la psicologización: estigmatizaciones natularizadoras individuales y colectivas”,  Teoría y crítica de la psicología 2, 2012, 49-62; Kenneth Mc Laughlin, “La psicologización y la construcción del sujeto político como un objeto vulnerable”, Teoría y crítica de la psicología 2, 2012, 3-18; Eduardo Crespo y María Amparo Serrano Pascual, “La psicologización del trabajo: La desregulación del trabajo y el gobierno de voluntades”, Teoría y crítica de la psicología 2,  2012, 33-48. Tomado el 8 de febrero de 2014 de la Revista Online de Libre Acceso: teocripsi.com
[61] “They do not speak for us”, EM, 9 de marzo de 1954, 7.
[62] “Acción unida”, EM, 8 de marzo de 1954, 6.
[63] Filardi, “Cosas del patio”, EM, 2 de febrero de 1949, editorial.
[64] Mayra Rosario Urrutia, “La Tentación de la suerte. Criminalización y representaciones del castigo a las boliteras, 1948-1960”, en Op. Cit. Revista del Centro de Investigaciones Históricas, Núm. 14, 2002; María del Carmen Baerga-Santini, “History and the Contours of Meaning: The Abjection of Luisa Nevárez, First Women Condemned to the Gallows in Puerto Rico, 1905”, Hispanic American Research Review, 89:4, November 2009, 643-673;  Fernando Picó, El día menos pensado: Historia de los presidiarios en Puerto Rico, (1793-1993), Ediciones Huracán, Río Piedras, 1996.
[65] Judith Butler, “Subjection, Resistance and Resignification”, en The Psychic Life of Power: Theories in Subjection, Stanford University Press, 1997,  93-94.
[66]  Filardi, “Cosas del patio”, EM, Miércoles 18 de agosto de 1954, editorial; Filardi, “Cosas del Patio”, EM, 2 de febrero de 1949; "La sombra otra vez", EM, Martes 8 de febrero de 1949.s.p; Filardi, “Interpretaciones”, EM, 19 de agosto de 1954.
[67] Michael Hardt y Tony Negri, “La multitud contra el Imperio”, Debates, Osal, Junio 2002, 159.
[68] Juan Martínez Chapel, Redactor de EM, “Gobierno aplicará Ley 53 con rigor. Trías señala los alcances del estatuto. Recuerda se basa en la Ley Smith.”, EM, 11 de marzo de 1954, 1.
[69] Ibíd.
[70] Ibíd. La Ley 53 se basaba en disposiciones similares a la Ley Smith Federal, bajo la cual se acusó así como se sentenció al liderato del Partido Comunista en  USA. Cabe destacar que el Tribunal Supremo de los USA había sostenido la constitucionalidad de la Ley Smith bajo la sentencia de Dennis vs. United States, 341, U.S. 494, 1951.
[71] Ivonne Acosta Lespier, La Mordaza, Editorial Edil, Quinta Edición, 2008, 15. Ver además: Acosta Lespeir, 2008, 17.
[72] Acosta Lespier, 2008, 21.
[73]  Leyes de Puerto Rico Aprobadas (L.P.R.A.) 14, A.L., 1940. Para más información sobre el Nuevo Trato en Puerto Rico ver: Manuel R. Rodríguez; La reformal liberal en el contexto colonial: el Nuevo Trato y el Fair Labor Standards Act en Puerto Rico, 1938-1940, Tesis de Maestría, Programa Graduado de Historia, U.P.R., Río Piedras, 1996. L.P.R.A. 15 A. L. 1941; L.P.R.A. 15 A.L.; 1942; L.P.R.A., 106, 1946. Énfasis mío.
[74] L.P.R.A., 106, 1946. Énfasis mío.
[75] Gramsci, 1999, 188.
[76] Gramsci, 1999, 190.
[77] Gramsci, 1999, 188.
[78] El concepto de la hegemonía de la ciencia aquí esbozado lo preparé inicialmente  para el  paper del último congreso Internacional realizado en Barcelona titulado Science as hegemony.

2 comentarios:

  1. Zoraida, muy interesante y emotiva la lectura sobre Blanca Maria!

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  2. Gracias por rescatar las memorias de mi abuela, Elba Otero de Jové. Excelente recorrido.

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