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Memorias VII Coloquio Sexto Panel



Panel:  Retos y desafíos en la mujer
Retos de las mujeres inmigrantes en el ámbito laboral en Puerto Rico

Romelinda Grullón, MSW, Noelia Delgado, MSW y Elithet Silva Martínez, MSW, PhD

La violencia contra las mujeres en distintos escenarios es uno de los fenómenos con mayor prevalencia entre esta población a nivel mundial. Son muchos los retos a los que se enfrentan las mujeres migrantes que sobreviven violencia de género en Puerto Rico, lo cual complejiza la intervención profesional con esta población. Por lo tanto, debemos reconocer que los contextos económicos, sociales y políticos deben trabajarse integradamente, sobre todo cuando las mujeres migrantes experimentan multiplicidad de opresiones. Tal como lo sugiere el concepto de múltiples opresiones dentro del marco teórico mujerista, la mujer que inmigra a Puerto Rico enfrenta múltiples situaciones, incluyendo abuso dentro de los espacios laborales. Entonces, es necesario el analizar de la violencia contra las mujeres migrantes en Puerto Rico desde una perspectiva amplia, de modo que accionemos a partir de la idea de que nos concierne a todos y todas, atender este asunto con urgencia desde el ámbito individual hasta el de las políticas sociales internacionales.
La desigualdad entre hombres y mujeres en el mundo laboral es una realidad que se dramatiza en sociedades con un alto nivel de pobreza. Según las estimaciones del Banco Mundial, 28.6% de dominicanos viven en la pobreza en la República Dominicana. Así la disparidad en ingresos entre estas dos islas vecinas es significativa y sirve como un motivador primario para la emigración dominicana a Puerto Rico. Del estudio de la migración femenina, y en especial en Puerto Rico, no existe información extensiva. No obstante, es importante tener presente que en décadas posteriores a la década del ’60, el flujo migratorio de mujeres fue incrementando, hasta observar que en los datos censales del 2000 cerca del 75% los y las inmigrantes a Estados Unidos eran mujeres. En Puerto Rico específicamente, de las 68,036 personas registradas como inmigrantes, el 55% eran mujeres, principalmente de descendencia dominicana.
Las mujeres inmigrantes se encuentran en una situación de mayor fragilidad, más aún cuando una gran mayoría están indocumentadas. Estas mujeres enfrentan barreras de todo tipo, laborales, de educación, son víctimas del discrimen, abuso económico, chantaje con su situación migratoria, porque sus agresores (que pueden ser tanto parejas como empleadores) las amenazan constantemente con denunciarlas a Inmigración para su deportación, además de ser víctimas de exclusión social y marginación, además de temer por su integridad física. Son maltratadas en todos los ámbitos; laboral, económico, social, legal. Sus derechos son violados y pisoteados día a día, sin ningún escrúpulo.
A su llegada a Puerto Rico muchas mujeres inmigrantes encuentran una vida dura, llena de discrimen y xenofobia. Están doblemente marginadas, tanto por el país de origen como el receptor. De acuerdo al Centro de la Mujer Dominicana, organización de base comunitaria, sin fines de lucro, que atiende esta población, el 80 por ciento de las mujeres que acuden en busca de servicios tienen un estatus migratorio irregular o en proceso de regularización. En los últimos años hemos sido testigos de una creciente visibilidad de este grupo de mujeres de nacionalidad dominicana, lo que a su vez nos lleva a observar un cambio o movilidad en lo que al área laborar se refiera. Actualmente podemos encontrarlas como cuidadoras, cajeras y dependientas en tiendas por departamento o negocios de comida rápida. Algunas de ellas han optado por prepararse académicamente y una vez obtienen su documentación se matriculan por lo general en institutos y academias de cursos cortos.
Patricia Hill Collins (2000) expone que la experiencia del patriarcado es diferente especialmente las que han sufrido varias opresiones en forma simultánea e interdependiente. Trasladando y aplicando este punto a las mujeres inmigrantes en Puerto Rico podemos exponer la situación económica, la extrema pobreza a las que están inmersas, ya que en su inmensa mayoría ocupan posiciones invisibilizadas como lo son el trabajo doméstico. La migración y el trabajo son dos variables en la cual se debe examinar el análisis multidimensional. La inserción de las migrantes en el mercado laboral, puede producir subordinación respecto al trabajo que desempeñan, se naturaliza la inserción de los/as migrantes en actividades inestables, mal pagadas e informales. Otro elemento importante es la dimensión política de la opresión. Las mujeres inmigrantes que no tienen estatus migratorio regularizado no tienen acceso al mercado laboral formal o a beneficios públicos, que se traduce al poco o ningún acceso a la salud, a la vivienda, a alimentos, la educación, entre otros.
En un estudio realizado por las autoras con mujeres inmigrantes en el Centro de la Mujer Dominicana, se buscaba conocer las experiencias de las participantes en torno a la violencia de género en el contexto de la pareja. Se encontró que las mujeres sufrían las secuelas de la violencia contra ellas en más de un escenario.  Entonces, no sólo experimentaban trauma con sus parejas o exparejas, sino que también manejaban el trauma de ser violentadas por sus empleadores. Las siguientes verbalizaciones ilustran algunas de estas experiencias dentro del escenario laboral.
En el caso de Sandra[1] la experiencia de victimización era doble. En la siguiente verbalización devela las dinámicas de abuso a las cuales estaba expuesta, aun cuando se encontraba en necesidad de acceder a servicios de salud:
“Llegamos aquí por el maltrato y eso y... sabes... no nada más de pareja hay maltrato diferente, ha porque antes en el trabajo que yo tenía antes me hablaban malísimo, me trataban como... bueno como trabajadora sí. Pero no te trataban como la gente, si tu llegabas tu querías ir al médico, ah no porque tú... pero faltan media hora y uno teniendo que ir al médico…”
Por su parte Magdalena[2] compartió la experiencia de acoso laboral en el escenario del trabajo doméstico, y específicamente en la limpieza de casas, en la que era constantemente acusada de robar o destruir propiedad, y el efecto que este patrón tenía en ella:
“Si, decía que, que se perdió y que no se podía perder nada en la casa, decía que... sabe, que tenían que buscarlo porque no se podía perder hasta que apareciera, te acusaban si se rompía algo de vez decían que fuiste tú y todavía uno decía que no y decían que sí y le gritaban a uno que...que maldita sea y toa’esas cosas. Entonces uno... sabe, que la forma como esta y uno a lo que vino es a trabajar. Entonces, tú sabes como que uno se siente mal por tratar a uno así. Hasta que veía que no fue uno.”
En las siguientes verbalizaciones se observa el maltrato producto del racismo en contra de dos participantes, ambas mujeres dominicanas y negras, y las humillaciones a las cuales eran expuestas en su escenario de trabajo, que era de cuidado de ancianos/as.
“Porque si no son familia se aprovechan cuando tú no tienes familia te humillan y te dan la pata y te... te tratan como... te discriminan, maldita negra, moño malo, tengo el pelo malo, tu eres una negra, eh, tu eres una sucia…”
“Bueno, cuando hablaban vamos a decir de la raza o de la gente negra… yo soy negra y cosa y estoy orgullosa de mi color…Entonces, tu sabes, eso me revolcaba cada vez que hablaban de la raza, lo de él, lo de la señora que por yo ser prieta me humillaba.  Y yo aguanté y aguanté, hasta que yo dijo que yo no puedo más.”
En este trabajo puntualizamos en que el discrimen, la opresión y el maltrato hacia las mujeres inmigrantes tienen que trabajarse desde el reconocimiento del bienestar de estas mujeres como un derecho y la injerencia que esto tiene en el análisis y ejecución de las políticas sociales y la investigación. En la actualidad hay una gran diferencia entre las inmigrantes que tienen documentos (las regularizadas) y las que no los tienen. El grupo de las personas indocumentadas carece de todo derecho, se halla en una situación de total indefensión. La realidad a la que nos enfrentamos es que existe una gran deshumanización al abordar las migraciones de hoy, ya que se presta muy poca atención a los sentimientos, a las vivencias de los protagonistas de la migración, los inmigrantes. Es pertinente prestar atención a la propuesta de teoristas mujeristas, quienes establecen que aunque se ha adelantado en el estudio de las “poblaciones diversas,” aún queda camino por recorrer en lo que respecta a examinar las particularidades de la experiencia de las mujeres desde una mirada multidimensional.
Se hace imperativo entonces diseñar estrategias contextualizadas a las realidades de las mujeres inmigrantes, al igual que redes de apoyo y de alianza en la cual ellas, que  experimentan situaciones similares en la vida puedan coincidir en un espacio seguro para compartir sus vivencias y colectivamente visualizarse como personas con derecho a la paz. De igual manera, es importante tender puentes de solidaridad para promover políticas más asertivas e inclusivas de protección en los espacios laborales, irrespectivamente del trasfondo étnico, racial y de estatus migratorio de las mujeres inmigrantes en Puerto Rico. A pesar de que queda muchísimo camino por recorrer, el levantar las voces para la denuncia a la violación de derechos de esta población, y el construir espacios para procesar las experiencias y promover culturas de solidaridad representan pasos firmes hacia adelantar los derechos humanos de estas mujeres.



[1] Para proteger la identidad de la participante, se ha identificado con un seudónimo.
[2] Para proteger la identidad de la participante, se ha identificado con un seudónimo.



Marcela Turati: periodista, defensora y feminista mexicana

VII Coloquio de Mujeres: La mujer en el campo laboral
Universidad de Puerto Rico en Utuado
Dra. Sarah V. Platt
Universidad de Puerto Rico en Arecibo


Resumen
Un atentado contra un periodista representa un atentado contra la democracia. El caso de México es especialmente preocupante ya que en los últimos diez años se han registrado 72 asesinatos y 17 desapariciones de periodistas en este país, y más agravante aún es conocer que la mayoría de estos crímenes quedan impunes. La violencia generalizada y la política de silenciar y censurar a periodistas convierten a este país en un complicado y peligroso escenario para ejercer dicho oficio.

“Los periodistas merecen especial atención no solo- como ocurre frecuentemente- por sus actos de heroísmo ante el peligro, sino también por la importancia del papel social que desempeñan (…) [L]a agresión a un periodista representa un atentado contra los fundamentos de la causa de los derechos humanos y contra la sociedad informada en su conjunto. La violencia contra un periodista no es solo una agresión contra una víctima en particular, sino contra todos los miembros de la sociedad”1.

Marcela Turati es una joven periodista mexicana, colaboradora en varios medios internacionales y desde hace diez años, fundadora de la red Periodistas de a Pie, que se dedica a la promoción de derechos humanos en el ejercicio de este oficio. Turati se considera una de las voces más autorizadas para explicar el contexto de la violencia contra periodistas y ha dedicado su carrera a concienciar sobre los desafíos de ejercer periodismo en su país y las medidas de seguridad que toman los profesionales de medios para procurar su supervivencia. Sus múltiples esfuerzos por defender la libertad de expresión, dar voz a las víctimas de la guerra del narcotráfico y respaldar a otros colegas reporteros, la convierten en una valiente luchadora y feminista periodista, homenajeada con importantes galardones por su servicio a favor de la conciencia y la integridad en el desempeño del oficio. Su mensaje a los medios y al mundo es claro: No nos abandonen. En el año 2013, Turati obtuvo el premio Louis Lyons como Nieman Fellow de la Universidad de Harvard por ser una de las pocas reporteras que ha informado sistemáticamente sobre las víctimas en la guerra del narcotráfico para mantener viva la memoria y los testimonios de estas personas. En este artículo se examinará la obra de Marcela Turati en términos de su activismo a favor del ejercicio del periodismo libre en México, su desempeño en la protección y formación de periodistas y la falta de protección que existe para estos trabajadores en dicho país. Asimismo, se investigará la obra de Turati en términos de feminismo y las nuevas tendencias en la práctica del oficio que se han desarrollado en México como consecuencia de la ola violenta que arropa al país y a sus comunicadores.


Palabras clave: Marcela Turati, periodismo, violencia, narcotráfico, censura, derechos humanos







Avances y desafíos de la mujer en el mundo del deporte

Dra. Delia Lizardi Ortiz

Ser mujer atleta en esta sociedad conlleva una serie de sacrificios reales y una serie de riesgos e impedimentos imaginarios creados bajo ciertos elementos culturales y hegemonía masculina.  Según Antonio Gramsci (1971) hegemonía significa los intereses y significados dominantes que se heredan de pasadas tradiciones oposicionales y tienen que ser defendidos mientras nuevos intereses y nuevos significados surgen y luchan por permanecer.  Las mujeres en general están sujetas a factores de dominación impuestos tales como clase social, práctica deportiva, raza y relaciones de género.  El Artículo II Sección I de la Carta de Derechos de la Constitución de Puerto Rico prohíbe la descriminalización por género, pero esto queda solo en papel.  Todavía se aluden a cuestiones biológicas para desalentar y/o frenar la participación femenina cuando realmente son construcciones sociales.  Partiendo de la práctica social se discutirán diferentes aspectos que influyen -y tienen gran peso- en la participación de las mujeres en diferentes áreas del deporte
Podemos señalar sobre los tres roles que las mujeres han tenido en el mundo deportivo:
como atletas, como administradoras y como entrenadoras. 
¿Cuáles son los requisitos ser considerado una atleta profesional?  Es considerada una atleta profesional quien puede ejecutar (trabajar) y recibe pago o dieta (jornada) por un trabajo realizado.  Se  puede dedicar de forma parcial o exclusiva a la práctica deportiva.
Las que dedican a la práctica exclusiva sacrifican todo elemento fuera del deporte.  Las que se dedican de forma parcial tienen que balancear la práctica junto a otros elementos como estudios, trabajos, familia y otros intereses.
Posiciones de poder dentro del organigrama deportivo.
El mundo deportivo no se compone únicamente de la ejecutoria de la atleta.  El deporte se rige de organizaciones y federaciones que se convierten en empleos de tiempo completo.  En el caso de Puerto Rico la organización deportiva más importante es el COPUR, luego federaciones, universidades y clubes privados.  Con pocas excepciones estos cuerpo son comandados por hombres.  Aunque hay una gama de diferentes organizaciones y deportes por escoger, existen pocas mujeres que hayan logrado ser presidentas de clubes, directoras de departamentos atléticos de universidades, secretarias de organismos gubernamentales tales como DRD, Parques Nacionales, Recursos Naturales, entrenadoras nacionales, entrenadoras-jefas de federación, entrenadoras-jefas de equipos universitarios, entrenadoras de clubes y entrenadoras escolares.  La mayoría de las mujeres tienen la función de secretarias, recolectar fondos y “freír alcapurrias”.  La primera mujer puertorriqueña en lograr el puesto más grande a nivel isla en el deporte es Sara Rosario.  Fue electa desde el 2012 presidenta del COPUR es también es presidenta de la ODEPA desde el 2016 (Organización Deportiva Panamericana). Como presidentas de federaciones tenemos actualmente a Mildred Colon de la Federación de Ecuestre y Luliana Ávila de la Federación de Bádminton.  Solo 2 de 32 federaciones, lo que representa solo un 6%.
Otra mujer con un puesto importante dentro del deporte profesional es Dommys Delgado Esta es reconocida como la primera mujer en el mundo en ocupar la posición de Presidenta de la Organización Mundial de Boxeo y es reconocida así en el libro de Guiness.  Otras mujeres en puestos importantes son Marimer Olazagasti, quien fuera la primera mujer en ser secretaria del Departamento de Recreación y Deportes y Mari Batista en el municipio de San Juan.
Participación de mujeres como atletas
Las mujeres atletas equiparan su participación en casi todos los deportes que los hombres participan.  Algunas atletas tales como Mónica Puig, Adriana Díaz, Aury Cruz, Beverly Ramos han logrado conseguir auspiciadores comerciales lo que aliviana y promueve su entrenamiento y práctica deportiva.  Con la crisis fiscal Actualmente muchas de las mujeres voleibolistas del patio se encuentran participando en ligas profesionales en el exterior por la paga y la experiencia.  Esta situación ha ido en aumento tras el paso del huracán María y la cancelación del torneo local.  Aury Cruz (Italia), Karina Ocasio (China) y Sheila Ocasio, Shirley Ferrer (Francia), Stefanie Enright (Italia), Raymariely Santos (Kazajistán antes España), Lynda Morales (Filipinas antes Brasil), Daly Santana (Italia).  Hasta el pasado año habían 12 atletas fuera, 8 mujeres.  Los números suben.  En otros deportes, la baloncelista Carla Cortijo juega en Atlanta en la WNBA.  Carlos Beltrán no quiso firmarle el reléase del equipo nacional y perdió inicialmente la oportunidad de jugar en la mejor liga del  mundo.
Liga Atlética Interuniversitaria
En la LAI las mujeres practican todos los deportes excepto beisbol.  En los últimos cuarenta años a través de Título IX las mujeres han ganado terreno dentro de equipos deportivos, específicamente a nivel escolar y universitario. Título IX es una ley federal que obliga a las universidades que reciben fondos federales y tienen equipos deportivos tienen que equiparar la participación femenina con la masculina. La mayoría de nuestras atletas profesionales salen de esta liga, aunque hay excepciones como Mónica Puig y Adriana Díaz.
Pagos a atletas
Los pagos para las atletas profesionales están por debajo de lo que hacen los varones.  Los pagos en metálico para algunas competencias son equitativos, no así el pago por su participación profesional.  La mayoría de las mujeres atletas no cobran jornadas ni dietas por su participación deportiva.  Según Jaime Lamboy, Director del Departamento de Alto Rendimiento del COPUR  en entrevista realizada el 15 febrero afirmó “Los números no los tengo, pero el gap (brecha) entre hombres y mujeres en baloncesto es abismal, el voleibol el gap es casi nada.  Fútbol es grandísimo”.
Sexualización
A través de las tendencias del mercado, se construye una imagen sexualizada de la mujer atleta para vender un producto.  La prensa, tanto local como internacional, persistentemente ayuda a la creación de esa imagen con la publicación de artículos de poco interés deportivo y con un alto nivel sexual.
Maternidad
Uno de los puntos donde no ha habido legislación hacia el tema es la maternidad.  Si una atleta mujer queda embarazada dejan de cobrar dietas.  Para poder cobrar y aparecer en roster deben incorporarse a la praactica deportiva tan pronto paran.  Algunas atletas compiten embarazadas buscando atrasar el proceso de inactividad y poder general ingresos.  La Federación de Baloncesto de PR y la Federación Puertorriqueña de Voleibol tienen una cláusula de “reserva de embarazo” donde no son incluidas en el roster oficial, pero no pueden ser firmadas por otros equipos.  Esta reserva no implica pago a la atleta ya que éste se hace por un servicio prestado que la atleta no realiza.  Por el contrario, en las lesiones se honra el contrato y la paga de la atleta.  En entrevista hecha a varios apoderados en el 2002 ellos veían el embarazo como una forma de violentar el contrato de parte de la jugadora al ésta poder haber evitado la preñez.  Y la edad de maduración como atleta va de la mano de los años fértiles que tiene una mujer.  Entre las atletas que han participado embarazadas en los pasados años: Alejandra Osorio y Damaris Colón en baloncesto, Doris Torresola en voleibol.  Por último Diana Reyes de voleibol quien hizo su anuncio de embarazo en Río 2016, quien ya conocía de antemano que estaba embarazada.  Le comunicó al entrenador Juan Núñez tan pronto llegó a Río.  Según el profesor Jaime Ramírez en entrevista de Radio con esta servidora expresó que el COPUR sabía sobre su embarazo y aun así decidió llevársela. 
Tampoco la Comisión de Atletas de Alto Rendimiento no se ha expresado al respecto.  Solo que se rige por un documento llamado “Responsabilidades de los Atletas” donde tienen que cumplir con el entrenamiento
Exposición
Las mujeres atletas tienen menos exposición en los medios de comunicación tales como prensa, televisión e internet.  Cuando la tiene es una exposición sexualizada en su totalidad, donde las entrevistan giran en torno al físico.  Esta situación crea menor exposición de las atletas que conlleva menos conocimiento de quienes son las atletas por lo que resultan con menos auspicios.  Y los atletas viven de los auspicios.
Periodistas deportivas
Desde la década de los ochenta tenemos varias mujeres que se han dedicado al periodismo deportivo.  Ivonne Solla, ex voleibolista y Lysette Santiago, ex saltadora fueron las pioneras en este campo.  En prensa escrita han habido varias mujeres destacadas en deportes como Sara del Valle (editora deportes  END), Alina Luciano (Semanario Claridad), Karla Pacheco (Primera Hora) y Yamaira Muñiz (Vocero) y ex jugadora de baloncesto.  Como nota curiosa en el 2012 Prensa Asociada le dio F a la diversidad de geenero en el periodismo deportivo.
Fotoperiodistas deportivas
Algunas activas y otras retiradas y varias desplazadas, las fotoperiodistas puertorriqueñas se han caracterizado por la toma de fotos con sentido estético y no sexual.  Estas son Alina Luciano (Claridad), Laura Magruder (Nuevo Día), Ana María Abruña (Primera Hora), Teresa Canino (GFR) y Vanessa Serra (GFR).
Conclusiones
El enfoque investigativo y/o documentativo abriría las puertas  a que se tome en serio la participación de las mujeres atletas de una forma equitativa a la participación masculina, en términos no solo de diferencia y discrimen por geenero sino por la injusticia que se crea alrededor de salarios y puestos de trabajo.  Se debe abrir el espacio a que se pueda analizar con más rigurosidad aspectos importantes de esta participación como entrenamientos, trabajo sicológico, inequidades, abuso de substancias, problemas alimentarios, ginecología, maternidad y otros aspectos importantes de la vida de una atleta.


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