La
participación de la mujer en el Partido Comunista Puertorriqueño: el caso de
Jane Speed.
Luis Sánchez Pérez
Resumen:
El propósito de esta investigación es resaltar el papel que desempeñó la
mujer dentro del Partido Comunista Puertorriqueño (PCP) tomando como ejemplo el
caso de
Jane Speed. Speed fue una destacada
ideóloga y militante comunista, oriunda de
Alabama quien arribó a Puerto
Rico a finales de los años 30. Contrajo matrimonio con César Andreu Iglesias y
ambos tuvieron una destacada participación dentro de dicho partido, así como en
el movimiento obrero e independentista. Es
evidente que su figura ha quedado marginada en comparación a la de su marido y
muy poco se ha hablado sobre ella y sus aportaciones. Por tal razón, me propongo mostrar el
papel fundamental que jugó dentro del PCP una vez llega Puerto Rico.
Descripción tema-problema:
El propósito de esta investigación
es resaltar el papel que desempeñó la mujer dentro del Partido Comunista
Puertorriqueño (PCP) tomando como ejemplo el caso de Jane Speed. Quien fue una
destacada ideóloga y militante comunista, oriunda de Alabama quien arribó a
Puerto Rico a finales de los años 30. Contrajo matrimonio con César Andreu
Iglesias y ambos tuvieron una destacada participación dentro de dicho partido,
así como en el movimiento obrero e independentista. Es evidente que su figura
ha quedado marginada en comparación a la de su marido y muy poco se ha hablado
sobre ella y sus aportaciones. Por tal
razón, me propongo mostrar el papel fundamental que jugó dentro del PCP una vez
llega a Puerto Rico.
Contexto Local
Durante los años 40 en Puerto
Rico se daban grandes cambios y luchas. Desde finales de los 30 emergía el
Partido Popular Democrático (PPD) y su líder Luis Muñoz Marín, quienes tenían
una plataforma de justicia social que calaba hondo en el pueblo. Tenían como
norte estar a favor del voto libre y de la distribución de tierras ya que era
la antítesis del poder político y económico de la industria azucarera. El movimiento obrero puertorriqueño también
experimentaba una transformación considerable, esto se debe a que sugerían una
transformación económica y política, teniendo como protagonistas a los
trabajadores(as). Durante aquellos días se funda la Confederación General de
Trabajadores (CGT). 112 delegados de 41 uniones organizaron esta nueva
federación de trabajo.
Algunos miembros del Partido Comunista habían desempeñado un papel
fundamental en este proceso.
El Partido Comunista de Puerto Rico había surgido en 1934, fundado por
algunos disidentes del Partido Nacionalista, el Partido Liberal y el grupo
Afirmación Socialista, luego ocurrió una desintegración. Posteriormente se
refunda bajo el nombre del Partido
Comunista Puertorriqueño, esto
se da bajo la situación colonial que impera en Puerto Rico, sin embargo, era
contrario a la norma internacional que dictaba la Unión Soviética. La historia
del Partido Comunista Puertorriqueño ha sido rezagada en nuestra historiografía
y tiene un valor altísimo que se puede estudiar.
Datos Biográficos Jane Speed
Jane Speed nace el
27 de mayo de 1910, proviene de una familia aristocrática sureña del “Old
South” de la esclavitud, según afirma Speed en sus propias palabras. Sus
antepasados fueron participes de movimientos revolucionarios, ya que eran
escoceses e ingleses quienes arribaron a Estados Unidos cuando eran las trece
colonias y participaron durante el proceso revolucionario por su independencia.
Su tatarabuelo fue el Dr. James Craik, quien estuvo activo en el movimiento
revolucionario de Virginia y también fue el médico personal de George
Washington. Su madre, Mary Craik Speed fue miembro de las hijas de la
Revolución Americana (Daughters of the American Revolution). Su bisabuelo
Joshua Speed, oriundo de Kentucky, fue amigo íntimo y consejero de Abraham
Lincoln, y luego fue miembro de su segundo gabinete cuando fue presidente.
Esto nos hace
reflexionar sobre la influencia revolucionaria que tuvo Jane Speed en su
familia. Estando en la Escuela Superior Horance Mann de Nueva York, despertó su
interés en ver como se diferenciaba la tradición democrática de Estados Unidos
a su política imperialista, y usa el ejemplo de la invasión a Nicaragua, en la
cual Speed admira el heroísmo del pueblo nicaragüense bajo el comando de
Augusto César Sandino en defensa de su soberanía. Durante esos años comenzó a
leer libros de socialismo, como el de George Bernard Shaw: “An Intelligent
Womans Guide to
Socialism”, en donde ve el modelo
socialista como solución a la explotación capitalista.
Al cumplir 17 años viaja con su madre a
Europa y luego regresa al hogar de su familia en Montgomery, Alabama en donde
encontró la segregación racial que había vivido durante su niñez, según afirma
la misma Jane Speed: (“Los negros se veían forzados a vivir en los arrabales,
aunque pagando rentas exorbitantes a los dueños blancos. Los blancos ricos
vivían en magnificas mansiones, situadas en áreas exclusivas, mientras los
blancos pobres vivían en casuchas similares a las de los negros, pero alejados
de la población negra”.).
Ingreso al Partido Comunista de Alabama
Durante 1930 se convirtió en marxista e
ingreso al Partido Comunista de Alabama, el 4 de marzo de 1933, contando con 22
años y el cual represento en distintas vistas públicas de organismos
gubernamentales. A través de los primeros comunistas que conoció, Speed comprendió
que el movimiento comunista tenia fe en la humanidad y creía en la capacidad
del pueblo para construir el socialismo a través de su propio esfuerzo. “Yo me
entere que los comunistas conciben el socialismo como la más amplia democracia,
como la democracia a sus lógicas consecuencias”. “Yo aprendí, además que
consideran que ningún medio que no sea estrictamente democrático, puede
acercarnos al socialismo”. Luego funda una librería en Birmingham con su nombre
“Jane Speed Bookstore”, Aquí se vendían textos marxistas, los cuales estaban
accesibles a los trabajadores. Además, incluían obras de literatura clásica y
novelas de autores contemporáneos. Dicha librería sería la primera biblioteca
pública, la cual serviría a negros y blancos.
Llegada a Puerto Rico
El arribo de Jane Speed a Puerto Rico se
daría durante el año 1939, un año antes había dejado Alabama para matricularse
en la Escuela Nacional Comunista del Partido Comunista de los Estados Unidos en
Nueva York. Es allí donde conoce a un joven comunista puertorriqueño llamado
César Andreu Iglesias, y quien se destacaría como escritor, periodista,
ensayista, líder sindical y además como el máximo exponente y defensor de las
doctrinas marxistas en Puerto Rico. Establecida en la isla deja de ser miembro
automáticamente del Partido Comunista de Estados Unidos e ingresa a las filas
del Partido Comunista Puertorriqueño. Al ingresar a las filas del PCP, Jane
Speed se hizo partícipe de la actividad política puertorriqueña. Sobre su casamiento
con un puertorriqueño, Jane Speed se compara con Ruth de la biblia: "Tu
tierra será mi tierra, tu pueblo será mi pueblo".
Inmediatamente comenzó a aprender el idioma español y a querer al pueblo
puertorriqueño, según nos dice Speed: “a quien considero el pueblo más bueno y
generoso que he conocido; y a trabajar en el Partido Comunista Puertorriqueño”.
Es interesante como Speed diferencia el Partido Comunista Puertorriqueño del
Partido Comunista de Estados Unidos, veía al PCP como un "Partido Nacional
con su propia dirección", hace hincapié a la democracia participativa
dentro de la colectividad. “Los organismos del Partido analizaban los problemas
y la situación prevaleciente, formulando sus propias conclusiones sin
intervención alguna de fuera”. “A veces se cometían errores y se corregían o
rectificaba la orientación política, sin que interviniera en ello ninguna
influencia extraña”. La llegada de Jane Speed coincide con el inicio de la
Segunda Guerra Mundial, esto trae como consecuencia los altos precios, la
escasez de alimentos y el mercado negro.
Speed comienza con la cruzada contra el mercado negro, organizando
comités de mujeres que ayudaran con la agencia gubernamental sobre el control
de precios y estar pendientes de los comerciantes inescrupulosos. La lucha
comandada por Speed contribuía a que se tomaran medidas para tener mejor
control de las actividades los grandes importadores y almacenistas.
Una campaña a la
cual le dedico sus energías y empeño fue la campaña de auxilio a Rusia. Este
acto se llevó a cabo en el Parque Sixto Escobar contando con 15,000 personas, y
fue durante los momentos más críticos de la guerra cuando el ejército
soviético, llevaba casi todo el peso en contra de la ofensiva nazi-fascista.
Este acto resulto el más grande hecho durante los años de la guerra en Puerto
Rico, y fue apoyado por el movimiento obrero, la Cruz Roja, la Defensa Civil,
los niños escuchas, y destacadas personalidades del ambiente político.
Para marzo de 1942, Jane Speed sigue activa recorriendo Puerto Rico para
organizar nuevos comités y fortalecer los existentes para que se sientan con
fuerza en el pueblo trabajador, como es este caso de formar un comité en San
Lorenzo, donde Speed lo discute con otros miembros como es este caso de formar un
comité en San Lorenzo, donde Speed lo discute con otros miembros comunistas. A
comienzos del 1944, en el Partido Comunista Puertorriqueño se da la tendencia
de disolver dicho partido, alegando que el Partido Popular Democrático estaba
realizando una política progresista, por lo que el Partido Comunista no era
necesario. Jane Speed combate vigorosamente esta decisión y plantea que el PCP
era necesario para defender las conquistas sociales logradas y señalar el
camino hacia altos objetivos. Este punto de vista expuesto por Jane no tuvo
éxito y el partido quedo disuelto. Luego, el 10 de marzo de 1946, en una
asamblea pública efectuada en el Ateneo Puertorriqueño, se volvió el Partido
Comunista, nuevamente, Jane Speed ocupa un puesto en su dirección, y luego siguió
su labor como miembro de fila y participo en distintas campañas, como, por
ejemplo:
•
La Lucha por defender el idioma español como
vehículo de enseñanza en las escuelas públicas y por libros de textos en
español.
•
Ayudar al Comité Pro Refugiados Republicanos
Españoles
•
Las luchas por la independencia de Puerto Rico,
participando en la Sección
Femenina de la Sociedad
Independentista Universitaria y el Congreso Pro Independencia.
•
Campaña contra las Leyes de Mordaza
•
El Congreso para la protección de los
puertorriqueños en el extranjero
Además, se envuelve en otras actividades de
carácter internacionalista como la lucha contra la dictadura de Rafael Leónidas
Trujillo en la Republica Dominicana. También fomentaba la solidaridad de Puerto
Rico con los pueblos antillanos, especialmente Santo Domingo y Cuba.
En su participación en las campañas por
organizar las mujeres trabajadoras, Speed contribuye a que se unan y les
recalca que en la fuerza se consume la unión y que además son parte fundamental
en la lucha proletaria; "En todos los países capitalistas la posición de
la mujer está muy lejos de lo que debería ser. Se nos dice que la mujer goza de
iguales derechos que el hombre, pero, de hecho, la mujer permanece oprimida,
dependiente del hombre en muchos aspectos. La condición de la mujer trabajadora
es particularmente grave, puesto que es explotada doblemente: como obrera y
como mujer". "Pero la mujer es por lo regular militante y combativa
en la lucha por el mejoramiento de las condiciones sociales. Cuando se
organizan como obreras dan prueba de ser excelentes miembros de unión y
dirigentes capacitadas".
Siempre como comunista tenía el objetivo de trabajar en organizaciones
populares; estimular la cooperación entre los trabajadores, impulsando a los
mismos obreros, asumir la dirección de sus propias luchas. Ve siempre
importante la educación a los sectores populares del pueblo, para que así
entiendan que pueden asumir responsabilidades de gobierno. al igual que hizo en
Birmingham, establece una librería en Puerto Rico: "Estrella Roja",
ubicado en la avenida Ponce de León, Parada 15 en Santurce, en donde vendían
folletos y libros de los pensadores y líderes socialistas, así como literatura
en general. La labor de Jane Speed va a
la par con la de su marido
César Andreu Iglesias, quien
despuntaba como líder sindical dentro de la Confederación General de
Trabajadores (CGT), y luego como secretario de propaganda.
Jane Speed también fue colaboradora de la CGT, con labor propagandista;
escribía que “El problema fundamental de la humanidad hoy es la derrota del
fascismo. Además, se destacaría por sus escritos en los periódicos Brazos y
Verdad, órganos oficiales del PCP (En muchos de ellos utiliza el apellido de su
esposo, Jane Andreu).
Uno de sus extraordinarios artículos se titula: "El
problema de la unidad”, en el cual hace énfasis a la vinculación del movimiento
obrero con la política, según menciona:
“Me refiero a la tendencia de
subordinar las organizaciones sindicales a la política partidista. Esto, como
se verá, está muy lejos de lo correcto. Como la teoría anterior, esta que es su
reacción natural, surge de la incomprensión de las relaciones entre
organizaciones sindicales y las organizaciones políticas”. Esto nos lleva a
entender como Jane Speed ejercía la autocrítica, y señalaba lo que entendía no
estaba bien, y atentaba contra la lucha de los trabajadores, que era el
estandarte del Partido Comunista.
Mujeres en el
Partido Comunista Puertorriqueño
Además de Jane Speed, hubo otras mujeres dentro del Partido Comunista
Puertorriqueño, que lograron
destacarse y realizar una gran labor. Un ejemplo es Mercedes Arroyo, quien era
líder de la diáspora puertorriqueña en Nueva York, y militaba en el Partido
Comunista. Llego a dictar conferencias en los mítines del PCP y se destacó como
en las luchas de los boricuas y del pueblo negro en contra la discriminación y
el prejuicio racial en la babel de hierro. Otro caso es el de Gertrudis
Meléndez, quien, durante diversas charlas, explicaba el papel de la mujer en la
lucha por el bienestar social. Una mujer que se destacó dentro del movimiento
comunista, fue sin duda, Consuelo Burgos de Sáez Corales, quien era profesora y
fue secretaria de educación y propaganda de la colectividad.
Además, dicto también charlas sobre problemas económicos. Consuelo Burgos
era la hermana de la gran poeta puertorriqueña, Julia de Burgos.
Durante un mitin
del PCP, celebrado el 14 de agosto de 1952 en la barriada El Monte, de Hato
Rey, Consuelo Burgos dicto una conferencia a sus camaradas comunistas. En la
misma lanza fuertes críticas contra el gobierno de Luis Muñoz Marín, alegando
el que pretendía sacar a la gente de El Monte: “Yo vi compañeros, lo vi porque
viví en esta barriada, con el esfuerzo, con el sacrificio enorme que ustedes
abren estas calles por aquí. Vi como tumbaban los arboles; como caminaba la
gente por el
Fondo del Saco; y como trabajaban ese
terreno para construir un hogar para sus hijos”.
“Yo pregunto ahora si no es una desvergüenza
que un gobierno que se llama de pobres para pobres pretende sacarlos de esta
barriada. Yo me pregunto ahora que padre de familia después de haber hecho el
esfuerzo heroico de coger el dinero de la comida de los hijos, de sacrificarse
para levantar su casa, va a salirse de lo más tranquilo porque al gobierno le
dio la gana y porque a los ricos le da la gana”. Además, menciona a otras
comunidades como el Fanguito, y quienes también experimentaban desalojo de sus
hogares.
En el 1947 nace el hijo de la pareja
Andreu-Speed, César Nicolás, esto llevo a que Jane Speed cerrara su librería y
se dedicara a la crianza de su hijo. Esto también podría haber influenciado en
que ella tuviera un tiempo inactiva políticamente, y se dedicara a su
hogar. Cuando su hijo cumplió cuatro
años, empezó a trabajar con una casa comercial. Por sus actividades llegó a
experimentar la represión de las autoridades locales y federales. Cuando ocurre
el ataque al Congreso de los Estados Unidos por un comando nacionalista, el
liderato del Partido Comunista, entre ellos César Andreu Iglesias y Jane Speed,
fueron arrestados por ser sospechosos y además por violar la Ley de la Mordaza
(Ley 53), copia de la Ley Federal Smith, según cuenta Speed: “En un amanecer de
abril de 1954 numerosos detectives allanaron mi hogar y me condujeron arrestada
a la cárcel de Mujeres de Arecibo. Allí, sin haber sido confrontada con una
acusación formal, se me mantuvo encarcelada por tres semanas”. Jane Speed
falleció en marzo de 1959 por una hemorragia cerebral. Posteriormente César
Andreu Iglesias se destacó como escritor, ensayista y publicando artículos en
los periódicos hasta su muerte en 1976. Jane Speed dejó al morir un legado muy
valioso en el movimiento comunista, obrero y feminista que puede brillar con
luz propia. Su vida y acciones nos intrigan a investigarlas, y a aprender de
ellas.
La Dama del Oso Blanco
Carmen Lydia
Arcelay
Mujer Puertorriqueña Revoluciona la
Ciencia
Salvaguardando la Especie Humana:
Carmen D. Zorrilla
Meredith Herrera Roqué
De una manera poco usual comenzaré mi ponencia con un
pensamiento del Dr. José Vivaldi[1]:
“cuando la sociedad aprenda a reconocer
los que verdaderamente son ídolos ahí es cuando tendremos un mundo mejor”. Desde que escuché este pensamiento, mi mente
me hizo realizar una retrospección en lo que mi persona entendía por un
verdadero ídolo.
Hoy en día nuestra juventud ve como ídolo a los grupos de
bandas de rock, rap, reggae, artistas de cine en fin todo lo que contribuye a
que su estado de ánimo sea uno un poco rebelde, cambiante o inestable[2].
Esto porque desean imitar unas personas que son un tanto controversiales[3].
Si ese artista o ídolo de su hijo ofrece concierto en la ciudad donde ustedes
habitan, muchos de los padres hacen el sacrificio por pagarles las costosas
entradas a sus conciertos. Claro, todo por verlos sonreír. Puede suceder que
ese artista sube a las redes sociales un video con una expresión absurda y en
ese mismo momento tendrá millones de personas hablando de la mediocridad que
realizó, mientras que ese día pudo haber sucedido algo magnífico que contribuye
a la ciencia, a la sociedad y a la raza humana como lo puede ser la cura del
cáncer o la del VIH/SIDA y la noticia pudo haber pasado desapercibida, gracias
a lo distorsionado que estamos como sociedad y lo que reseña la prensa del país
para hacer los llamados “raiting”.
Mientras tanto, ¿qué debemos hacer? Pues debemos continuar
luchando por guiar a nuestra sociedad por un camino que les hagamos ver que
esos artistas, que nuestros jóvenes crecen llamándoles ídolos o héroes, son
pequeños monigotes de una sociedad distorsionada, cuya contribución a la
sociedad es mínima y que los verdaderos héroes e ídolos los encontraremos en
cada paso que damos en nuestras vidas como por ejemplo, hasta el dentista que
visitamos o la maestra de historia.
Les cuento que hace unos años atrás fui dándome cuenta de
quienes eran mis verdaderos artistas, héroes, ídolos y las personas que cuando
conocía más de ellas/os me hacían ser un mejor ser humano, dándome así deseos
de crecer cada día más. Esas personas siempre estuvieron cerca de mi y han sido
parte de mi crecimiento; ¿dónde estaban?, pues esas personas estaban, en mi
hogar, en la escuela, en la Universidad, en el trabajo y en mi vida cotidiana.
En esta ocasión esa artista de la que hablaré y les daré a
conocer es una de las mujeres
puertorriqueñas de las cuales considero que soy una fanática, claro está, en el
sentido de la admiración que siento a su labor y al ser humano que es. La misma
se encontraba muy cerca de mi tanto así que fue en el área laboral. Esa mujer
puertorriqueña, la cual en el 2015 fue eje de la prensa nacional e
internacional y las redes sociales, revolucionando lo que es la ciencia en el
campo de la obstetricia y dándole el
lugar a su amada patria Puerto Rico.
Ella se llama la
Dra. Carmen D. Zorrilla. Sus padres son
el Sr. Frank Zorrilla Sánchez, quien en
su tiempo se desempeñó como el Secretario del Departamento del Trabajo siendo
el menor de los miembros de gabinete de Luis Muñoz Marín. Su madre la Sra. Irma
Maldonado, quien llegó a ser su maestra de español y psicología en su tiempo de
escuela superior. Sus padres fueron seres importantes en el crecimiento de la
doctora Zorrilla y ejemplos a seguir para que hoy por hoy gracias a los valores
y ética profesional heredados por sus progenitores ella pudiese seguir con el
legado del servicio público. El ser que a la Dra. Zorrilla le cambió la forma
de ver la vida fue su niña, la luz de sus ojos, ella se llama Carmen Beatriz Arsuaga, de quien la doctora Zorrilla
vive orgullosa y más aún cuando su hija a seguido sus pasos en cuanto a la
ciencia, en esta ocasión en la medicina veterinaria. La doctora Zorrilla
reconoce que sus logros profesionales y personales se deben principalmente de la
educación y apoyo que recibió de su familia. De su familia recibió el estímulo
y apoyo para desarrollar su carrera profesional y de esta manera impactar las
vidas de aquellos en su camino .La Dra. Carmen D. Zorrilla completó su
bachillerato en ciencias para el año 1974 en la Universidad de Puerto Rico,
Recinto de Rio Piedras, luego continuó su carrera en la Escuela de Medicina de
la Universidad de Puerto Rico terminando su grado en el año 1978 y para el
año1982 completó su residencia en obstetricia y ginecología en el Hospital de
la misma Universidad.
Haciendo un trasfondo histórico de cómo la Dra. Zorrilla
llegó al tema de
VIH/SIDA, ella cuenta lo
siguiente:
“La primera vez que
vi a una mujer con sida fue en la sala de partos del Hospital Universitario
estaba embarazada de mi hija Carmen Beatriz y tuve miedo de contagiarme”. “Lo primero que me dije fue: 'A este cuarto
de aislamiento no me voy a acercar'”, recuerda. Meses después, visité el Hospital Pediátrico y me encontré con una
bebé pequeñita, infectada de sida, que apenas medía doce pulgadas. Estaba
acurrucadita en una cuna y a su lado yacía una Biblia abierta y un peluche. Tan
pronto la vi la identificación de la bebé me di cuenta que era la hija de
aquella mujer que, por temor, evité atender. La mujer era usuaria de drogas y
una vez tuvo su bebé, la dejó abandonada en el mismo hospital. “Era un cuadro
que al verlo, no dejabas de llorar”, dice.
Esos dos incidentes entrelazados uno con el otro, su
rechazo a la paciente y el reconocimiento de la desvalida criatura, marcaron el
inicio de una vida consagrada a la investigación del VIH/SIDA y al cuidado
hasta hoy de más de 2,540 mujeres infectadas con el virus. Era el año 1986 y poco se conocía del mal, no había medicamentos
ni tratamientos para combatirlo.
Esas experiencias llevaron a la doctora a cuestionarse su
sentido de responsabilidad como médico. EL conocer que existía una enfermedad
que se podía diagnosticar y que nadie lo estaba haciendo provocó su interés en
evaluar pacientes. La doctora comenzó
a revisar literatura y entendió que no se contagiaría si tomaba las medidas
adecuadas entonces ella cambió su percepción sobre el VIH/SIDA. Tras tomar conocimiento de que los
casos de SIDA en mujeres embarazadas aumentaban rápidamente en el área
metropolitana, la doctora Zorrilla no dudó en emprender una misión de
investigación y realización de pruebas que convirtieron el Hospital
Universitario en una clínica para mujeres embarazadas que viven con VIH.
Pero no todo fue color de rosa. Una vez daban a luz y se les daba de alta a
estas mujeres, los especialistas no las querían atender, aunque, esto no fue un
obstáculo infranqueable para la doctora Zorrilla, quien las siguió atendiendo.
Así surgió la Clínica de Ginecología Especial.
La doctora Zorrilla también fue objeto del discrimen de sus
colegas.
Cuando empezó a trabajar con pacientes VIH
era común que recibiera comentarios tales como: “Cuídate de trabajar con esta
población”. O “se te va a caer tu práctica privada”. O “nunca te vas a ganar el
Nobel”. Nuevamente esto es por la falta de conocimiento de la época, sin
embargo hoy en día continúa ese estigma del que tanto lucha la doctora
Zorrilla.
La Dra. Zorrilla durante los últimos 30 años ha trabajado
como miembro de la facultad del Departamento de Ginecología y Obstetricia de la
Escuela de Medicina de la UPR, comenzando como instructora y luego promovida
hasta el rango de catedrática, posición que ocupa desde 1998. Tiene una
certificación de la American Board of Obstetrics and Gynecology y la American
Academy of HIV Medicine. La Dra. Zorrilla fue la primera
ginecólogo-obstetra educada en Puerto Rico en ser elegida como examinadora oral
del American Board of Obstetrics and Gynecology (ABOG).
A la Dra. Carmen D. Zorrilla la conocí por vez primera en
mi entrevista de lo que sería mi primer trabajo como profesional, luego de
haberme graduado de bachillerato y de haber viajado un poco el mundo. Un poco antes de ese día que conocí a la Dra.
Zorrilla me habían dado un “pre-view” donde me decían que ella es una mujer
fuerte, seria, que se dejaba llevar por las energías y no todo el mundo entra a
su clínica. Claro, no era para menos estaba a punto de conocer a una mujer
extremadamente talentosa. Para estar en este mundo de la medicina e
investigación una debe tener carácter para estar en un mundo que es dominado
por hombres y ella ha salido al reluciente en su campo gracias a su
personalidad. Como bien ella menciono en una entrevista realizada por el
periódico Primera Hora donde le preguntan[4]:
“¿Era así por su carácter o también por falta
de tiempo? _ Recuerda que vengo de un mundo en que las mujeres tienen que
demostrarles a los hombres que son iguales a ellos o mejores. Muchas veces para
demostrarlo creen que tienen que ser más sobrias. No sé si esta soy yo y lo
tenía escondido….”
Sin más ni menos
llegué a mi entrevista, en el proceso de espera, iba haciendo un mantras en mi
mente que decía: ”ese trabajo es tuyo, ese trabajo es tuyo”. Por demás estaba
decir que sí, es cierto tenía temor, más no era por la doctora, sino por el
mundo en el que entraría a trabajar que el mismo no lo conocía y es el terror
de aquel que carece de conocimiento. Queda demostrado que en algún momento
hasta la misma doctora pasó por lo mismo.
Entonces les digo mi entrevista no estuvo mal, luego de
hablar un rato en su oficina, donde aparte de las preguntas de rigor en una
entrevista me llamo mucho la atención que ella me pregunto como me llevaba con
mi mamá, a lo cual respondí que ella significa muchísimo para mí. Luego la
doctora pasó a enseñarme su clínica y a decirme que se hacía en cada uno de los
espacios y me presentó a todos los que allí laboraban. Que tal, mi mente decía:
“Meredith, el trabajo es tuyo, ella ya te enseñó la clínica, más te dijo que
deseaba que comenzarás en comunidad para que conocieras la población y luego
pasarás al área de regulación5,
así que me dije: “que bueno ya tengo trabajo, ya no necesito irme al
ejército”.
En la clínica que la Dra. Carmen D. Zorrilla ejerce como
Investigador
Principal
y en la cual laboré por 5 años, se llama Centro de Estudios Materno
Infantiles, CEMI6. En CEMI se atienden Mujeres embarazadas que
tienen la condición del Virus de Inmunodeficiencia Humana, el que se conoce por
sus siglas en español como el VIH.
Aunque debo hacer la salvedad que la doctora tiene otros proyectos donde
no solo son mujeres con el virus de VIH/SIDA.
Cuenta la Dra. Carmen
Zorrilla para PRTQ lo siguiente:
“Cuando empezaron a llegar las mujeres
positivas [al Centro] pues había tanto estigma que no se enviaban los
resultados a los pueblos de donde eran las pacientes sino que la citábamos en
Centro Médico y la veíamos ahí. Decidimos centralizar a las mujeres en una
clínica porque nadie sabía que veíamos a las mujeres con VIH”.
5
Cabe resaltar que aparte de ser los primeros en no tener
casos positivos de infantes que nacen de madres con el virus de VIH, Puerto
Rico fue la primera Regulación, es donde se lleva a cabo el
inicio de los protocolos de investigación científica y luego es donde se va
revisando que se cumpla con el protocolo de cada proceso del estudio de
investigación, según las reglas y políticas de cada compañía.
6
El Centro de Estudios Materno Infantil,
mejor conocido como CEMI, se estableció en el 1987 cuando los pacientes de VIH
aún eran perseguidos por una sociedad estigmatizada.
Sin que muchas personas
supieran, el Centro comenzó a realizar pruebas de VIH y a educar a embarazadas
contagiadas para el año 1986. No fue hasta el próximo año cuando lograron
recibir fondos federales y abrir sus servicios a toda la comunidad.
Entre los servicios, CEMI
le ofrece a sus pacientes cuidado prenatal, tratamientos a mujeres durante el
embarazo, opciones de cesárea, uso de fórmula para alimentación de los infantes
y tratamiento a los infantes con antivirales (combinación de medicamentos).
jurisdicción en establecer como política
pública el tratamiento gratuito a las mujeres con VIH durante el embarazo.
Todo el camino recorrido comenzó a ofrecer grandes frutos
desde el año 1998 con lo que se conoce como las terapias antiretrovirales que
se le ofrecen a las mujeres con esta condición. Las estadísticas reflejan que
Puerto Rico fue el primer país en recibir al mundo niñas/os negativos a la
condición de VIH aún sus madres siendo VIH positivas. Desde el año 2003 no se
reportan casos de niños nacidos con la condición. Haciendo a Puerto Rico el
primer país en tan grata gestión.
El Centro de
Estudios Materno Infantiles del cual la doctora Zorrilla es Investigador
Principal, participó en el primer estudio de intervención para reducir la
transmisión del VIH en mujeres embarazadas (PACTG 076) como uno de los 10
primeros centros pilotos, y tuvo un rol prominente en el cambio de las
políticas de salud pública en Puerto Rico para lograr que el DV[5]
estuviese disponible para todas las mujeres embarazadas con VIH. Un logro del que se enorgullece la Dra.
Zorrilla es el índice de transmisión de cero de la infección del VIH en los más
de 400 bebés de mujeres embarazadas con VIH tratadas en su clínica durante los
últimos 10 años.
La doctora ha participado en diversos proyectos de
investigación clínica y conductual para mujeres que viven con VIH, y tiene
numerosas publicaciones.
Fue co-investigadora
principal del Estudio de Transmisión en Mujeres e Infantes (WITS, en inglés) de Puerto Rico.
La Dra. Zorrilla ha recibido numerosas distinciones por su
trayectoria profesional. Algunas de ellas son: nominada como “Leyenda local”
por la American Women’s Medical Association (AMWA)
y la Biblioteca Nacional de Medicina, como parte del proyecto “Cambiando el
Rostro de la Medicina” coauspiciado por ambas instituciones en el 2004; premio
“Mujer a Todo Corazón” de la Asociación de Cardiólogas de Puerto Rico en
reconocimiento a su labor en el campo del VIH y las mujeres (2006); distinción
de la asociación de médicos proveedores en HIV por su trabajo con mujeres
viviendo con el VIH (2008); AMSA Raising Our Voices: Women Leaders in Medicine
Award (2008) y el premio Padre Rufo que otorga la Academia Científica y de
Cultura Iberoamericana (2009).
La tarea que aún continua la Dra. Carmen Zorrilla ha sido
una de muchos sacrificios y esfuerzos, que hoy los que conocemos un poco más a
esta grandiosa mujer debemos defender y apoyar lo que ella ha trabajado y ha
logrado en la ciencia. Esta importante gesta fue lo que me llevó a darle el
titulo a esta ponencia: Una
Puertorriqueña Salvaguarda la Especie de la Raza Humana. Ella a demostrado
que como mujer puertorriqueña es posible lograr lo que se desea aunque vivamos
en una sociedad machista y tras de eso que este distorsionada por la prensa y
los medios de comunicación.
La doctora Carmen Zorrilla, mientras otros decían que no
ella aprendió a decir sí; así lo denotan los variados estudios de investigación
en los que ella ha sido el investigador principal y que hasta la fecha de hoy siguen
surgiendo buenos resultados de los cuales cientos de mujeres han sido
beneficiadas. Esas mismas personas que en un principio de la epidemia le
brindaron comentarios no alentadores que a cualquiera le daría miedo allí
estaba ella con su frente en alto para dar la batalla y ayudar a la mujer para
crear un mundo mejor y esos pequeños llegasen al mundo sin el virus de VIH.
Toda esa labor si la hace merecedora de un premio nobel o haber cumplido su
sueño del que ella tanto desea que es dejar un legado de un mundo muchísimo
mejor.
La doctora Zorrilla por lo mencionado en esta ponencia y
por mucho más se ha ganado el lugar en mi lista de héroes, ídolo, artistas o
como le queramos llamar. Por un ser
humano como ella si un día ofreciera una conferencia y su entrada tuviese un
valor llegado al costo del concierto de Madona, haría lo que estuviese a mi
alcance para pagar la entrada en primera fila.
[1]
José Vivaldi, DMD: Dentista, investigador de estudios
clínicos en
el Recinto de
Ciencias
Médicas y miembro del “Institutional Review
Board”.
[2] No mal entiendan este
comentario porque hay artista de calidad que enaltecen la hermosura de las
Bellas Artes, sin embargo y a mi favor que ni a ellos les prestan la atención
que merecen para tan ejemplar talento.
[3] Los artistas de la calidad
de ellos los ejemplos que le brindan a nuestros jóvenes son las drogas, sexo,
el alcohol, una vida superficial y fácil, entre otras cosas más. La realidad de
la vida de esos personajes la podemos apreciar a través de las redes sociales y
la prensa mundial.
[4]
Firuzeh Shokooh Valle. Carmen Zorrilla:
Qiere dejar un mundo diferente.
Primera HOra, 9 de diciembre de 2006.
[5]
Terapia de medicamento para mujeres durante su etapa de embarazo.
A mi manera: El arte de
Myrna Báez
Nereidín Feliciano, Ph. D.
La polifacética artista Myrna Báez es uno de los pilares de
nuestro arte puertorriqueño. Es una de las artistas más importantes del siglo
XX en Puerto Rico, además de una de las figuras más sobresalientes del arte en
América Latina. Su gráfica es reconocida y distinguida internacionalmente.
La vida de Myrna Báez ha sido presentada, documentada,
recopilada y catalogada en innumerables catálogos de exhibiciones individuales
y colectivas, artículos de periódicos y revistas, portadas y capítulos de
libros, tesis de maestría y doctorado, y documentales.
Ha sido recipiente de varios premios, entre estos, en el
Ateneo Puertorriqueño, el Instituto de Cultura Puertorriqueña, la revista Sin Nombre, la Asociación Internacional
de Críticos de Arte, en y fuera del País.
Es Myrna Báez, también, de personalidad fuerte, de
opiniones inflexibles y contundentes, que habla sin pelos en la lengua y que
dice lo que siente. Siempre ha vivido su vida y creado su arte a su
manera.
Aprendió, a su manera, en el taller del Maestro Lorenzo
Homar, otro gigante de la plástica puertorriqueña. Báez desarrolló, a su
manera, sus técnicas de pintura y grabado; trabajó, a su manera, su discurso
estético vs. el político, y convocó, a su manera, a sus grupos de apoyo.
Myrna Báez siempre será rebelde y revolucionaria en el arte
puertorriqueño. Y si no fuera así, no estaríamos tan orgullosos de ella,
sumamente orgullosos.
Nació en Santurce, en agosto de 1931, recién comenzada la
Gran Depresión. Aparentemente, el carácter fuerte lo heredó directamente de su
madre y de su abuela, mujeres independientes y recias de finales del siglo XIX
y principios del XX. Su familia de muchos primos, al igual que la casa de sus
abuelos en Gurabo, fueron sumamente importantes en su niñez.
De pequeña viajó con su familia a los Estados Unidos a
visitar a sus familiares y aprovechó estos viajes para observar y sentir el
ambiente, especialmente en la ciudad de Nueva York. Luego de asistir a varias
escuelas, se graduó de escuela superior en el Colegio Puertorriqueño de Niñas y
decidió formar parte de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad de
Puerto Rico, con la idea de estudiar medicina.
En los años universitarios, y siendo miembro del Partido
Independentista Puertorriqueño, participó en los mítines políticos de la hoy
conocida huelga de 1948. Participó
también en numerosas actividades culturales, que harían mella en su destino.
Viajó a Madrid con algunos de sus compañeros de estudio con
la idea de estudiar medicina, pero al poco tiempo decidió que eso no era lo que
quería. A su manera, dejó los estudios de medicina y comenzó clases de dibujo,
piano y francés. Por medio de sus cursos, conoció de la Real Academia de San
Fernando y, luego de tomar cursos de arte como estudiante libre, aprobó el
examen de entrada de la Academia y comenzó sus estudios formales en arte.
Durante estos años de la dictadura franquista en España,
Báez estudia, aprende, participa y conoce el mundo cultural y artístico de
Madrid con amigos y condiscípulos, que también le presentaron las ideas de la
izquierda socialista. Dice Margarita Fernández-Zavala, editora del libro
Myrna
Báez, una artista ante su espejo: “Ésta experiencia le sirve para definir
un comportamiento de artista que la distinguirá toda la vida”. Y añado yo: A su
manera.
Aprovechó los años en España para, además de continuar su
carrera en el arte, viajar y conocer otros países, otras visiones y otras
culturas, principalmente en Italia, Francia e Inglaterra.
Una vez terminados sus estudios en 1957 y con su
Licenciatura en Pintura en mano, Báez estableció su estudio en la casa familiar
de Santurce, donde aún continúa. A la par comenzó a ofrecer clases de dibujo y
pintura, profesión que ejerció por las próximas décadas.
En esos días comenzó su adiestramiento como la primera
estudiante del Maestro Lorenzo Homar en el Taller de Artes Gráficas del
Instituto de Cultura Puertorriqueña. Allí, más tarde, desarrolló una estrecha
amistad con los artistas del momento, que, cada cual en su área, han
sobresalido en el arte puertorriqueño de la segunda mitad del siglo XX. Me
refiero a José Alicea, Carlos Marichal, Rafael Tufiño, José Antonio Torres
Martinó, José Rosa y mi gran amigo, Antonio Martorell.
El Instituto de Cultura incluyó a Báez en varias
exposiciones colectivas al percatarse de la calidad de sus obras. Participó
también en numerosas ocasiones en el Festival de Navidad del Ateneo
Puertorriqueño y comenzó a exhibir sus obras fuera de Puerto Rico, incluyendo
en el Metropolitan Museum of Art en
Nueva York, quienes le compraron el grabado Yunque
1.
Bajo el renglón del año 1961 del libro Myrna Báez, Una artista ante su espejo, puede leerse: “Durante estos años, además de
hacer su producción gráfica bajo la dirección de Lorenzo Homar en el taller del
ICP, da clases de arte a niños y adultos en su estudio, trabaja a tiempo
parcial como recepcionista y hace letreros comerciales. También cultiva la
pintura haciendo retratos de amigos, sobrinos y allegados al núcleo
familiar”.
¡Arriba las mujeres!
En la década de 1960 también participó en numerosas
exhibiciones, individuales y colectivas, dentro y fuera de Puerto Rico. En
España, en Italia, en Nueva York, en Massachusetts, en Miami, en Panamá, en
Colombia, en El Salvador, en Venezuela, en Inglaterra, y en otros lugares.
Consciente de la importancia de los valores culturales y
arquitectónicos del País, y a su manera, participó, junto a un grupo de jóvenes
defensores de la cultura, en una protesta por la defensa de la Mansión Korber,
a la que querían derrumbar, hoy día sede de la sinagoga judía en Miramar.
En 1976, el director de la Escuela de Artes Plásticas del
Instituto de Cultura Puertorriqueña le ofreció enseñar varios cursos. El
Director Ejecutivo el ICP, el Lic. Luis Manuel Rodríguez Morales, le negó el
contrato de los cursos en represalia por haber participado en una protesta
relacionada con la procedencia de fondos para la Bienal del grabado en Puerto
Rico. A su manera, Báez amenazó con demandar por razón de discrimen político.
El contrato se firmó y ella, a su manera, comenzó a enseñar en la Escuela.
Algunos elementos que usó Báez recurrentemente en su arte
fueron los espejos, las ventanas y las puertas. Los espejos acompañan a sus
modelos y le ofrecen espacio para reflexionar y verse a sí mismos tal como
son. Los espacios a los que invitan las
puertas y ventanas van más allá del espacio inmediato de esos mismos modelos. Le
ofrecen una oportunidad al espectador de atreverse a cruzar los espacios
establecidos. A su manera, le dio
importancia a los espejos como lo hizo Diego Velázquez en La Meninas.
Experimentó también con el óleo luego de haberse dedicado
algunos años a la pintura acrílica y desarrolló, a su manera, técnicas nuevas y
diferentes en este nuevo medio.
En esos años estableció también su estudio en la
Universidad del Sagrado Corazón, donde trabajaron varios de los artistas que
hoy son reconocidos. Enseñó por varias
décadas en Sagrado Corazón y su dedicación a los estudiantes fue de enorme
ayuda para esos futuros artistas.
Quiero compartir una anécdota personal que viví con Myrna
Báez a principios de la década de 1990. Uno de mis hijos tomaba un curso con
ella en la Universidad del Sagrado Corazón. Los cursos que tomaba mi hijo eran
en la categoría de oyente, por razones que no vienen al caso.
Báez planificó, para el grupo, una visita al laboratorio de
conservación del Museo de Arte de Ponce y una visita guiada a la exposición de
los grabados de Goya, nada menos que con el mismísimo Director Emérito del
Museo, Dr. Rene Taylor. Una condiscípula de mi hijo, que no compañera, se quejó
porque mi hijo pretendía ir a la actividad y él tomaba el curso “de
oyente”.
Myrna Báez, fiel a su carácter contundente, resolvió la
situación a su manera, con sólo dos palabras:
“!Él va!”
Más tarde, participó en vistas
públicas en contra de una ley sobre la cultura que en nada beneficiaba la
cultura. Participó también, a su manera, en protestas y manifestaciones
públicas contra la entonces Directora Ejecutiva del ICP, Dra. Leticia del
Rosario, de funesta recordación.
Por supuesto, las
represalias no se hicieron esperar, en la forma de la no renovación de
contratos.
También en la década de 1990 solicitó formalmente su
“carpeta de subversiva”, ya que tenía derecho a ello. A su manera había
protestado, marchado, rechazado y defendido las ideas en las que creía y se
había ganado su carpeta. Para tener una idea de las importantísimas
aportaciones de estas “carpetas”, cito del libro: “que este auto (Fiat de 1973) fue visto estacionado en el Colegio de
Abogados donde se celebraba una actividad del natalicio de Ramón Emeterio
Betances, esta actividad dio comienzo a las 9:00 pm y terminó a las 11:00 pm,
el 19 de octubre de 1977”.
Palabras con luz.
Más cerca en el tiempo, participaba yo, en el público, de un
foro/coloquio/panel en el Museo de Arte de Puerto Rico, en Santurce. Los que
dirigían la actividad eran personas que trabajaban en la cultura en Washington,
DC y vinieron a darle promoción a un Museo de la Hispanidad, o algo así, con
las etiquetas que les gusta ponernos los estadounidenses a los que, según
ellos, no consideran arios.
Estaban los de Washington presentando las bondades de este
nuevo museo, en el que se destacaría y enaltecería a los Hispanics y su arte.
Pues le llegó el turno a
Myrna Báez.
Se sentó cómodamente en una butaca en el escenario del
Teatro Raúl Juliá y explicó las razones por las cuales no creía en el proyecto
y por las cuales, si se daba, ella no pensaba participar. Y lo expresó a su
manera. Y les dio las gracias.
Hace poco su hermana Doris, su soporte, su protectora, su
musa, su apoyo, murió y esto ha sido un choque muy duro para ella. Pero aún la
tenemos, un poco frágil y trabajando menos, pero todavía ahí. Protestando,
discutiendo, pensando.
A su manera.
Referencias
Margarita
Fernández-Zavala, ed. Myrna Báez. Una
artista ante el espejo. Universidad del Sagrado Corazón. San Juan (2001).
Hola
ResponderBorrarMi nombre es Bridget James ....
Quiero testificar de cómo el Dr. MULI Jonathan usó su medicina herbaria tradicional africana para curarme del virus del VIH
He enseñado que mi vida ha llegado a su fin como me diagnosticaron el VIH hace 4 años
Me dijeron por los doctores que mi inmunidad ha caído resultando en una caída en mi conteo de CD4 y me colocaron en terapia antirretroviral de drogas pero esto no fue una solución final a mi dolencia
Yo era una persona confusa hasta que un amigo me presentó al Dr MULI Jonathan me puse en contacto con él y me envió sus medicamentos herbales con instrucciones sobre cómo tomarlos
Después de tomar las drogas para los días requeridos volví al hospital para repetir mi prueba ...
He aquí que se probó el VIH negativo
Qué feliz estoy
Usted también puede ponerse en contacto con él
mulijonathanherbal@gmail.com
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